"La tormenta perfecta"

Las empresas se preparan para ajustes tras el verano en plena escalada de tipos

El descontrol de la inflación, los costes energéticos, el empeoramiento de las condiciones de financiación... los empresarios advierten de recortes de plantillas en octubre y dibujan un otoño negro para la economía.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, charla con la vicepresidenta Nadia Calviño
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, charla con la vicepresidenta Nadia Calviño.
Europa Press

"La tormenta perfecta". Inflación, subida de tipos, cierre del grifo de la financiación... Los empresarios y las empresarias del país se preparan para un otoño negro. "El verano es clave, a la vuelta habrá un gran ajuste", advierten desde la patronal. En los despachos de abogados se acumulan las consultas de compañías que están preparando recortes de plantilla. "Están diseñando ya los despidos que harán en septiembre", exponen desde el área de laboral de uno de los grandes bufetes de Madrid.

Pintan bastos. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha pasado en cuestión de semanas de asegurar que estamos inmersos en una robusta recuperación a admitir que la crisis podría ser más grave de lo que ha venido transmitiendo públicamente. El cambio de discurso ha sido, en parte, promovido por su consejo asesor, que en la última reunión le recomendó cambiar el mensaje para adoptar uno más realista. La decena de expertos que asesoran al Ejecutivo en materia de política económica desde hace dos años le advirtieron de que la situación es delicada y, según revelaron fuentes conocedoras del contenido del cónclave, Calviño asumió que el escenario es más adverso de los previsto hace sólo unas semanas.

A principios de mes el Gobierno reunió a los agentes sociales para intentar revivir la negociación de un pacto de rentas que ayude a contener la inflación. En la mesa que precisamente preside Nadia Calviño, la vicepresidenta primera trasladó a la patronal y a los sindicatos un panorama económico que en la CEOE califican de "irrealista". El dossier que la responsable del área económica del Gobierno puso encima de la mesa nada tiene que ver con la realidad que viven los empresarios en el día a día, según describen fuentes presentes en la reunión. Así se lo hicieron saber los responsables de las organizaciones empresariales a Calviño in situ.

La realidad es que la subida de tipos de interés, el empeoramiento de las condiciones de financiación, así como los costes de la energía y de la producción en general están ahogando a las empresas, especialmente a las más pequeñas, y muchas son incapaces de mantener sus plantillas, explican diferentes fuentes empresariales. La finalización de la moratoria concursal y de los ERTE subvencionados y generalizados para todos los sectores se va a dejar sentir a la vuelta de verano, añaden. "En octubre se esfumará el efecto del sector servicios y llegarán los despidos", anticipan estas fuentes implicadas en el diálogo social.

Fuentes de ámbito jurídico corroboran el mal augurio. En el área de laboral de un reconocido despacho de abogados con sede en la capital se les están acumulando durante estas semanas veraniegas las consultas de empresas de todos los sectores y tamaños que están empezando a diseñar planes de ajuste para implantarlos a la vuelta de agosto. Ponen el ejemplo de una compañía de artes gráficas que ya no puede mantener el ERTE y que directamente se va a concurso. "Es un caso de los más graves, pero tenemos muchos clientes que ya nos están preguntando sobre fórmulas para aligerar costes y prácticamente todas pasan por deshacerse de parte de sus plantillas", explican.

Desde la patronal que representa a la pequeña y mediana empresa, Cepyme, se quejan de que las medidas adoptadas por el Gobierno para sostener el tejido productivo patrio han sido insuficientes. Más allá de los ERTE, los empresarios consideran que ayudas como los créditos ICO no son más que "pan para hoy y hambre para mañana" y demandan al Ejecutivo un verdadero paquete de rescate que se centre en los incentivos a la inversión y la contratación. "Las empresas lo que quieren es seguir a flote, poder ampliar su negocio y contratar más gente y para ello, en estos momentos, necesitan ayuda", afirman desde la organización asociada a la CEOE.

La gran empresa tampoco lo tiene fácil. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que va a penalizar fiscalmente a dos sectores que están obteniendo "beneficios extraordinarios" durante esta crisis. El primero son las empresas energéticas, que están avisadas desde hace tiempo de que van a tener que contribuir a costear las medidas adoptadas. Y el segundo es la banca, que por sorpresa recibió el anuncio de Sánchez durante el debate sobre el estado de la nación y ahora busca fórmulas para intentar que el impuesto les haga el menor daño posible. Sánchez ha anunciado este sábado que la próxima semana PSOE y Unidas Podemos presentarán una proposición de ley para acelerar esta nueva figura fiscal, mientras las entidades financieras, como por ejemplo Bankinter, advierten de que darán la batalla legal, en la que se implicará la Asociación Española de Banca (AEB).

La puesta en marcha de los nuevos impuestos a la banca y a las energéticas impactará en la economía y en el mercado de trabajo, indican todas las fuentes empresariales consultadas. Según el último informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), que es el 'think tank' de la CEOE, tendrá un impacto contractivo sobre la actividad económica de cerca de 5.000 millones de euros, lo que equivale a cuatro décimas de PIB de 2021, y provocará la pérdida de 72.000 empleos. "Son impuestos ineficaces, ineficientes y que alimentan la inflación", señalaron durante la presentación del informe económico la semana pasada.

La CEOE también se ha posicionado en contra del rejón fiscal anunciado. El pasado 12 de julio la patronal emitió un comunicado sobre las medidas planteadas por el presidente del Gobierno en el que criticaron que "se han adoptado sin consulta previa en el marco del diálogo social y no suponen una solución real a los problemas de elevada inflación que hoy sufre la economía española". "CEOE y Cepyme quieren dejar claro que están dispuestas a buscar soluciones a esta situación, si entre todos asumimos los costes de la crisis, no haciéndolos recaer sólo sobre las empresas en forma de medidas parciales o subidas de impuestos", remarcaba el texto. Se avecina una vuelta de verano de gran intensidad.

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