Oportunidad a largo plazo

Los mercados emergentes, en el foco: los inversores ven margen para crecer

Los índices de la renta variable de los países en crecimiento han remontado un 45% desde los mínimos del mes de marzo y han sufrido una contracción del PIB menos drástica que la de EEUU.

La Bolsa de Seúl supera los 2.000 puntos gracias a bajada en precio del crudo
Las valoraciones en los emergentes atraen a los inversores por su margen para crecer.

Los mercados emergentes también se han visto notablemente afectados por la pandemia del Covid-19. No obstante, una de las principales cuestiones que se plantean en el plano de la inversión es si se han abierto opciones en las que invertir en estar regiones con un enfoque de más largo plazo o si, por el contrario, pueden ser áreas que se verán penalizadas durante las próximas fechas.

Los mercados emergentes han sufrido una contracción del PIB menos drástica que la de EEUU y la de otros mercados desarrollados. Tras un segundo trimestre complicado, los indicadores económicos de los mercados emergentes están repuntando en el tercer trimestre, y China lidera esta tendencia. Huelga mencionar la importancia del gigante asiático, que constituye un importante catalizador del crecimiento para otros países emergentes.

Como contexto, los índices de la renta variable de los países emergentes han remontado un 45% desde los mínimos del mes de marzo. ¿Suficiente como para seguir apostando por estos mercados? Según Xavier Hovasse, responsable de Renta Variable Emergente en Carmignac, aún seguirían ofreciendo valor. “Hoy día, observamos una serie de factores favorables que apuntalan nuestra perspectiva optimista sobre los mercados emergentes”, comenta.

En primer lugar, la realidad es que los mercados emergentes ofrecen una liquidez abundante que probablemente se mantendrá. “Los activos emergentes se benefician de unos estímulos monetarios/presupuestarios sin precedentes en todo el mundo y de la ingente ampliación del balance de la Fed”, resalta Hovasse.

Hay que tener en cuenta el ciclo de depreciación del dólar estadounidense frente a las monedas emergentes y asiáticas. La creciente brecha entre unas políticas sumamente acomodaticias en Estados Unidos, por un lado, y unas políticas menos laxas en los mercados emergentes aunadas a la situación más saneada de sus balanzas por cuenta corriente (principalmente en Asia). “Asimismo, fomentan un dólar estadounidense más débil, sobre todo frente a las divisas asiáticas”, dice el experto de Carmignac.

Los datos históricos que muestran que los ciclos del dólar duran, de media, de 5 a 7 años sugieren que podríamos encontrarnos en los albores de un ciclo de depreciación del billete verde que podría revertir la tendencia de rentabilidad inferior a largo plazo de los mercados emergentes frente a los desarrollados.

El potencial que aún posee a largo plazo

Con estos mimbres, el foco se centra en las valoraciones de estas bolsas. “Creemos que comprar buenas empresas pagando precios razonables seguirá siendo una gran estrategia para los próximos años”, describen los expertos de HAMCO. A día de hoy, muchos mercados no están baratos y otros se encuentran incluso sobrevalorados. “Sin embargo, observamos que los mercados de países emergentes ofrecen una gran oportunidad que proporcionará rentabilidades superiores durante la próxima década”, analizan.

Una visión que comparte Hovasse: “Vemos valoraciones razonables para un entorno de beneficios más favorable frente a los mercados desarrollados”. Y es que a su modo de ver cotizan con descuento frente a los mercados desarrollados y presentan unas perspectivas de beneficios más halagüeñas, lo que ofrece a los inversores a largo plazo puntos de entrada interesantes.

“En un plano más estructural, observamos sólidos catalizadores a largo plazo para los mercados emergentes”, añade Hovasse. "Siempre será difícil determinar el “momento adecuado” para invertir en este universo, dado que existen —y siempre existirán— algunos obstáculos que deben tenerse en cuenta, como la segunda oleada de Covid-19 con confinamientos (parciales), las inminentes elecciones estadounidenses, las presiones inflacionistas derivadas de unas políticas monetarias sumamente laxas y la presión de los tipos de cambio.

El liderazgo en la revolución digital

A ello hay que sumarle que, con las perspectivas sobre la mesa, los mercados emergentes asiáticos lideran la revolución digital y tecnológica acelerada por la Covid-19. “La prevalencia de las empresas asiáticas en determinados ámbitos, como el comercio electrónico, los pagos digitales y la banca móvil, está generando una transición gradual del poder económico hacia Oriente, con China y Corea del Sur a la cabeza”, apunta el experto de Carmignac.

De igual manera, la guerra tecnológica sitúa al segmento tecnológico asiático en una posición de mayor solidez. Se está fomentando que las compañías tecnológicas asiáticas aceleren su inversión en nuevas tecnologías para impulsar su autonomía e incrementar su liderazgo tecnológico. “Existe una demanda adicional en Corea del Sur y otros países asiáticos procedente de empresas estadounidenses que se han desvinculado de sus proveedores chinos habituales”, concreta Hovasse.

Mostrar comentarios