Zara ya no es Zara: el imparable cambio que le aleja de su tradicional 'low cost'

Zara
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La Navidad está a la vuelta de la esquina. Aunque quede todavía un mes y medio, las fiestas ya calientan motores y en los próximos días se avecinan los típicos eventos y compromisos que se multiplican por estas fechas y obligan a hacer una serie de gastos extra que nos puede dejar con la cuenta a cero a final de diciembre. Y una de esas cosas que siempre acabamos comprando en Navidad es ropa para esta época. En las tiendas lo saben y, además, hacen por ello, tanto que las colecciones festivas ya llevan varias semanas disponibles.

Así, las lentejuelas, los brillos, los vestidos negros y demás prendas típicas para las fiestas ya se pueden encontrar en la mayoría de firmas 'low cost'. Pero este año han venido con una sorpresa que no esperábamos y que a muchos ya ha enloquecido. ¿Qué ocurre en Zara? Entrar en su página web ahora mismo ha dejado a muchos con la boca abierta.

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Porque lo que encontramos en la pestaña de 'Última semana', la dedicada a las novedades que la marca incorpora semanalmente, parece salido de una pasarela y digno de una casa de alta costura. Blazers con volantes que hacen la forma de una flor, tops con mangas abullonadas hasta el extremo, drapeados imposibles, trajes sastre de terciopelo o vestidos con un imponente lazo en la espalda. Ropa que desde luego no parece salida de los talleres de Arteixo.

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Vestido tipo blazer con un lazo rosa en la espalda
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Traje con volantes en mangas y pantalón
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Top con mangas bullonadas
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Conjunto de falda y top de volantes

Algunas de estas prendas están ya agotadas y otras no están siquiera a la venta, pero ya es posible apuntarse a la lista de espera. Se trata de una colección única en la marca que muchas no quieren perder la ocasión de tener, porque estos diseños no tienen visos de repetirse. 

Esta ropa supone la confirmación definitiva de que Zara ya no es Zara. Es decir, el concepto con el que nació la marca hace más de 40 años ya no existe. Los básicos siguen presentes en su catálogo, pero cada vez menos. Zara ha dejado de copiar las tendencias para crearlas, y esta línea navideña es la prueba palpable. Ya venía dando pistas en las anteriores temporadas, pero este año lo han confirmado.

Pasar por una de sus tiendas o mirar su 'ecommerce' invita a pensar que se trata de una firma de 'alto standing', con diseños que tienen influencia de firmas como Dior, Chanel, Rochas, Giambattista Valli o la arriesgada alta costura de Balmain. Porque Zara ya no se conforma y una vez conquistado el terreno de la ropa democrática, quiere dar un paso más allá. Y eso también pasa por sus precios.

Más marca; mayores precios

El 'low cost' es algo que, en el caso de Zara, ya no tiene sentido. Sí, continúa habiendo ropa económica de líneas como 'Basic', pero en general, sus precios medios ya no se mueven en la línea de marcas como Primark o Pull&Bear o Bershka, estas dos últimas también del grupo Inditex.

Por ejemplo, en esta colección navideña hay abrigos por más de 100 euros, tops por 50 euros o chaquetas por 90 euros. Y es que este tipo de diseños tan diferentes y ricos en detalles, y con una mayor calidad, no pueden ya venderse a precios ultrabajos. Siguen siendo económicos, sí, pero no accesibles a todos los bolsillos. Y la tendencia es al alza.

En las últimas temporadas los precios han ido escalando en esta firma a medida que su popularidad ha ido creciendo. Que 'celebrities', damas de la realeza e influencers internacionales vistan sus prendas ha hecho que la marca sea cada vez más conocida, acercando a gente con mayores ingresos que ese público que antes del estallido de las redes sociales tenía.

Por eso, Inditex ha preferido dejar el concepto de 'low cost' a sus líneas más juveniles y mejorar Zara para convertirla en una firma aspiracional, una marca donde podemos encontrar propuestas similares a las grandes firmas por un precio mucho menor. Y es que la marca supone casi el 70% de la facturación del grupo gallego, por lo que, básicamente, su evolución depende de ella.

Inditex está en manos de Zara, y si la marca se mantiene inmutable la compañía no va a crecer más -en 2018 solo aumentaron las ventas un 3% frente al 9% del año anterior-, pues los márgenes para ello cada vez son más estrechos. Así, han decidido arriesgar por una vuelta de tuerca que, por el momento, está dando resultado. No obstante, estas prendas tan arriesgadas pueden alejar a otro tipo de clientes, esos menos interesados en la moda que solo buscan ropa cómoda, práctica y funcional para el día a día o ir al trabajo.

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