Se estabiliza en el 3,5%

La inflación se frena en octubre al bajar los carburantes y moderarse los alimentos

La tasa general del Índice de Precios al Consumo se estabiliza después de tres meses consecutivos al alza mientras que la subyacente, que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos, se relaja al 5,2%

Carburantes
Carburantes
Pixabay

La subida de los precios echa el freno en octubre después de tres meses consecutivos de ascensos. La tasa general de inflación se habría mantenido este mes en el 3,5%, sin cambios en relación a septiembre, según el dato adelantado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística. Esta evolución de la cesta de la compra responde a que los alimentos y bebidas no alcohólicas moderaron su escalada y a la reducción que han registrado los carburantes. En relación al mes previo la inflación subió un 0,3%.

El descenso en el precio de gasolinas y gasóleo habría compensado el efecto base derivado de la fuerte reducción de la electricidad que se produjo en octubre del año pasado. Los datos del último Boletín Petrolero de la Unión confirmaron a finales de la pasada semana que los combustibles se abaratan ya un 5,5% en relación a sus máximos anuales. Esto último no impide, sin embargo, que el índice de precios al consumo interanual (IPC) se mantenga todavía en el nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%.

La inflación subyacente, que se calcula sin tener en cuenta la evolución de los precios de los alimentos frescos y de la energía, se modera seis décimas hasta el 5,2%, su tasa más baja desde junio del año pasado. La tasa subyacente se ha venido moderando en toda la Eurozona los últimos meses y justifica que el Banco Central Europeo (BCE) haya decidido hacer una pausa en su última reunión de política monetaria, después de catorce subidas consecutivas de los tipos de interés, lo que supone un alivio para las familias y empresas, que han visto encarecerse con fuerza sus costes de financiación desde julio del año pasado.

Sin embargo, la batalla contra la inflación está lejos de haber terminado en la zona euro y tendrá que convivir con un periodo de enfriamiento de las principales economías de la región, incluida la española. En el Plan Presupuestario 2024 remitido hace solo unas semanas a Bruselas el Gobierno en funciones prevé un crecimiento del 2% el año que viene, frente al 2,4% al que calcula que podría despedir este ejercicio. Los organismos internacionales rebajan, sin embargo, el avance de la economía nacional el año que viene al entorno del 1,4 o 1,5%.

En ese contexto, el Banco de España estima que la inflación será más elevada y persistente de aquí a 2025 de lo que se había contemplado hasta ahora. En la entidad que capitanea Pablo Hernández de Cos no descartan que el IPC alcance un pico del 5% a mediados del año que viene, cuando sitúan la tasa general de media en el 4,3%, siete décimas por encima de su anterior estimación realizada en julio. Antes y, de acuerdo con los datos del panel de Funcas, el consenso entre los analistas es que el país despida este ejercicio con una tasa media de IPC en el entorno al 3,6%.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital aseguran que con estos datos España se consolida como una de las principales economías de la zona euro con una menor inflación y mayor crecimiento. Defienden, además, que las medidas de política económica que se han ido adoptando están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios. El Instituto Nacional de Estadística hará público el dato definitivo de inflación el próximo 14 de noviembre.

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