Las eléctricas denuncian que la 'excepción ibérica', conocida coloquialmente como el tope al gas, ha implicado que unos 20 millones de clientes que habían firmado sus contratos con precio a tipo fijo en el mercado libre hayan pagado un coste extra de unos 2.000 millones de euros en sus facturas de la luz. "La medida que reivindica el Gobierno como un gran logro que ha abaratado el precio del precio de la luz para los consumidores españoles tiene una 'cara B' que se han encargado de pagar los españoles", aseguran las mismas fuentes.
Desde el sector indican que la puesta en marcha del mecanismo ha supuesto un giro de 180 grados en cuanto a la exportación de electricidad a Francia. Es cierto que España se ha convertido en exportador neto de electricidad con el país galo, pero no solo por este motivo, sino también porque este ha tenido durante varios meses casi la mitad de su parque nuclear parado. Además, la exportación continúa disparada con la 'excepción ibérica' inactiva desde febrero debido al desplome de la cotización del precio del gas.
En concreto, los datos recabados por el sector señalan que los consumidores del mercado libre (a los que se les ha empezado a repercutir el coste del mecanismo cuando les ha tocado renovar el contrato) han abonado unos 1.200 millones de euros a los clientes eléctricos de Francia, casi 600 millones a los de Portugal y otros 50 a los de Marruecos, países con los que España tiene interconexión eléctrica. "Estos países han arbitrado con el mercado español, comprando la energía más barata", apuntan desde el sector.
¿Quién paga el mecanismo?
Según la normativa, el coste de la compensación de la excepción ibérica se reparte entre todos los usuarios del mercado eléctrico, menos en las Islas Canarias, Ceuta y Melilla y en los contratos con un precio fijo que sean anteriores al 26 de abril de 2022, pues al tener cliente y empresa una tarifa pactada no se estarían beneficiando de la medida. Dicho de otro modo, sufragan el coste de la compensación los contratos con tarifa regulada, y a los contratos con precio fijo se les empieza a repercutir en el momento que les toque renovar. Ahí es cuando las eléctricas suben el precio del mismo en la parte proporcional que les corresponda.
En las facturas del mercado regulado, este cargo va incorporado dentro del precio de la energía, mientras que en los recibos del mercado libre se muestra en una línea aparte. En ambos casos, el importe por cada kWh consumido es el mismo. Hay que tener en cuenta que el coste del tope al gas es variable y depende del día, por lo que no se puede calcular cuál será el precio final de la factura o tarifa total incluyendo este importe. Endesa pidió que quedaran exentos de la compensación los contratos del mercado libre que se revisaran conforme al IPC. Sin embargo, Competencia rechazó el recurso.
En el lado opuesto, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica apuntan a La Información que durante el periodo en que se ha aplicado el mecanismo ibérico, entre el 15 junio de 2022 y febrero de 2023, Francia importó electricidad desde España para cubrir sus necesidades, porque el precio del mercado mayorista de la electricidad en España y Portugal fue un 34% más bajo que en el país vecino, incluyendo el coste del ajuste que percibían las centrales de gas. Estas importaciones, a su vez, generaron un incremento de las denominadas rentas de congestión de la interconexión, que se han usado para pagar parte del ajuste de las centrales de gas.
El destino de las rentas de la interconexión lo establecen distintos reglamentos europeos. La gestión de las subastas de la interconexión tiene un coste y unos pagos a los sujetos en el día a día. Una vez saldados esos importes, el excedente se reparte al 50% entre España y Francia y se destina a sufragar los costes de construcción de red para reducir la congestión.
Activo hasta diciembre
"Con la aplicación del mecanismo Ibérico, excepcionalmente, las rentas de congestión se destinan a minorar el coste de ajuste a las centrales de gas. En caso de que en una determinada hora el precio la interconexión se sature en sentido exportador, se produce el denominado desacoplamiento de mercados, es decir, aparece un precio en España (más bajo) y otro en Francia (más alto). En estas circunstancias, una comercializadora francesa que compre energía en España a través de la interconexión pagará el precio de Francia (más caro). La central española percibirá el precio español (más bajo) y la diferencia entre ambos es la renta de congestión, que reducirá el coste del ajuste", explican desde la cartera que dirige Teresa Ribera.
Según Transición Ecológica, entre junio y febrero, la renta de la interconexión abonada por las comercializadoras y los consumidores franceses proporcionó más de 600 millones de euros que redujeron el coste del ajuste de las centrales de gas. "En total, la 'excepción ibérica' ha proporcionado un ahorro de 5.106 millones de euros a los consumidores españoles, además de estabilizar los precios de los mercados de futuros de la electricidad y ayudar a contener la inflación", aseguran desde el Ejecutivo. El mecanismo estará en vigor hasta el 31 de diciembre "como un seguro que se aplicará frente posibles subidas". El Partido Popular ya ha dicho que lo eliminará si Alberto Núñez Feijóo llega a La Moncloa tras las elecciones generales del 23-J.
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