Alza de tipos en 2022

Powell presiona a Lagarde con el fin del estímulo pandémico y alzas en los tipos

El gobernador de la Fed duplica el ritmo del 'tapering' para terminar en marzo con las compras de deuda ligadas a la crisis del Covid-19 y apunta a una gran moderación de la inflación en 2022.

Jerome Powell expone la situación económica de EEUU este miércoles.
Jerome Powell expone la situación económica de EEUU este miércoles.
L. I.

La inflación marca el ritmo de la Reserva Federal (Fed) y está obligando a que cambie de marcha para acelerar la reducción de las compras masivas de deuda que han permitido esquivar una crisis financiera durante el Covid-19. Con efectos del próximo mes de enero, la Fed bajará de 90.000 a 60.000 millones de dólares su volumen de compras netas, un nuevo ritmo que revisará el mes que viene pero que apunta a que el 'tapering' concluirá en marzo a esa velocidad, tres meses antes de lo previsto anteriormente.

"Estamos eliminando gradualmente nuestras compras de forma más rápida  porque con las elevadas presiones inflacionarias y un mercado laboral que se fortalece velozmente, la economía ya no necesita cantidades cada vez mayores de apoyo político", aseguró el gobernador de la Fed, Jerome Powell, en la última rueda de prensa de 2021 tras la reunión monetaria.

Al mismo tiempo, el cuadro de previsiones de los gobernadores de la Fed pronóstica hasta tres alzas de tipos en la segunda mitad de 2022, desde el 0%-0,25% actual hasta el 0,9% y, al menos, otras dos en 2023 hasta el 1,6%. Esto supone adelantar plazos y subir varias décimas la dimensión del ciclo al alza de tipos respecto a la previsión de septiembre. Como en citas anteriores, Powell volvió a insistir en que hay que desligar la retirada de estímulos del inicio de alzas en el precio del dinero: “Por supuesto, estas proyecciones no representan una decisión o plan del Comité y nadie sabe con certeza dónde la economía será de un año o más a partir de ahora”.

No obstante, Powell advirtió que tampoco se demorará demasiado y recordó que ya dirigía el banco central la última vez que se subieron los tipos de interés en 2018. “Estuve aquí en la Fed cuando los elevamos la última vez y la economía está mucho más fuerte ahora, mucho más cerca del pleno empleo. La inflación está muy por encima del objetivo y el crecimiento está por encima del potencial. No habría necesidad de ese tipo de demora. Dicho eso, tomaremos esta decisión en las próximas reuniones, y aún no es una decisión en la que el Comité se haya concentrado realmente”, zanjó.

"La cuestión es que no volveremos a la misma economía que teníamos en febrero de 2020, y creo que al principio la sensación era de que hacia allí nos dirigíamos. El mercado laboral pospandémico y la economía en general serán diferentes"

Las curvas de la inflación: del 5,3% en 2021 al 2,6% en 2022

El caballo de batalla para la Fed se encuentra en la evolución de la inflación, que en noviembre alcanzó un máximo de 40 años en el 6,8%. Powell, que hasta fechas recientes había mantenido la tesis del carácter “transitorio” del alza de precios, ahora justifica el cambio de posición en el hecho de que la mecha de la crisis de oferta (suministros, energía…) ha prendido y comienza a ser generalizada. "Si bien los impulsores de una mayor inflación se han relacionado predominantemente con las dislocaciones causadas por la pandemia, los aumentos de precios ahora se han extendido a una gama más amplia de bienes y servicios", advirtió Powell durante su intervención.

Son los llamados efectos de segunda ronda que tanto temen los bancos centrales pero que, en su fase inicial, están facilitando el endurecimiento de su política monetaria. “Los salarios también han aumentado rápidamente, pero hasta ahora el crecimiento de los salarios no ha contribuido de manera importante a los elevados niveles de inflación. Estamos atentos a los riesgos que el persistente crecimiento de los salarios reales por encima de la productividad podría suponer una presión al alza sobre la inflación”, señaló.

El recalentamiento del mercado laboral de EEUU está pesando en la política de la Fed de forma acusada, aunque eso significa también que la crisis provocada por el Covid-19 en forma de desempleo está finalizando. Sobre movimientos como la ‘Gran Renuncia’, Powell tiene otro punto de vista desde el atril de la Fed. "En mi opinión, estamos avanzando rápidamente hacia el máximo empleo, y eso se ve, por supuesto, en algunos de los factores que mencioné", argumentó ante la prensa. "Entendemos que la alta inflación impone dificultades significativas, especialmente a aquellos que tienen menos capacidad para cubrir los costos más altos de los elementos esenciales, como alimentos, vivienda y transporte”.

Esta recuperación será diferente

Desde el punto de vista macroeconómico, la más buscada es la opinión de la Fed sobre la evolución de la inflación. Su cuadro de previsiones prevé que se sitúe en el 2,6% en 2022, cuatro décimas más de lo que decía en septiembre, aunque prácticamente la mitad de su nivel actual. Dicho de otro modo, la institución monetaria advierte que el ritmo de crecimiento de los precios está a punto de desacelerarse en los próximos meses de forma visible: "Se espera que los avances en las vacunaciones y la reducción de las limitaciones de la oferta respalden los continuos avances en la actividad económica y el empleo, así como una reducción de la inflación".

En 2023, la Fed sitúa el indicador de precios en el 2,3%, mientras que en 2024 bajará otra vez al 2,1%. El banco central pronostica que la economía de EEUU crecerá al 4% (dos décimas más que la previsión de hace tres meses) en 2022, al 2,2% en 2023 y registrará un aumento del 2% en el PIB para 2024, mientras que el desempleo se situará en el 3,5% en 2022, un nivel al pleno empleo. "La cuestión es que no volveremos a la misma economía que teníamos en febrero de 2020, y creo que al principio la sensación era de que hacia allí nos dirigíamos. El mercado laboral pospandémico y la economía en general serán diferentes", augura Powell.

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