9,8 millones de pensiones... diferentes

La reforma de las pensiones revisará las normas de cálculo para evitar injusticias

No todas las cotizaciones ni los años trabajados cuentan igual. Las brechas son grandes incluso con situaciones similares. Se discriminan el inicio de la vida laboral y el número de años cotizados pesa poco.

Jose Luis Escrivá
Del cálculo de años a pluses: las normas injustas que hacen a cada jubilado único.
Europa Press

La reforma de la pensiones en marcha, que deberá acometer una nueva fórmula de cálculo de las prestaciones y que debe ser pactada antes de fin de año con los agentes sociales, pretende, según el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, acabar con algunos desajustes y desigualdades en el sistema y, si bien es previsible aumentar los años a tener en cuenta para calcular pensión a partir de los 25 actuales, el ministro se ha mostrado partidario de descartar los peores. Pese a determinadas renuncias, incluso incorporadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado a Bruselas, algunos de los objetivos parecen claros.

Según fuentes técnicas cercanas al proceso, elevar los años aumenta sin duda el carácter contributivo del sistema, pero no hay que perder de vista a los más perjudicados de este recálculo. Incluso el Banco de España ha facilitado un informe en el que se destaca el importante efecto que tendría elegir los mejores años, que tendría un efecto prácticamente neutro, aumentaría determinadas pensiones -las más desfavorecidas-, pero sobre todo contribuiría a recortar las brechas entre los pensionistas con prestaciones que a duras penas les permiten vivir y los que cuentan con un respaldo económico similar al de su último empleo. 

La referencia más habitual es que los jubilados cobran de media 1.256 euros, pero existe un auténtico abismo entre la pensión más baja y la más alta

La última estadística de pensiones elaborada por la Seguridad Social, que avanza los datos de agosto de 2022, muestra que el sistema de prestaciones contributivas acoge ya a 9.948.815 pensionistas, mayoritariamente jubilados, que representan más del 72%. Los casi diez millones de beneficiarios de prestaciones se reparten cada mes -en 14 pagas- 10.6857 millones de euros, una cantidad que no parará de crecer en los próximos años por el desembarco de la generación del 'baby boom', la más numerosa y de media la mejor pagada, en el sistema.

Mientras, y a la espera de las últimas novedades de la reforma de las pensiones, persisten las diferencias, las brechas y una situación en la que difícilmente es posible encontrar una prestación igual. Una heterogeneidad que despierta recelos e incita a algunos a pedir medidas que recorten distancias antes situaciones similares. La referencia más habitual es que este colectivo cobra de media, a mes de agosto, 1.091 euros y en el caso de los jubilados 1.256 euros, pero existe un auténtico abismo entre la pensión contributiva de jubilación más baja -838,8 euros en - y la más alta, más de 2.819 euros; entre los hombres y las mujeres; entre los autónomos y los asalariados; entre los nuevos jubilados y los antiguos; y entre las pensiones de viudedad de los hombres y las mujeres.

Así, 933.400 de pensionistas reciben más de una prestación contributiva, dos de cada diez necesitan al menos 224,5 euros, en forma de complemento a mínimos, para llegar a la pensión más baja y 75.000 jubilados superan la pensión máxima gracias a los pluses. Una de las claves que fuerza las diferencias incluso con situaciones muy similares son las normas de cálculo de la pensión, que en este momento se están negociando y que conducen a situaciones injustas al valorar exclusivamente los últimos años de cotización. Independientemente de que se haya cotizado 40 o 50 años, si el mayor esfuerzo no se ha realizado en los últimos años, la pensión será menor  a la de alguien que se haya centrado en sus 20 ó 25 años de vida laboral para aumentar sus cotizaciones.

Si los primeros 20 años son los buenos y los 20 últimos años son los malos los resultados son muy diferentes que si sucede lo contrario

Es el recurso habitual que utilizan algunos autónomos en un sistema que hasta hace mucho se tenían en cuenta solo los últimos 15 años, que ahora son 25. Durante los primeros años, la opción era la cotización mínima y después, la máxima posible, o empezar a trabajar como asalariado. Básicamente, si los primeros 20 años son los buenos y los 20 últimos años son los malos los resultados son muy diferentes que si sucede lo contrario. De ahí que la posibilidad de tener en cuenta incluso más años de los actuales, pero tener en cuenta, por ejemplo, los 29 mejores, supondría un importante avance para reducir las brechas y contribuiría a hacer más homogéneas y justas las prestaciones. Esta es una de las principales conclusiones del último informe del Banco de España que analiza el efecto del aumento del periodo de cálculo de la pensión. Así, dos trabajadores pueden haber cotizado a la Seguridad Social el mismo tiempo y por la misma cantidad, pero a la hora de jubilarse percibir una prestación muy diferente.

Otra cuestión que planteaba el Instituto BBVA de Pensiones hace un par de ellas era la injustica que podía suponer, por ejemplo, que un trabajador que haya cotizado durante de 14 años y 364 días no pueda acceder a una pensión contributiva, pero otro, con 15 años justos aportando a la Seguridad Social, pueda obtener como mínimo de 838,8 euros. En cuanto a las mínimas, tener cónyuge a cargo supone 890 euros en 14 pagas, ser soltero o viudo, 170 euros menos cada mes, y si en casa entran dos prestaciones, apenas 680. Y lo mismo sucede si el jubilado es menor de 65 años, que además sufre una penalización extra-

Quedarse viuda o viudo con menos de 60 años implica apenas 546 euros de media al mes, una cantidad que sube a 721 solo por tener cinco años más. Apenas hay 144.000 viudos frente a 1,6 millones de viudas. Mientras la pensión media de los primeros se sitúa en 591 euros, la de las segundas supera los 851 euros, un diferencia considerable dentro de una situación común. Sin embargo, las lagunas de cotización, por el cuidado de hijos, y los menores sueldos hacen que las pensionistas mujeres cobren de media 437 euros menos cada mes, incluso con su 'ventaja' en la viudedad.

Los funcionarios pueden retirarse con menos de 65 años e incluso con 60 y cobrar la pensión íntegra. El retiro se produce de media a los 62 años

En cuanto a los años cotizados, la recompensa es prácticamente nula. La asociación de jubilados y pensionistas Asjubi 40 lucha desde hace años porque se tenga en consideración haber cotizado cuatro décadas por ejemplo, para no sufrir las fuertes penalizaciones de la jubilación anticipada, en estos caso tras una larga vida laboral. El único reconocimiento que se ha hecho, reciente, es un complemento, repartido con cuentagotas, para mejorar las pensiones de jubilación de los beneficiarios con al menos 44 años y 6 meses de cotización que hayan accedido a la jubilación de forma anticipada entre el 1 de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2021.

Los pensionistas que a finales de 2021 tenían aplicados coeficientes reductores en sus prestaciones pese haber cotizado más de cuatro décadas rondaban los 770.000, con Cataluña a la cabeza -183.483-, seguida de Madrid, 133.360. Agravio e injusticia son las palabras más repetidas por estos pensionistas y las asociaciones que los representan que además apuntan a otro colectivo de jubilados: los funcionarios. Este colectivo puede retirarse con menos de 65 años e incluso con 60 y cobrar la pensión íntegra. El retiro de los funcionarios se produce de media a los 62 años, 2,8 años antes que los del Régimen General -64,8-.

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