Potencial de revalorización

Por qué las 'small caps' y las empresas de lujo pueden brillar aún en la bolsa europea

Las empresas pequeñas han estado fuera del radar de los inversores en el gran rally bursátil registrado desde septiembre con lo que los expertos ven potencial en un escenario de recuperación económica.

Un operador en la Bolsa de Fráncfort.
Un operador en la Bolsa de Fráncfort.
DPA vía Europa Press

La renta variable europea ha ganado más de un 20% desde sus mínimos de septiembre de 2022 y en este momento, mantiene una tendencia alcista que pocos inversores esperaban y pocos lograron capitalizar. El posicionamiento excesivamente cauto en Europa se debió a los temores de recesión.

Con todo, ahora que la contracción –con impacto en el desempleo– está tardando en llegar, los inversores se preguntan qué actitud adoptar. La búsqueda de oportunidades será crucial en el segundo semestre de 2023. Algunos expertos están convencidos de que las estrategias deben seguir centrándose en los valores de calidad porque mantendrán el buen momento de su negocio en el escenario actual.

Europa también ha sido testigo de la moda de la inteligencia artificial, pero las subidas del mercado han estado más repartidas que en Estados Unidos. Sólo el 25% de los valores del S&P 500 han obtenido mejores resultados, frente a más del 40% del Stoxx 600, una muestra de la profundidad del mercado europeo. La rentabilidad menos concentrada de Europa debería utilizarse para identificar oportunidades.

Los múltiplos se contrajeron bruscamente debido a las subidas de tipos en 2022 y, a pesar de los buenos resultados recientes, los mercados europeos siguen cotizando a un PER muy razonable de 12,5 veces, es decir, inferior a la media histórica de 15 veces en 10 años, y con un descuento del 20% con respecto a la renta variable estadounidense (sobre la base de ponderaciones sectoriales iguales).

“Asumiendo que la mayoría de las subidas de tipos ya han pasado y que las valoraciones de la renta variable están más estrechamente relacionadas con el alcance de las subidas de tipos que con el tipo final, desde Edmond de Rothschild AM creemos que ahora hay pocas posibilidades de una mayor compresión de los múltiplos”, analiza Caroline Gauthier, codirectora de renta variable en Edmond de Rothschild AM. Al contrario, la expansión de los múltiplos es una posibilidad real.

Incluso tras el rebote del primer semestre y a pesar de las persistentes incertidumbres macroeconómicas, los mercados europeos parecen protegidos por unas valoraciones moderadas y por el hecho de que los inversores están generalmente infraponderados. Dejando de lado la cuestión de una recesión y de su gravedad, es evidente que el viejo continente se encuentra en un periodo de normalización económica con una desaceleración de la actividad.

“El desabastecimiento aún no ha terminado y la demanda podría debilitarse en algún momento. Por eso sigue siendo esencial estar atentos e invertir en empresas con modelos económicos sólidos y balances saneados que ofrezcan una mayor visibilidad”, agrega Gauthier.

La tendencia puede seguir

De igual modo, en opinión de Lara Pellini, gestora de renta variable de Capital Group, los consumidores han seguido gastando su dinero, los viajes y el turismo han repuntado y las compañías europeas “se benefician del crecimiento moderado de las economías nacionales y de las oportunidades internacionales”, entre las que se incluyen “la reapertura de la economía china”.

De hecho, algunas de las multinacionales europeas de más éxito son muy hábiles a la hora de aprovechar fuentes de ingresos externas procedentes de Asia, América Latina o Estados Unidos. “Por ejemplo, el fármaco para la pérdida de peso de Novo Nordisk, Wegovy, ha registrado una enorme demanda en todo el mundo, lo que ha hecho que la compañía danesa llegue casi a duplicar sus previsiones de ventas con respecto a 2019”, comenta al respecto.

Desde la gestora norteamericana señalan que, en Europa, ciertas compañías pueden crecer incluso en entornos económicos complicados, señalando la importancia del análisis fundamental de enfoque bottom-up. “En el sector de los artículos de lujo, muchas de las principales marcas se encuentran en Europa, pero sus clientes se reparten por todo el mundo. LVMH, el gigante francés del sector del lujo, registró en 2022 unos ingresos sin precedentes de 86.000 millones de dólares, gracias en su mayor parte a la fuerte demanda procedente de Estados Unidos y Japón”, destaca.

Pellini dice que una de las razones por las que estas compañías tienen potencial para superar a sus rivales nacionales es que su competencia es internacional, lo que puede potenciar la innovación. “Las ventajas competitivas que desarrollan resultan muy difíciles de replicar”, ahonda.

De igual modo, las small caps, compañías de pequeña capitalización, han sido despreciadas por los inversores y el sector se vio especialmente afectado el año pasado, con una rentabilidad inferior al de las grandes capitalizaciones por un margen sin precedentes, e incluso más que durante la crisis financiera de 2008. “Impulsado por la aversión al riesgo y la huida hacia la liquidez, esta rentabilidad extremadamente bajo ha provocado la mayor anomalía de valoración de los últimos 20 años”, analiza Gauthier.

En los últimos 20 años, estas empresas han cotizado con una prima media del 25% con respecto a las de gran capitalización. Con la previsión de que los beneficios de 2023 y 2024 vuelvan a ser superiores a los de las grandes capitalizaciones, la simple vuelta a los niveles históricos de prima supondría una subida del 35%.

“Dado que el apalancamiento entre las small caps no es superior al de las grandes, y para una volatilidad similar a 20 años, estas representan un perfil de riesgo/rentabilidad muy interesante para una inversión a medio plazo”, concluye la experta de Edmond de Rothschild AM.

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