Decisión final el 31 de mayo

Atlantia rechaza por incierto el plan de ACS en Autostrade y se decanta por CDP

Los Benetton han convocado una Junta General para aprobar la oferta de la entidad italiana y los fondos mejorada hasta 9.300 millones. Ve riesgos en la propuesta de Florentino Pérez.

ACS Florentino
Florentino Pérez, presidente de ACS
Agencia EFE

El consejo de Atlantia ha concluido un principio de acuerdo sobre la venta de la mayor red italiana de autopistas. La reunión del máximo órgano de gobeirno de la empresa italiana, que se ha prolongado hasta la noche de este viernes, ha valorado favorablemente la oferta vinculante de la sociedad estatal italiana CDP junto a los fondos Blackstone y Macquarie, que han elevado su apuesta por Autostrade (ASPI) a 9.300 millones de euros (frente a los 9.100 iniciales). La compañía en manos de los Benetton, socios de Florentino Pérez en Abertis, ha rechazado la manifestación de interés de ACS, que califica de "arriesgada", por la falta de concreción de su plan económico (que la constructora no ha llegado a formalizar) y por la ausencia de respaldo por parte del Gobierno transalpino a una eventual entrada del grupo de Florentino en ASPI. 

Todo hace indicar que será el consorcio encabezado por CDP quien se lleve el gato al agua en la puja por los 3.200 kilómetros de vías de pago del país. El órgano de decisión de Atlantia ha convocado a su junta de accionistas el próximo 31 de mayo, cuando tomará la decisión final sobre el proceso de venta. El consejo ha sido claro en su posición respecto al interés de la constructora española ACS en ASPI, cuya propuesta considera incierta y arriesgada. Además, Atlantia ha mostrado sus recelos sobre el plan económico de ACS -que valoraba la concesionaria en una horquilla de entre 9.000 y 10.000 millones-, cuya viabilidad genera dudas al vendedor.

El pasado viernes 26 de abril, el consejo de Atlantia se reunió para abordar este asunto. Ya entonces la compañía indicó que se daría una semana más para valorar la oferta vinculante de la sociedad pública CDP y los fondos por el 88% de Autostrade, así como para tomar en consideración las eventuales mejoras que pudieran realizarse sobre dicha propuesta de adquisición. En el comunicado que Atlantia difundió al cierre de dicha reunión, la compañía no hizo entonces mención alguna a ACS. 

La última baza del grupo que preside Florentino Pérez era un posible rechazo de Atlantia a la oferta de 9.100 millones que el consorcio italiano puso sobre la mesa. En tal caso, ACS podría tener cabida en dicha oferta e incorporarse a la puja cogido de la mano de la entidad italiana a fin de evitar los recelos del Ejecutivo que preside Mario Draghi. Esta fue, precisamente, la tarea que ACS encomendó a Société Générale y Key Capital. Ambas entidades mantenían negociaciones para lograr la incorporación de ACS en la oferta de CDP, pero la mejora de la apuesta de la entidad italiana, sumado a la ausencia de una manifestación favorable del Gobierno de Draghi a la ofensiva de ACS en ASPI merman las posibilidades para el grupo de Florentino. 

El comunicado que ha emitido la noche de este viernes el órgano de decisión de Atlantia confirma que la compañía italiana no está dispuesta a asumir los riesgos y los retrasos implícitos en la manifestación de interés de ACS. El consejo de la empresa transalpina ha manifestado la urgencia de llevar a buen puerto el proceso, a fin de evitar la desinversión forzosa del grupo de los Benetton en la concesionaria, una medida que impuso el Gobierno italiano a raíz del hundimiento del puente Morandi en Génova en 2018. 

ACS vio en la puja por Autostrade un catalizador para llevar a buen puerto su plan estratégico, que mira a posicionar el área concesional como la clave de bóveda de su negocio, sobre todo si se tiene en cuenta que la filial del grupo Abertis perderá en cuestión de meses su 'gallina de los huevos de oro' en territorio español: la explotación de los tramos más rentables de la AP-7 y la AP-2, cuya concesión revertirá al Estado el próximo 31 de agosto. Si no hay sorpresas, el rechazo de Atlantia a la manifestación de interés de ACS obligará a Florentino a sondear otros mercados en los que invertir los 4.900 millones que le ha reportado la venta de su división industrial, Cobra, a la francesa Vinci, a fin de acometer ese giro estratégico en favor del negocio concesional.

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