Por debajo de 70 dólares

El ocaso del petróleo: los factores que empujan su precio a la baja en 2023

Los precios de los barriles de referencia se mueven a la baja por el resurgir de los proyectos de exploración en EEUU y las previsiones de que la crisis bancaria tenga su impacto en la marcha económica.

Plataforma de petróleo en el ocaso del sol.
Plataforma de petróleo en el ocaso del sol.
Equinor vía La Información

Dentro de la gama de activos que han reaccionado de manera adversa en los mercados uno de los más destacado es el petróleo. El barril de crudo Brent ha pasado de cotizar por encima de los 124 dólares a encontrarse sobre los 73 dólares. Igual ocurre con el WTI, de referencia en Estados Unidos, cuyos máximos históricos ya quedan bastante lejos: de los 120 dólares del mes de junio del año pasado, a encontrarse por debajo de 70 dólares.

El decaer de la cotización del 'oro negro' tiene relación directa con el binomio de oferta y demanda en los mercados internacionales, pero también con las perspectivas que podrían encontrarse en el esquema actual. Las últimas caídas responden a dos variables principales: la crisis bancaria producida por Silicon Valley Bank en Estados Unidos y por Credit Suisse en Europa inducen a pensar que podría sucederse una recesión a nivel global; y las pretensiones de la Administración Biden de extraer petróleo de Alaska, uno de los territorios más ricos en hidrocarburos y menos explorados.

Con respecto a la primera variable, las recesiones generalmente van acompañadas de una caída fuerte de la demanda de bienes y servicios. En el caso de los mercados de las materias primas una desaceleración de la economía es lo más común. Según recogía la CNBC esta misma semana mediante dos fuentes de la OPEP+, “la incertidumbre bancaria alimentaba el temor a otro colapso financiero al estilo de la crisis de 2008”.

Un reciente informe de Goldman Sachs asegura que la crisis bancaria puede afectar más “a la oferta que a la demanda” de petróleo. Dicho de otro modo, al contrario de lo que sucede habitualmente, el reajuste llegaría más por la contención de los países productores que del recorte importante del consumo mundial. Al menos lo ve así el equipo de materias primas del banco de inversión estadounidense.

Tal es así que estos analistas redujeron sus estimaciones sobre la principal commodity. “Esto se debe a las tensiones bancarias, los temores de recesión y el éxodo de los flujos de inversión”, comentan. En estos momentos prevén que los precios del Brent, de referencia en Europa, alcancen los 94 dólares por barril en los próximos 12 meses y los 97 dólares por barril en la segunda mitad de 2024, frente a las previsiones anteriores de 100 dólares por barril para ambos periodos.

Cabe recordar que hace un año, la estimación de Goldman Sachs era que el petróleo escalaría sobre los 150 dólares en algún momento. Pero ahora parece que el telón de fondo ha cambiado. “Nuestro ajuste también refleja unos fundamentales algo más débiles, a saber, unos inventarios a corto plazo mayores de lo previsto, una demanda moderadamente menor y una oferta no OPEP modestamente mayor”, destacan.

Asimismo, un reciente informe del equipo de análisis de Bank of America destaca la próxima reunión de la OPEP + como una fecha clave para anticiparse a los movimientos del petróleo. Un encuentro en el que se pondría mucho el foco en cómo evoluciona el consumo en China que, hay que recordar, ha salido de sus políticas restrictivas provocadas por el Covid.

“Vemos que los datos de demanda de alta frecuencia están repuntando en China, lo que respalda nuestra opinión de que los ‘super márgenes’ actuales seguirán siendo ‘superresistentes’ durante los próximos meses, mientras que el recorte de las exportaciones de 500 kb/d de Rusia, en nuestra opinión, afectará exclusivamente a sus exportaciones de destilados medios en la próxima reunión de la OPEP+ del 3 de abril”, dice la entidad.

“Con la caída del Brent de las últimas semanas empujando los precios del crudo por debajo de la mayoría de los niveles de equilibrio fiscal de la OPEP+, creemos que los riesgos al alza de que la OPEP+ se una al recorte de las exportaciones de Rusia supera con creces los riesgos a la baja”, destacan.

El proyecto Willow y Rusia

Por otra parte, está el factor Rusia. A este respecto desde Bank of America creen que las revisiones al alza de los calendarios de mantenimiento de las refinerías de petróleo rusas, apuntan “a las dificultades del país para sustituir a los compradores de la UE de la mayor parte de sus exportaciones de gasóleo”. “Como informamos anteriormente (Moscú recorta, se espera que las grietas se recuperen), el anuncio de Rusia de un recorte de la producción de 500kb/d no se está aplicando hasta ahora y, en nuestra opinión, es una respuesta directa al embargo de productos refinados aplicado por la Unión Europea el 5 de febrero”, agregan.

El segundo factor bajista para el oro negro se encuentra en la aprobación del proyecto de la Administración Biden de la explotación de petróleo y gas en Alaska. Se trata de un programa de unos 8.000 millones de dólares que liderará la petrolera ConocoPhillips y que se espera que genere más ingresos al país. “El proyecto Willow generará más oferta de petróleo en el escenario internacional y es por eso por lo que la materia prima lo está descontando con recortes en los precios”, expone Atlantic Capital sobre los últimos movimientos que se han visto reflejados en los barriles de Brent y WTI.

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