El embate fiscal de Sánchez agita al Ibex: "Nos han metido en un cuadrilátero"

  • Directivos de las principales empresas del país acusan al Gobierno de ponerles en el punto de mira y de obviar su creciente cooperación con el Fisco. 
Foto empresarios Ibex / EFE
Foto empresarios Ibex / EFE

"Tenemos que subir los impuestos a los que menos han contribuido a salir de la crisis"; "Hay que evitar que aprovechen esa arquitectura de deducciones para bajar su factura fiscal"; "Vamos a ajustar la contribución de las grandes empresas a la sociedad y al bien común"; "Tenemos que conseguir que tengan una contribución efectiva en términos tributarios, porque hasta ahora no la han tenido". La insistencia del Gobierno en consolidar un relato según el cual la gran empresa española paga pocos impuestos, apenas contribuye al bienestar común y debe contribuir más por una simple cuestión de justicia social ha colmado la paciencia de las principales empresas del país, que observan esta espiral como un irresponsable ataque a la reputación de la 'Marca España' y un desprecio a los avances que en materia de cooperación ha habido entre las grandes empresas y la Agencia Tributaria.

"Nos han metido en un cuadrilátero", se lamentaba esta semana el director del Departamento Fiscal Corporativo de BBVA, José María Vallejo, en la presentación de libro del fiscalista Javier Martín 'Cumplimiento cooperativo en materia tributaria. Claves para la implantación de un Manual de Buenas Prácticas", editado por Lefebvre. Una reflexión verbaliza lo que muchos grandes empresarios expresan sin ambages fuera de los focos: que el Gobierno les ha puesto en el disparadero y que se consideran víctimas de una estrategia irresponsable para obtener un rédito político a su costa.

Es más, en el selecto club de las empresas más poderosas del país preocupan mucho menos las medidas anunciadas para hacerles pagar por las cargas fiscales supuestamente orilladas en el pasado que el daño en su imagen social que se les está infligiendo. "La carga fiscal real que se va a derivar de la reforma del Impuesto de Sociedades y del resto de medidas aprobadas por el Gobierno va a ser mínimo", asegura el responsable fiscal de otra gran empresa del Ibex 35.

"El principal problema es que hemos aceptado que nos responsabilicen del pago de la factura de la crisis. En los últimos años las grandes empresas hemos aceptado mayores requisitos de transparencia y mayores obligaciones formales sin tener una obligación jurídica para ello, solo para engrasar la relación y mejorar la cooperación con la Administración Tributaria", subraya el responsable fiscal de BBVA, que recuerda el ejemplo de autorregulación del Código de Buenas Prácticas Tributarias, amparado por la Aeat y al que ya se han adherido 139 de las mayores empresas del país. El listado se puede ver aquí.

Las grandes empresas entienden que esta mayor colaboración no ha tenido su correlato por parte de la Agencia Tributaria y tampoco se ha traducido en una relación más pacífica con el Ministerio de Hacienda, que tanto en esta etapa como en la anterior ha insistido en subraya la aportación fiscal escasa de las empresas a partir de una supuesta realidad estadística que consideran cuestionable: ya saben, aquello de que las grandes empresas solo pagan un 6% o un 7% en impuestos.

Hacia un mayor activismo empresarial

Las grandes empresas no han ocultado su incomodidad con el discurso gubernamental. Pocas semanas después del aterrizaje de Pedro Sánchez en Moncloa y con sus planes fiscales ya en las cabeceras de todos los medios de comunicación, el pasado 11 de julio, un puñado de las empresas más importantes de España trasladaron al director general de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, su inquietud por los planes fiscales expresados por el Gobierno en los primeros compases de su mandato y casi más por el tono utilizado para difundirlos a la sociedad, según han confirmado a La Información fuentes presentes en la reunión.

Fuentes empresariales recalcan que el mensaje también ha sido trasladado por el presidente de CEOE, Juan Rosell, cuando ha tenido oportunidad e incluso desde la organización empresarial se elaboró un informe de urgencia para librar la batalla de la opinión pública y desmentir que las grandes empresas pagaran pocos impuestos.

"Venimos de una política fiscal de guerra, que al principio entendimos por el contexto de crisis económica que se vivía, pero cinco años después y cuando desde el Gobierno se habla de recuperación económica seguimos igual y, además, estamos viendo prácticas fiscales cada vez más preocupantes", explica otra fuente del ámbito del Ibex, en relación a la controvertida reacción por decreto del Gobierno a la fijación de criterio del Tribunal Supremo sobre Actos Jurídicos Documentados. 

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