No se esperan cambios 

La soledad de Lagarde: el BCE debuta en 2021 sin fondo de recuperación del euro

La presidenta del banco central elevará el tono de su crítica a los países del euro por el retraso en ratificar el fondo de recuperación de 750.000 millones que se creó hace seis meses.

EFE
Lagarde extiende a Europa un 'cheque en blanco' de liquidez y tipos bajos durante 18 meses
Agencia EFE | EFE

Sigue sola en la respuesta de la Unión Europea ante la crisis económica del Covid-19. El retraso en la aprobación del fondo de recuperación. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, volverá a recordar este jueves a los países de la zona euro que deben acelerar la puesta en marcha del fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, aprobado en julio de 2020 pero que debe ser ratificado por los países para su puesta en marcha y sigue en atascado en el punto de encuentro Bruselas.

La necesidad de que salga adelante este instrumento fiscal ha sido una de las reclamaciones recurrentes en el banco central desde que comenzó la crisis del Covid-19.  La profundidad de la recesión, el riesgo de deflación y el cada más estrecho margen de maniobra de la política monetaria están detrás de las proclamas del BCE. El banco central acaba de superar esta semana la barrera de los 780.000 millones de euros en compras de activos con su programa de compras de emergencia (PEPP), una cifra que supera la primera dotación del fondo que se realizó en marzo (750.000) y supone el 42% de los 1,85 billones en se situó tras la última reunión de diciembre.

Las expectativas de potenciales movimientos ante la reunión de este jueves, la primera de 2021, son bajas, si bien esto deja margen para la sorpresa. “Los inversores esperan que la institución monetaria europea haga lo necesario para mantener las condiciones financieras sin cambios, incluso ante una mejora en las perspectivas de inflación”, señala el economista jefe de la gestora de fondos AXA IM, Gilles Moëc. “La estrategia para el 2021 se configuró el mes pasado. La verdadera prueba de fuego llegará más tarde, una vez que la economía se haya estado normalizando durante varios meses, cuando el BCE tendrá que decidir cómo amortiguar el impacto en el mercado de la eliminación del PEPP”, añade.

En este sentido, Paul Diggle, economista de Aberdeen Standard Investments, tampoco espera ninguna decisión relevante esta semana. “Esperamos que la rueda de prensa se centre en el impacto económico de la reanudación de los confinamientos en toda Europa, el despliegue de vacunas, el acuerdo Brexit, y cómo el estímulo fiscal adicional en EEUU afecta a las perspectivas europeas. Los inversores querrán escuchar lo que el BCE podría hacer si las condiciones económicas siguen deteriorándose, y se mostrarán temerosos si el BCE habla de la eventual retirada del apoyo”, argumenta Diggle. “La economía de la Eurozona se dirige hacia una doble recesión, y a largo plazo, la inflación va a permanecer muy moderada. Así que no deberíamos descartar completamente que el BCE suavice aún más la política monetaria”, concluye este experto.

Konstantin Veit, gestora de carteras en PIMCO, coincide en señalar que la reunión parece de trámite debido a que las directrices importantes se fijaron el 10 de diciembre. “El BCE está en hibernación, con el piloto automático. La autoridad monetaria evaluará cómo se desarrollan las condiciones macroeconómicas en los próximos meses y responderá a cualquier endurecimiento material de las condiciones de financiación con el programa de compras de emergencia para pandemias (PEPP), en línea con su marco de control laxo de la curva de rendimiento (LYCC)”, argumenta Veit .

El experto de PIMCO pone el foco también sobre algunas señales de alarma presentes en los mercados. “Las políticas del BCE anclan los activos de riesgo europeos, pero los diferenciales han avanzado mucho y los riesgos para las perspectivas macroeconómicas siguen siendo elevados”, argumenta en referencia al boom bursátil de 2020. En opinión de Veit, el hecho de centrarse en las condiciones de financiación de empresas y hogares en lugar de en las condiciones financieras de los mercados relegará a una prioridad menor las consideraciones relativas a la renta variable y a la divisa.

"A medio plazo: El BCE probablemente espera que la primera mitad del año no requiera decisiones importantes de política monetaria y que las condiciones permitan un enfoque intenso en la revisión de la estrategia en curso. Una vez que se hayan neutralizado suficientemente los efectos relacionados con la pandemia en la senda de la inflación mediante medidas de política temporales como el PEPP y las agresivas TLTRO, creemos que volverán a cobrar importancia los instrumentos de compra de activos más habituales para afinar la postura de la política monetaria posterior a la pandemia a partir de 2022, mientras que los recortes de los tipos de interés quedarán en un segundo plano”, concluye Veit.

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