Ante la deriva del Govern

Illa ofrece a 'su' PSC como interlocutor de referencia para la empresa catalana

Gobiernen o no gobiernen los socialistas catalanes quieren aprovechar su reforzado peso político para llenar el hueco dejado por CiU como enlace de la empresa catalana en Madrid. Raül Blanco, hombre clave.

Pedro Sánchez Salvador Illa
Pedro Sánchez y Salvador Illa.
PSC

Hace apenas un par de días tres grandes empresas, de entre las más emblemáticas de Cataluña, Abertis, Naturgy y Catalonia Hotels, anunciaban su decisión de abandonar las otrora ambicionadísimas 'sillas de plata' que dan acceso directo al Pleno de la Cambra de Barcelona. La explicación oficial apeló a cuestiones de orden interno de las compañías, la oficiosa apunta al hartazgo por la deriva secesionista de la institución desde la llegada a la Presidencia del controvertido Joan Canadell, que acudió a la última convocatoria electoral en la listas de Junts y cuyo nombre se baraja como posible conseller de Economía en el futuro Govern catalán.

La maniobra es un hito más en el imparable proceso de desafección de la gran empresa catalana con las instituciones autonómicas desde la quiebra que significó el referéndum del 1-O y la posterior fuga masiva de empresas en dirección a territorios menos convulsos y menos expuestos al riesgo político e institucional. Un proceso en el que la gran empresa catalana no sólo ha perdido capacidad de interlocución con el Govern sino también el referente ineludible que siempre constituyó CiU no sólo para influir en la política catalana sino también en la española. 

"Es cierto que ahí se ha creado un vacío y el PSC se está moviendo para ocuparlo", observa un expolítico de CiU. Durante su exitosa campaña electoral, el exministro de Sanidad y candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, sólo anticipó dos nombres de su futuro Govern en el caso de disponer de mayoría suficiente para gobernar - algo que después no ocurrió -: la doctora Olga Pané, como consellera de Salut; y el actual presidente de Aena, Maurici Lucena, como conseller de Economia.

El sorprendente anuncio del nombre de Maurici Lucena como su mano derecha en materia económica, que provocó un pequeño terremoto interno en la empresa propiedad del Estado que cotiza en el Ibex, escondía un mensaje de fondo, que el candidato Illa se encargó de seguir subrayando después durante toda su campaña, según aseguran fuentes empresariales. En sus encuentros con representantes del mundo empresarial deslizó, según estas mismas fuentes, su intención de configurar un núcleo duro económico, sostenido por dos figuras claves: la del presidente de Aena y la del actual secretario general del Ministerio de Industria y secretario de Industria, Energía y Transición Digital del PSC, Raül Blanco.

"Maurici Lucena es una personalidad moderada, que en su día fue portavoz del PSC en el Parlament y que además tiene buen cartel entre el empresariado. Y Raül Blanco es una persona cada vez mejor valorada por el mundo de la empresa, a la que ha beneficiado mucho su paso por el Ministerio de Industria", asegura una fuente del entorno de la patronal catalana, Foment del Treball, que observa con interés la maniobra de los socialistas catalanes. "Hay una parte del tejido empresarial catalán que ha perdido la esperanza en que la situación mejore. No ven el menor interés por parte de las autoridades en recomponer la pujanza del tejido empresarial catalán o en traer de vuelta a Cataluña a las empresas que se fueron y que, en algunos casos, estarían dispuestas a regresar. Es frustrante, porque el nacionalismo no sólo ha copado la política sino que ha trasladado ese conflicto a las organizaciones empresariales".

Mientras Josep Sánchez Llibre trabaja en Foment por tratar de crear un clima propicio para el retorno de las empresas deslocalizadas, Canadell amenaza desde la Cambra de Barcelona con denunciar a las empresas 'fugadas' ante los tribunales. El próximo campo de batalla será la renovación de la directiva de la poderosa patronal Pimec - mayoritaria en el segmento de la pyme catalana - tras la salida después de 23 años de Josep González, donde el candidato oficial, Antoni Cañete, probablemente tendrá que hacer frente a un candidato respaldado por el independentismo, decidido a 'tomar' posiciones en los principales núcleos de la sociedad civil.

El objetivo del PSC es ofrecer a las empresas menos política y más interlocución, más visión empresarial. Así lo explicaba recientemente el hombre clave de esta estrategia, Raül Blanco, en una entrevista en EFE. "Esperemos que vuelva la tranquilidad, la racionalidad, la Cataluña real, y empecemos a preocuparnos de las cosas de comer, de las empresas, de los trabajos, de la innovación, de la educación y de que Cataluña vuelva a estar donde siempre ha estado".

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