Guerra en la primera empresa pública del país

La pelea en Correos arrasa el plan de paz de Gómez y Pimentel y acaba en litigio

UGT y CCOO ultiman una demanda en la Audiencia Nacional contra el equipo de Juan Manuel Serrano por mala fe negocial y vulneración de la libertad sindical tras un rosario de conflictos en los últimos meses.

Correos ha fichado a los exministros Valeriano Gómez y Manuel Pimentel
Correos fichó a los exministros Manuel Pimentel y Valeriano Gómez para facilitar el diálogo.
José González | Agencias

Resulta que hay veces en que un acuerdo abre la puerta a un conflicto mayor. Algo así ha ocurrido en Correos. Tras dos años de tiras y aflojas entre la dirección del operador postal público y las organizaciones sindicales a cuenta de los retrasos en la distribución entre la plantilla de los 'fondos adicionales' correspondientes a 2019 y 2020 - previstos en el acuerdo salarial para toda la Función Pública rubricado en marzo de 2018 y que suponen entre 220 y 360 euros para los trabajadores - y en la regulación del trabajo en sábados, el pasado 18 de febrero ambas partes alcanzaron lo que parecía un principio de acuerdo sobre ambos puntos. Correos abonaría los 9,4 millones de euros pendientes de reparto mediante una paga única y lineal para todos los trabajadores de la plantilla, como venían solicitando los sindicatos, y además se comprometía a abrir en un plazo no superior a 15 días un espacio de negociación para resolver en tres meses de forma definitiva el problema de los sábados.

No hablamos de un acuerdo al uso. Se alcanzó sobre la bocina, a cinco días de un juicio en la Audiencia Nacional por una demanda sindical contra Correos por incumplimiento de los acuerdos alcanzados respecto a esos dos puntos y después de fracasar los actos de conciliación que prevén las leyes laborales. La cosa, por tanto, no empezó bien. Pero es que ha acabado mucho peor. UGT y CCOO acusan a la Dirección de Correos de intentar manipular a posteriori la redacción original del acuerdo sobre los fondos adicionales para trasladar a la opinión pública que ese retraso en los pagos se hizo de acuerdo con las organizaciones sindicales, lo que niegan con rotundidad, y también de difundir información equívoca sobre el reconocimiento tácito por parte de los sindicatos de que el tema de los sábados no se ha podido resolver hasta ahora por condicionantes externos.

Correos justifica en este sentido las dificultades para cumplir el acuerdo alcanzado en 2018 sobre el asunto de los sábados en que requiere de una modificación normativa que le corresponde al Ministerio de Trabajo y que necesita del acuerdo previo del Consejo de Ministros. De hecho la redacción del acuerdo alcanzado en sede judicial expone que "ambas partes (sindicatos y Correos) aseguran ser conscientes de que existen condicionantes externos que hacen de momento imposible" cumplir este acuerdo en su integridad. Fuentes de UGT y CCOO aclaran, no obstante, que admitir ese obstáculo externo al cumplimiento efectivo del acuerdo no exime de responsabilidad a Correos por no haber negociado con los sindicatos ninguna fórmula para tratar de resolver por otra vía que no sea la de la modificación del Real Decreto el asunto de los sábados. Recuerdan, en este sentido, que Correos decidió hace ocho meses "cerrar de forma unilateral 2.500 oficinas de Correos en sábados para esquivar el acuerdo sindical, reducir costes, no pagar salarios y con un gravísimo perjuicio para la ciudadanía".

Resolverán los Tribunales

El enésimo desencuentro entre UGT y CCOO y la Dirección de Correos al mando de Juan Manuel Serrano ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia sindical. Fuentes de ambos sindicatos confirman que sus servicios jurídicos están ultimando la redacción de una demanda en la Audiencia Nacional contra el equipo de Juan Manuel Serrano por mala fe negocial y vulneración del derecho fundamental a la libertad sindical que presentarán "en los próximos días". La demanda se sostiene, argumentan, en una larga lista de alrededor de una treintena de situaciones en las que Correos habría torpedeado el normal funcionamiento de la actuación sindical por no respetar el preceptivo periodo de consultas previo en la adopción de decisiones laborales, por aprobar instrucciones sin el preceptivo control sindical o por no remitir con la anticipación prevista en la norma la documentación necesaria en determinados procesos con participación.

La documentación que están recopilando los servicios jurídicos de ambos sindicatos documenta también la práctica desde su punto de vista abusiva que la Dirección de Correos habría realizado de los instrumentos de conciliación previstos en las comisiones paritarias del convenio colectivo y en el ámbito del Ministerio de Trabajo en al menos una veintena de casos con el único objetivo de dilatar determinados conflictos laborales y sin ningún ánimo de conciliar las posiciones contrarias de empresa y representantes sindicales, llegando incluso al punto de no presentarse a las mismas. Las fuentes consultadas apuntan que la demanda también se apoyará en actuaciones de la Inspección de Trabajo instadas desde el ala sindical tras detectar irregularidades en el funcionamiento habitual de Correos o durante la gestión de la Covid, en la que la valoración sindical de la gestión de la Dirección ha sido muy negativa por la situación de desprotección en la que los trabajadores han desempeñado su labor y por la elevadísima tasa de contagios que se ha producido entre la plantilla.

"Estamos recopilando toda esa información para incluirla en la demanda y esperamos poder presentarla ante la Audiencia Nacional a finales de semana", aseguran fuentes sindicales. No será la única disputa que se resuelva en la planta judicial. CCOO y UGT, cuya representación conjunta en Correos se acerca al 70% de la plantilla, quieren llevar a la Audiencia Nacional lo que consideran como una utilización abusiva de contrataciones temporales para cubrir puestos estructurales en la plantilla de Correos. Otro flanco que se le abrirá en los próximos meses al equipo de Juanma Serrano.

Fuentes de Correos aseguran no tener constancia de la intención de los sindicatos de plantear una demanda ante la Audiencia Nacional y deslizan que ya ha habido otras amenazas similares en el pasado que han terminado por no concretarse. Subrayan, además, que tienen documentadas todas la reuniones que se han mantenido con los sindicatos en los últimos meses y que éstas demostrarían que si de algo no se le puede acusar a la empresa es de haber intentado dialogar con los sindicatos.

El plan de 'pacificación' de Pimentel y Valeriano Gómez

La ofensiva judicial de UGT y CCOO se produce justo cuando la Dirección de Correos pretendía maniobrar para dar un nuevo impulso al plan estratégico que está llamado a definir el futuro del operador estatal público. El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, encomendó hace meses a los exministros Manuel Pimentel y Valeriano Gómez la misión de limar asperezas con UGT y CCOO y preparar el terreno para la negociación del plan estratégico de la compañía, elaborado con la ayuda de la consultora Deloitte y que Correos intentó reactivar hace alrededor de un mes.

Los esfuerzos de Pimentel y Valeriano Gómez por tratar de allanar la negociación han resultado vanos hasta la fecha. Tras al menos media docena de reuniones con UGT y CCOO los exministros no han podido conseguir siquiera poner en marcha los grupos de trabajo que el operador postal trató de crear para segmentar la negociación y tal vez facilitar así el diálogo. Desde las centrales sindicales subrayan que no se puede hablar de negociación cuando Correos, dicen, "trata de imponer un modelo previamente definido y sólo buscan el aval sindical". "Nosotros queremos discutir primero sobre el modelo del Correos del futuro y después hablar del resto", señala Regino Martín, secretario general de Sector Postal de CCOO.

"UGT y los sindicatos de Correos somos gente seria y razonable. Reaccionamos solo al engaño y la mentira", explica Pepe Sayagués, responsable del Sector Postal de FSP-UGT. "Correos lleva 30 años evolucionando por consenso y sin mesianismos. Manuel Pimentel y Valeriano Gómez son gente respetable, pero vienen 'atados', con el único fin de doblar la postura de UGT y CCOO. Juan Manuel Serrano puede ser un genio de la política, pero está siendo un 'destroyer' en la gestión y acabará dañando al Gobierno y al PSOE. Correos no merece este maltrato", remacha.

UGT y CCOO llevan meses denunciando que tras lo que la Dirección de Correos llama Plan Estratégico o transición desde un modelo de operador postal tradicional hacia otro de operador logístico integral se esconde un plan para desmantelar la empresa y concretamente el segmento del servicio postal universal, y para sustituir lo que hoy es Correos por su filial de paquetería Correos Express.

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