OPINION

La verdad sobre Fridman: víctima de Dia... verdugo de noche

Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
L. I. / Letterone

Jazzaldia es sinónimo de ‘festival de jazz’. Viene del euskera. En San Sebastián / Donostia se celebra cada verano el más antiguo de España y uno de los referentes europeos junto al de Vitoria / Gasteiz. Ambos ocupan un lugar preferente en la agenda de uno de los multimillonarios que más está dando que hablar en los círculos judiciales y económicos en los últimos tiempos. También podría ser la palabra favorita de Mijaíl Fridman al unir los dos asuntos que ocupan su cabeza: el jazz… y Dia. Este fanático del ritmo musical con swing tiene su propio 'jazzaldia' en Leópolis / Lvov, su ciudad natal, además de un certamen estilo Operación Triunfo (OT): su ganador tiene pasaporte directo para actuar en siete de los encuentros de jazz más prestigiosos de toda Europa, entre ellos, el donostiarra.

La otra obsesión de Fridman, y a la que lleva persiguiendo desde 2017, es la tercera compañía de distribución española tras Mercadona y Carrefour, cuyo control ha cerrado hace nada. Distribuidora Internacional de Alimentación (Dia) es la operación que le situado bajo los focos mediáticos y la inversión que le hará ganar mucho dinero. No lo duden. Esa la realidad de la envolvente que ha realizado durante 30 meses en el accionariado de la empresa española. El multimillonario se ha empeñado en aparecer esta semana, en una doble entrevista con el ‘El Mundo’ y ‘El Economista’, como víctima asegurando que es el mayor damnificado, como el resto de accionistas, de la gestión del anterior equipo al frente de Dia que dirigían Ricardo Currás (ex consejero delegado) y Amando Sánchez-Falcón (ex director financiero).

Puede que no le falte razón a Fridman en exculparse del asunto Zed y Pérez Dolset que le ha llevado ante la justicia española; o en culpar a los antiguos gestores por las irregularidades detectadas en la compañía de tiendas de alimentación y que todavía están por depurar. Pase también que critique ferozmente a los consejeros que han formado parte de Dia en los últimos años y que incluyen a nombres ilustres como Ana María Llopis, María Garaña, Juan María Nin, Richard Golding, Angela Spindler... y un largo etcétera de supervisores de Dia.

Sin embargo, se equivoca o no dice toda la verdad a la hora de vender que ha estado a punto de perderlo todo con su aventura bursátil en España. Nada más lejos de la realidad. Fridman no ha sido cordero sino lobo. Está documentado. Su compra en diferido del primer 29% del capital a través de Goldman Sachs estuvo blindada al milímetro, acción por acción. No solo no lo ha perdido, sino que el 'crash' bursátil de Dia le permitió lanzar una opa ‘low cost’ sobre el 100% hace 12 meses a 0,67 euros, rebajando el precio de su inversión a 2,13 euros por título... y volviendo a triturar este registro hace apenas seis semanas hasta 0,278 euros por acción.

¿Víctima... o verdugo? La jugada maestra de Letterone con la CNMV comenzó a cobrar forma cuando afloraron misteriosas plusvalías con derivados financieros en su fondo luxemburgués LTS Investments, que fue el que compró inicialmente ese paquete del 29% del capital de Dia. Mientras se produjo su entrada, entre mayo de 2017 y octubre de 2018, las acciones de Letterone permanecieron en manos de su intermediario, que a su vez se convirtió en la mayor prestamista de valores de la empresa. Dicho de otro modo más llano o para profanos en la materia, fue el proveedor de la munición que usaron la manada de medio centenar de ‘hedge funds’ bajistas que operaron en Dia durante 18 meses. ¿Creen que es una conspiración? Pasen a la CNMV, cuenten... o lean La Información.

Luego se lo traspasó todo al L1 Retail, que controla en la actualidad el 75% del grupo tras la opa de febrero-mayo de 2019 y el canje de préstamos por acciones del pasado noviembre. Por eso declaró sin pestañear aquello de "vamos a multiplicar" con Dia hace algunos meses. Sabe que gana y ganará. Por eso se rodea de estrellas como el alemán Karl Heinz Holland, ejecutivo que engrandeció al gigante Lidl, o Stephan Ducharme, el galo que triunfó en Rusia transformando X5 Group en una empresa mayor que Mercadona. Por eso se permitió el lujo de contratar a Mike Casey, cerebro de Goldman Sachs para el sector ‘retail’ en Europa hasta 2017, como director de orquesta del gran golpe sobre Dia.

Mostrar comentarios