El Nasdaq, el peor parado

Wall Street despide con leves caídas su peor año desde la crisis de 2008

Al término de las operaciones de este viernes, su principal índice, el Dow Jones, ha caído ligeramente un 0,22% mientras que el selectivo S&P 500 se ha dejado un 0,25% y el Nasdaq ha retrocedido un 0,11%.

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Wall Street despide con leves caídas su peor año desde la crisis de 2008.
Agencia EFE

Las constantes subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed) para poner coto a la desbocada inflación y la prudencia de los inversores, que anticipan una recesión en 2023, han sido la tónica dominante a lo largo de 2022 sobre el parqué neoyorkino, que ha culminado su peor año desde la crisis financiera de 2008. Y lo ha despedido con una sesión de leves caídas, que ha puesto el broche a este agitado 2022 para Wall Street.

Al término de las operaciones de este viernes en la Bolsa de La Gran Manzana, su principal índice, el Dow Jones, ha caído ligeramente un 0,22% hasta cerrar el año con 33.147,25 puntos, mientras que el selectivo S&P 500 se ha dejado un 0,25% hasta los 3.839,50 puntos. El Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más grandes del país, ha retrocedido un 0,11%, hasta firmar los 10.466,48 puntos.

En el cómputo global del año, los tres principales índices de Wall Street han finalizado a la baja. El Dow Jones ha acumulado perdidas del 8,8%, pero más aguda ha sido la caída del S&P 500 (-19,4%). No obstante, la peor parte se la ha llevado el Nasdaq (-33%), ahora en debacle tras años de ascenso estelar.

Según la firma de análisis Fidelity, casi todos los sectores corporativos despiden el ejercicio en números rojos, primero los de las comunicaciones (-41%), los bienes no esenciales (-37%) y la tecnología (-29%), donde se enmarcan algunas de las mayores perjudicadas, como Tesla (-65%) y Meta (-64%).

La excepción ha sido el sector de la energía, que se ha disparado un 56% en paralelo a la subida de los precios del petróleo y el gas, sobre todo tras el inicio de la guerra en Ucrania y, pese a contribuir a la inflación, han dejado suculentos beneficios en las cuentas de sus corporaciones.

La inflación, determinante

Uno de los factores determinantes para el rumbo descendente de la plaza estadounidense ha sido la inflación, que se pensaba transitoria pero se disparó a su mayor nivel en 40 años, con un pico del 9,1% en junio, y llevó a la Reserva Federal a subir con agresividad los tipos de interés a partir de marzo.

La inflación ha empezado a remitir y el mercado laboral de momento no parece resentirse, pero el banco central, que ha frenado el ritmo de la subida de tipos este diciembre, anticipa que aumente el desempleo en 2023, y la sombra de una recesión ha sembrado el temor en los mercados.

Los inversores han estado alerta ante señales que habitualmente anticipan una recesión, como la inversión de la curva de rendimientos de la deuda pública, en la que la falta de confianza en la coyuntura se traduce en una mayor rentabilidad de los papeles a corto plazo frente a los de largo plazo.

Además del descalabro de la bolsa, ha sido uno de los peores años que se recuerdan para la renta fija y también ha estado marcado por una gran volatilidad en las materias primas y por el fortalecimiento del dólar frente a otras divisas, apunta en una nota César González, director financiero de Avanza Previsión.

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