Sin oferta suficiente

Escasez de portátiles en la vuelta al cole de EEUU por falta de suministros chinos

Los dispositivos llegarán con varias semanas de retraso a los colegios por la alta demanda y la disrupción en la cadena de componentes agravada en los últimos meses por la guerra comercial lanzada por Trump.

Imagen de una cola en la puerta de un supermercado en Estados Unidos durante la pandemia.
Imagen de una cola en la puerta de un supermercado en Estados Unidos durante la pandemia.
EP

Por si la vuelta al colegio en Estados Unidos no fuera ya suficientemente caótica, los profesores y alumnos se enfrentan a nuevo reto que amenaza con contribuir a elevar aún más la brecha educativa y tecnológica. Los distritos escolares por todo el país, desde Nueva York hasta California, pasando por Florida, Ohio, Alabama, Texas o Indiana, no pueden iniciar el curso en remoto con normalidad porque no disponen de ordenadores portátiles suficientes para impartir las clases a distancia.

Es una escasez similar a la que se vivió al inicio de la pandemia con el papel higiénico, el desinfectante para las manos, la carne, la harina de repostería, las bicicletas y hasta los tarros para conservas. La cadena de suministro de computadoras no está a la altura de atender la fuerte demanda creada por el teletrabajo y la escuela remota. Basta con visitar la tienda electrónica de Office Depot, Best Buy o de Amazon. Los portátiles más baratos no muestran ni el precio. 

El ordenador se convirtió en una herramienta esencial para las escuelas tras declararse la pandemia. Los centros públicos en la ciudad de Nueva York tuvieron que improvisar sobre la marcha repartiendo entre los estudiantes con menos recursos las pocas computadoras usadas que tenían a mano en las aulas. Con el virus expandiéndose, el alcalde Bill de Blasio anunció la distribución de 240.000 dispositivos para atender las necesidades de la enseñanza remota. Es lo que se vieron forzados a hacer también otros distritos educativos más pequeños por todo el país, anticipando que el nuevo curso escolar arrancaría en el mejor de los casos con una combinación de clases presenciales y por internet. Pero los pedidos de portátiles no llegan y adquirir estos equipos en el comercio no es una opción. Las compras en las tiendas están limitadas, además de los ordenadores no cumplen los requisitos necesarios para la educación.

Incluso si un padre decide actuar por su cuenta, se enfrenta a una misión imposible. "Son las computadoras de bajo precio las más afectadas", como índica desde la consultora Creative Strategies. Las existencias en el caso de Best Buy están al 16% en los modelos inferiores a los 500 dólares, como los Chromebook de Google, y el inventario es limitado en el rango medio. Eso está obligando a los colegios a priorizar la distribución de dispositivos entre los estudiantes que no tienen acceso a un ordenador en casa. La nueva realidad creada por el distanciamiento social no es el único factor que explica esta escasez. Las restricciones impuestas por el presidente Donald Trump al comercio con China trastocaron toda la cadena de suministro de componentes electrónicos necesarios para fabricar los portátiles y tabletas. Lenovo, HP y Dell, tres de los mayores fabricantes de Chromebook, no son capaces de atender una demanda creciente de estos dispositivos por la enseñanza virtual.

El presidente de la marca Acer para las Américas dice por su parte que era muy complicado planificarse para afrontar esta situación. Añade que los estímulos a las familias hicieron que muchos padres aprovecharan ese dinero para comprar ordenadores. Se calcula que cinco millones de portátiles que no llegarán a tiempo a los distritos escolares para iniciar el curso. E incluso si lo hicieran, los técnicos necesitarán unos días más para poder programarlos antes de distribuirlos. Para el que esté dispuesto a pagar por un ordenador premium como el Macbook Air de Apple, el fabricante del iPhone los tiene disponibles de inmediato por un precio que más que triplica el Chromebook que suele vender Lenovo en la tienda electrónica de Walmart. También hay disponibles tabletas híbridas Microsoft Surface. Y como opción de emergencia, siempre se puede considerar un ordenador de segunda mano pero se corre el riesgo que de sufra problemas técnicos.

La crisis económica complica a las familias afectadas poder comprar un ordenador de alta gama por su cuenta. La escasez de portátiles amenaza así con crear una ventaja para los estudiantes con más recursos o distritos escolares que cuentan con más medios en un sistema educativo ya de por sí segregado. Esta brecha tecnológica se suma a las dificultades para costearse el acceso a internet de banda ancha. A estos estudiantes rezagados se les dará prioridad en las clases presenciales. El espacio en los colegios es limitado para cumplir las normas del distanciamiento social y los maestros amenazan con acciones de protesta si no se dan las condiciones para retomar el curso en formato híbrido. 

Esta incertidumbre, combinado con la escasez de ordenadores, podría provocar que el inicio del curso se retrase. Para evitarlo, el alcalde de Nueva York presentó esta misma semana un plan para impartir las clases en los patios de recreo, calles adyacentes y parques. El Departamento de Comercio, por su parte, asegura que no se está aplicando ningún tipo de bloqueo a los envíos de ordenadores portátiles y otros dispositivos destinados a la educación. Las acciones proteccionistas de la administración que preside Donald Trump sin embargo sí que afectan en algunos casos a los acuerdos que tienen las tecnológicas estadounidenses con empresas chinas que violan las reglas de propiedad intelectual o las laborales.

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