En la zona euro

Lagarde ve más riesgo de recesión pero descarta que vaya a moderar los precios

La entidad se propone seguir adelante con las subidas de tipos -que se sitúan actualmente en el 2%- para tratar de atajar una subida de los precios que ha alcanzado niveles históricos en octubre, en el 10,6%.

Lagarde
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EFE

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido este viernes de que la amenaza de una recesión en la zona euro es más intensa y ha dejado claro que es "improbable" que ese retroceso de la economía en la región vaya a reducir mucho la inflación a corto plazo, lo que se interpreta como un mensaje claro de que el BCE seguirá adelante con el endurecimiento de la política monetaria. La entidad se propone seguir adelante con las subidas de tipos de interés -que se sitúan actualmente en el 2%- para tratar de atajar una subida de los precios que ha alcanzado niveles históricos en octubre, en el 10,6%.

Lagarde ha hecho estas consideraciones en el marco del XXXII Congreso de Banca Europea en la Alte Oper de Fráncfort. En su discurso ha incidido en que las perspectivas de inflación determinarán hasta dónde y con qué rapidez el el emisor sube los tipos de interés, que son la principal herramienta con la que cuenta la entidad para ajustar su política monetaria. Sin embargo, no son la única, y de cara a la reunión del Consejo de Gobierno de diciembre, la entidad decidirá cómo modular sus programas de compra de deuda para reducir la tenencia de bonos

"Aunque los últimos datos de crecimiento del PIB han sorprendido al alza, el riesgo de recesión ha aumentado", ha remarcado Lagarde, que ha querido dejar claro, además, el compromiso vital del BCE con su mandato para garantizar que las expectativas de inflación permanezcan ancladas mientras la inflación sigue siendo alta. "Estamos comprometidos a reducir la inflación a nuestra meta de mediano plazo y tomaremos las medidas necesarias para hacerlo", ha zanjado.

En este contexto, la presidenta del BCE ha recordado a los gobiernos que su política fiscal "debe ser temporal, focalizada y adaptada". Temporal, para que no presione demasiado la demanda a medio plazo; focalizada, de modo que el tamaño del impulso fiscal sea limitado y beneficie a quienes más lo necesitan; y adaptada para que no debilite los incentivos que permitan reducir la demanda de energía.

Lo anterior implica, según Lagarde, que cuando llegue el momento de que los gobiernos nacionales consoliden sus políticas fiscales, marcará la diferencia si lo hacen reduciendo las transferencias y el consumo público y aumentando los impuestos o recortando la inversión pública. Si optan por este último método, como lo hicieron después de la gran crisis financiera, "existe el riesgo de que la oferta no se recupere y las restricciones al crecimiento sigan siendo vinculantes", advierte la presidenta del BCE.

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