Los jóvenes compran casa

Jubilado vs inversor: el cambio de perfil de los británicos en España tras el Brexit

El número de residentes procedentes del Reino Unido ha crecido un 20% en tres años. Los pensionistas sin residencia, ante la burocracia y los nuevos requisitos, deciden vender la casa y volver a su país.

El turismo británico, afectado por la Covid y el Brexit
El turismo y los jubilados británicos han regresado ante la incertidumbre del Brexit y la Covid.
Agencia EFE

La 'tormenta' del Brexit, que ha supuesto un cambio radical en las relaciones bilaterales, prácticamente a todos los niveles, entre el Reino Unido y los países miembros de la Unión Europea no ha frenado, ni mucho menos, la llegada de británicos a España en busca de una residencia, incluso renunciando al pasaporte del Reino Unido.

Los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a través del padrón de habitantes, y los que recoge el Observatorio Permanente de la Inmigración, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, muestran un aumento muy importante de los británicos que han optado por residir en España desde 2017, año en el que el Gobierno de Theresa May anunció la ruptura con sus socios, tras un referéndum en el que los británicos -apenas un 51,9%- ratificaron la ruptura.

El 31 de enero de 2020, el Reino Unido salió definitivamente de la Unión Europea y desde ese momento los británicos dejaron de ser ciudadanos comunitarios. Ese fecha fue determinante para muchos ingleses que residían en España con tarjeta europea o que la estaban tramitando, pero se permitió un pequeño margen de seis meses, entre principios de julio de 2020 y 31 de diciembre de ese año, para poder modificar su tarjeta de residencia, lo que supuso que una parte importante optase por esta 'regularización'. Dejaron de ser ciudadanos de la UE, pero no perdieron su condición de residencia.

Aumento constante de residentes

En los últimos tres años, el número de británicos residentes en España ha aumentado en 52.000, pasando de los 314.000 que se registraban a finales de 2017 a 366.418 a junio del año pasado, 20% más. Según los datos de la Seguridad social, la edad media de los británicos en España a junio de 2020 era de 53,9 años. Un 58,4% tenía entre 16 y 64 años y un 36,7%, más de 65. Según el INE, el número de ingleses en España ha aumentado en los últimos tres años en 20.000 personas.

El efecto del Brexit no solo ha quedado patente en el aumento de los británicos que han decidido vivir en España, también se ha notado en el perfil de estos, cada vez más jóvenes y con más recursos, y cada vez más lejano al del jubilado con una pequeña pensión que se establece en la costa alicantina o malagueña. Ahora eligen Madrid, Barcelona e incluso Vigo para comprar viviendas 'prime', de al menos medio millón de euros, que les permite lograr el estatus de residente a través las llamadas 'Golden Visa'.

Hasta hace no mucho tiempo, los jubilados británicos eran protagonistas en localidades alicantinas como Orihuela y Rojales o Mijas, en Málaga, pero muchos han hecho las maletas y vendido su pequeño apartamento o adosado en el que pasaban los veranos disfrutando del sol y numerosos servicios. Han estado muchos años pagando sus hipotecas con gran esfuerzo, pero ahora solo podrán disfrutar de apenas 90 días seguidos en España.

Pensiones bajo mínimos

La pensión pública británica es de las más bajas del continente, unos 550 euros, que algunos logran compensar con pólizas privadas. Las nuevas relaciones obligan además a los turistas de ese país y también a los poseedores de segundas viviendas en España que no tienen permiso de residencia a acreditar medios para sostener su estancia.

Según recoge en su web el Ministerio de Interior, los no comunitarios deben acreditar, si se les solicita, una cantidad de dinero que represente en euros o en otra moneda extranjera el 10% del salario mínimo interprofesional, que es de 950 euros en 2021, multiplicado por el número de días que pretendan permanecer en España y por el número de personas que viajen a su cargo. "Dicha cantidad será, en todo caso, de un mínimo que represente el 90% del salario mínimo interprofesional bruto vigente en cada momento". Para pasar tres meses en España, un matrimonio de jubilados tendría que acreditar ingresos 8.550 euros durante ese tiempo.

Los nuevos requisitos de entrada y justificación suponen un hándicap, que junto a los mayores trámites burocráticos, como la incompatibilidad de los permisos de conducir o el fin de los convenios sanitarios, echa para atrás a muchos turistas y, desde luego, a los jubilados con escasas rentas.

Hace apenas un mes, Michel Euesden, director general de Euro Weekly News, el periódico gratuito en inglés con sede en España, anticipaba la situación que se va a producir en los próximos años y el cambio de perfil de los residentes ingleses en España. "Es la primera vez en 25 años desde que comenzamos el periódico -con oficinas en la Costa del Sol- que hemos visto tanta actividad entre las empresas de mudanzas", destacaba en una reportaje de la BBC sobre los dilemas de los ciudadanos británicos en España por el Brexit.

"Las personas mayores y los ciudadanos que se han quedado sin trabajo, debido a la Covid, están regresando al Reino Unido, y están viniendo generaciones más jóvenes con importantes ingresos. Así que la dinámica ha cambiado por completo", aseguraba.

Mercado inmobiliario 'prime'

La mayoría de los nuevos británicos en España ha elegido la compra de una vivienda -a través de la 'Golden Visa'- para tener una residencia permanente, algo que posibilitan unos precios todavía competitivos en comparación con otros países europeos, unidos a tasas hipotecarias que oscilan entre el 1,55% hasta tipos variables del 1,15% por debajo del Euribor", según destaca el portal inmobiliario Idealista, que apunta que las localidades preferentes son Madrid y Barcelona y, últimamente, Vigo.

Mientras, el portal Property Guides presentaba el pasado verano, en el momento más crítico de la pandemia y de mayor incertidumbre sobre el Brexit, una encuesta sobre el interés de los británicos de comprar vivienda en España, en buena medida para lograr un permiso de residencia que permita visitarla en cualquier momento y posibilite desarrollar un trabajo en cualquier lugar de España.

El sondeo, realizado entre 2.800 ciudadanos del Reino Unido, revelaba, que pese a la Covid y el Brexit, el 60% de los encuestados tenía la intención a corto plazo de adquirir una vivienda en España con el objetivo de disfrutar de una estilo de vida más saludable (73%) y de una jubilación feliz, en el 64% de los casos. El sondeo también destacaba que entre los motivos de su compra estaba lograr la residencia permanente y contar con la asistencia sanitaria española. Además, el 90% de los encuestados aseguraba tener ahorros o activos para hacer frente al pago de la compra de un inmueble.

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