"Quiero agradecer la solidaridad y la respuesta contundente y firme del conjunto de las instituciones europeas", ha expresado a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas.
La crisis migratoria había provocado que la asistencia a los colegios e institutos de la ciudad bajara los primeros días al 24% y que todavía siga en torno al 75%.
Con el país manga por hombro, una pandemia que sigue mordiendo y el tejido empresarial haciendo malabarismos para no irse al garete solo nos faltaba una buena agarrada diplomática.
Las señales de la avalancha que se avecinaba eran visibles desde hacía tiempo, pero el uso por parte de Rabat de la inmigración como arma nunca había alcanzado tal magnitud. El pulso no acaba aquí.
El ministro de Exteriores denuncia la "hostilidad mediática inédita" y asegura que Marruecos "no tiene complejos".
Moncloa habla de un "control semaforal" de la frontera por parte de Marruecos y mueve hilos en la UE para exigir al reino alauita que refuerce la actuación de la Policía con quienes se lanzan al mar jugándose la vida.
"Estamos al tanto de la situación en Ceuta, pero dejamos que sean los gobiernos de España y de Marruecos quienes comenten este tema".
El día en que dimitió el líder de Unidas Podemos dijo que fue "un lujo haber compartido camino con Pablo Iglesias, ejemplo de coherencia, generosidad y patriotismo.
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El Gobierno coordinó con diferentes gobiernos europeos la respuesta diplomática a Rabat. El CNI y los servicios de Información había informado de las consecuencias de acoger al líder del Frente Polisario.
Bruselas tiene pendiente adjudicar un montante de más de 1.500 millones de euros a Marruecos en forma de ayudas a la cooperación que pueden verse paralizados si los acontecimientos no mejoran.
La crisis migratoria se produce en plena crisis diplomática entre el Gobierno y el reino alauí a cuenta de la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, quien está hospitalizado en Logroño.
El Alto Representante ha calificado de "preocupantes acontecimientos" la llegada masiva de migrantes a Ceuta y ha reiterado que la ciudad española es la frontera europea con Marruecos.
En la carretera entre Tánger y la ciudad (unos 50 kilómetros), pequeños grupos de adolescentes marroquíes, caminan con la intención de llegar a la frontera.
Rabat se queja de que el Gobierno no le informó de antemano, algo que no cabe en una relación de buena vecindad.
El caso Ghali puede desencadenar un aluvión de represalias entre dos países que se necesitan económica y políticamente. El 47,3% de las exportaciones españolas en África tuvieron como destino el país vecino.
Rabat "toma nota" de la decisión de las autoridades españolas "de no informar a sus homólogos marroquíes" sobre la recepción del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
El Gobierno español permitió a finales de abril la entrada de Ghali en España por razonas humanitarias, para recibir asistencia sanitaria.
La Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos ha remitido una solicitud a la Audiencia Nacional para que se verifique el ingreso de Brahim Ghali, así como la emisión de una orden de detención.
3.000 españoles que habían viajado de vacaciones por Semana Santa se encuentran atrapados en el país por la decisión de sus autoridades de suspender los vuelos procedentes o con destino a España y Francia.
Se trata de una fábrica textil situada en el sótano de un edificio residencial, ubicada al sur de de la ciudad, cerca de la carretera a Rabat.
En el otro lado de la frontera el 'enemigo' se llama Rusia. Suministrará a Argelia los fármacos para salir de una crisis que apenas golpea el norte de África: una zona en la que chinos y rusos luchan por posicionarse.
En una entrevista concedida a una cadena egipcia, el primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, afirmó que Ceuta y Melilla son "tan marroquíes como el Sáhara".
Un día después de que EEUU reconociese la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, el Ministerio de Exteriores galo decidió apoyar a Rabat y dice que la disputa "ha durado demasiado".
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