Más negocio de empresas

Huawei 'salva los muebles' en España en el primer año de la guerra con Trump

Se mantuvo por encima de los 1.100 millones de ingresos, pese a la primera rebaja en su historia en el país. Recortó un 10% su plantilla y preservó la rentabilidad del grupo.

Tony Jin Yong Huawei
Tony Jin Yong, consejero delegado de Huawei en España.
EFE

Mayo de 2019. El Gobierno de Estados Unidos pone contra las cuerdas al 'imperio Huawei'. Donald Trump incluye al gigante chino en la 'lista negra' de empresas que suponen una amenaza para la seguridad nacional. Era el inicio de toda una pugna geopolítica y económica que significó el paradigma de la guerra comercial entre ambas potencias. Pese al duro impacto inicial en el negocio, especialmente en la división de teléfonos móviles -donde las ventas se desplomaron en las primeras semanas tras el anuncio por el temor de los clientes-, la filial española logró mantener la rentabilidad del grupo y 'sólo' recortar un 11% sus ventas en ese ejercicio gracias a una mayor potenciación de su negocio de servicios para empresas, tal y como desvela en la memoria anual recién presentada. Pese a todo, se trata del primer recorte de ventas en la historia reciente de la firma en el país que también les llevó a un ajuste de plantilla.

La gráfica de ingresos de los últimos años siempre se había mantenido al alza. El año 2018 logró romper su techo y alcanzar los 1.320 millones de euros. No había ni rastro de veto estadounidense y las ventas de teléfonos móviles iban viento en popa pese a la dura batalla con la también china Xiaomi y la coreana Samsung. Un ejercicio después, llegó el golpe: 1.173 millones. El mayor impacto se percibió, sobre todo, en la unidad de consumo. Y la prueba es la variación de la cuota de mercado de 'smartphones': pasó de un 28%, que reportaba el año anterior, a un 20%. ¿Cómo compensarlo? Básicamente, con un crecimiento de doble dígito del negocio de servicios vinculados a las empresas.

Gracias a esos buenos números en el segmento de las empresas, la compañía compensó el peor desempeño en otros segmentos más vinculados al consumo. Aún así, hubo rebaja de ingresos y la compañía adaptó sus costes, con un ajuste en todos los capítulos. Uno de ellos es el de plantilla, que acabó el ejercicio por debajo de la barrera del millar de empleados con un recorte del 16%. No es el único punto donde se incidió. Es significativo el tijeretazo en gastos de publicidad, propaganda y relaciones públicas que se redujo hasta dejarlo en algo más de un tercio respecto a lo gastado un año antes. Sí que hizo una inversión significativa en el lanzamiento de la mayor tienda del grupo fuera de China en Madrid.

Con todos esos cambios, el gigante chino mantuvo prácticamente intacta la rentabilidad del negocio en España. El resultado de explotación lo ha calcado y el beneficio neto incluso lo incrementa hasta los 31. De esta forma, como viene siendo habitual, repartió un jugoso dividendo de 63 millones a sus dos socios accionistas: la sociedad matriz central de Europa, con sede en Países Bajos y socia de referencia, y la compañía fabricante de todos los equipamientos, con sede en Hong Kong. Atesora casi 240 millones de euros en su caja.

Su estructura fiscal en este país es similar al de otros gigantes del sector: la filial española ingresa por servicios y productos prestados localmente que son comprados -porque sean productos físicos o sea propiedad intelectual- a otras empresas del grupo. En los últimos años no ha recibido ningún tipo de inspección por parte de la Agencia Tributaria, como sí hiciera antes de 2014, ejercicio en el que le obligó a pagar 3 millones de euros después de levantar un acta de liquidación. En el ejercicio 2019 pagaron 10,7 millones de euros a Hacienda, pero debían recuperar 1,9 millones que habían sido retenidos de más.

Su posición en el 5G

Uno de los negocios importantes para el futuro de Huawei es el 5G y su implantación masiva en las redes de las operadoras de telecomunicaciones. En el caso de España, la firma asegura que durante el pasado año se encargó del despliegue de las primeras quince ciudades de la infraestructura de Vodafone, a la que también presta el servicio de mantenimiento de la red fija desde hace varios años. A esto hay que sumar los tres (de los 10 en marcha) proyectos piloto puestos en marcha por Red.es, que trabajan en medio centenar de casos de uso. Estos representaban los primeros ingresos del lado de las operadoras.

Cuando se percibirá un mayor impacto por el veto de Estados Unidos -y la presión del Ejecutivo de Trump al sector- será a partir de este año 2020 en adelante, pues algunas de las operadoras están tomando medidas para excluir al gigante chino de sus futuros despliegues. Es lo que sucede con Telefónica, que anunció en diciembre de 2019 que iría eliminando de manera progresiva de la parte 'core' (la más delicada) de su infraestructura en España y Alemania al proveedor. Vodafone ha hecho algo similar, a nivel corporativo para todo el grupo. Mientras tanto, en este país no hay aún una norma sobre seguridad de las redes y servicios que regule, entre otras muchas cosas, el papel de Huawei en el despliegue.

La relación entre la compañía asiática y el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido tranquila en los dos últimos años, pese a las turbulencias internacionales. Desde la firma no se hace ningún tipo de valoración en su largo informe anual sobre la situación política y económica en el país. Sí lo hizo su rival, la multinacional sueca Ericsson, en un duro posicionamiento contra el Gobierno. Señaló la "inestabilidad política que vive el país tras la moción de censura del 2018" y apuntó que la gobernabilidad "está siendo muy complicada al tener dos partidos en coalición en el poder que necesitan del apoyo de sus socios de gobierno de índole separatista".

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