Balance de dos años

El ICO riega a startups con 64 millones en inversión pública directa con Next Tech

Wallapop es la última incorporación a un portfolio en el que ya están otras como Cabify o Paack, que son compañías que levantaron centenares de millones en el pasado y aún con el reto de alcanzar beneficios.

La presencia de Next Tech del ICO será clave.
La presencia de Next Tech del ICO será clave.
Europa Press

64 millones de euros de dinero público en compañías que han levantado, en algunos casos, centenares de millones de euros con modelos de negocio intensivos en capital y con el reto de regresar a ganancias. El fondo público del ICO Next Tech ha acelerado su inversión directa en empresas con las incorporaciones a su portfolio de Wallapop o Paack. Lo hace después de que esté siendo complicado financiar a gestoras de capital riesgo que puedan a su vez levantar fondos que respalden a proyectos mayoritariamente en el mercado español.

Next Tech es un fondo que nació al año siguiente del estallido de la pandemia y al calor de los fondos europeos ‘Next Gen’ para la recuperación de la misma. El Instituto de Crédito Oficial (ICO), banca pública con forma jurídica de entidad pública empresarial, lo lanzó inicialmente con 2.000 millones para posteriormente duplicarlo hasta los 4.000 millones. El objetivo era movilizar otros 4.000 millones de dinero privado. La iniciativa partía de la antigua Secretaría de Estado de Digitalización, comandada por Carme Artigas. Era un ‘fondo de fondos’ como el Fondico Global pero especializado en capital riesgo de tecnología y para fases muy avanzadas de las compañías -lo que se conoce en el argot como 'scale up'-.

En 2022, un año después de su creación se decidió abrir la mano para invertir en empresas de manera directa y se modificó el objeto ampliándolo colocando el rango de inversión inicial de entre 5 y 20 millones y exigiendo la coinversión (entrar de la mano de otro socio privado). Pasaba de respaldar a fondos a ‘compartir’ rondas -o extensiones de las mismas- con algunos de ellos. Ya ese año se inició un durísimo ajuste en el sector de las startups, que se ha alargado durante el año 2023 con una caída muy relevante en la inversión tras el frenesí vivido en 2021. Este cambio no se hizo público pero se hizo patente en el primer balance que puso sobre la mesa hace ahora justo un año donde se desveló por primera vez que había entrado en Cabify con 20 millones y en Trucksters con 5 millones.

La entrada en Cabify coincidía con el cambio relevante en el accionariado por la ‘Operación Salida’ iniciada por el gigante japonés Rakuten, que llegó a controlar hasta el 47% de los títulos. La ronda se formalizó en la primera parte del año 2023, tras el cierre de un 2022 en el que se mantuvieron los ‘números rojos’ netos de 60 millones de euros. En el caso de Trucksters entró en el marco de la ronda de 33 millones de euros con los dos grupos de automoción Volvo y Continental y con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Se desconocen los porcentajes pero, especialmente en el caso de la empresa de movilidad, será muy pequeño incluso en base a una valoración por debajo del nivel de unicornio.

Estas dos entradas no han sido las únicas. En los últimos meses ha irrumpido en Paack, con 10 millones después de la inyección de 45 millones entre deuda y capital que aportaron socios actuales y BBVA para tratar de acercar la rentabilidad. También lo hizo en la firma de servicios de información de Tierra sobre un sistema de monitorización vía satélite Xoople, con 9 millones en el marco de una ronda que estuvo precedida por una nota convertible de 17 millones. Y en las últimas semanas llegó a Wallapop. En este caso se produce con un desembolso de 20 millones en forma de ‘extensión’ de la ronda de 81 millones firmada en enero de 2023 con un papel muy importante del gigante coreano de internet Naver. Con la valoración que se hizo pública, al ICO le correspondería entre un 2% y un 3% de la plataforma de segunda mano.

Una parte relevante de estas compañías que ahora forman parte del portfolio de Next Tech lideran proyectos que han sido capaces de levantar decenas o centenares de millones de euros durante los últimos años con inversores privados sin tener que recurrir a dinero público. Unos proyectos que han son intensivos en capital, que seguirán demandando más dinero, lo que obligaría a volver a invertir más para evitar una dilución. Y unos proyectos que siguen sin ser totalmente rentables para generar caja positiva.

Hay que tener en cuenta que en la estrategia de inversiones del fondo plasmada en un folleto revisado en varias ocasiones -actualizado a enero de 2023- se centraba en empresas “que tengan potencial para la generación de flujos de caja y que tengan proyectos viables de puesta en marcha, crecimiento y expansión”. Ponía el foco en sectores con mucho ADN tecnológico, es decir, lo que se conoce en el argot como ‘deep tech’: IA, Internet de las Cosas, tecnología de procesamiento masivo de datos; computación en la nube, procesamiento de lenguaje natural; ciberseguridad; robótica, blockchain; realidad virtual; impresión 3D, o nanotecnología. Pero hay una clave en la redacción: “Tomará participaciones en entidades que se dediquen prioritariamente, pero no exclusivamente a esos sectores”.

Menos fondos

Ni en el folleto actualizado ni en las comunicaciones públicas del ICO se establecen potenciales repartos entre inversiones directas y las de fondos. Este incremento se ha vivido en paralelo a las dificultades que se está encontrando para desplegar todo el dinero prometido -que no desembolsado-. El mercado no sólo se ha vuelto exigente para los emprendedores a la hora de levantar capital, sino también para los gestores que salen a captar recursos para sus vehículos. Next Tech puede cubrir un máximo del 49% de los fondos en los que entra, por lo que se debe lograr al menos el otro 51%.

Hasta la fecha en el portfolio cuenta sólo con dos fondos españoles. Uno es Leadwind, puesto en marcha por K Fund y que se cerró en 237 millones de euros (250 millones de dólares) con una aportación pública de 100 millones. El otro es Andromeda de la firma Seaya Ventures, que supera los 200 millones recaudados -no se ha hecho público un cierre definitivo- y que en un primer momento puso el medio ambiente como sector prioritario. En este caso, al menos a cierre de 2022, el ICO ha comprometido otros 100 millones.

Han desaparecido del portfolio público dos que se anunciaron en un primer momento. Uno era el tercero de la familia de la enseña franco-china Cathay Innovation que sumaba unos 1.000 millones -y el ICO comprometió otros 100 millones-. No se ha explicado si ha sido porque no se cerró definitivamente el fondo o porque la entidad pública no ha participado. Tampoco está Pier3, un vehículo de la firma de inversión italiana P101 que se lanzó en 2022 con un tamaño objetivo de 250 millones -fueron accionistas de españolas como Bipi, vendida a Renault; Deporvillage, adquirida por JD Sports, o Colvin-.

Se ha incluido una iniciativa a nivel europeo llamada European Tech Champions Initiative que plantea llegar a 3.700 millones de euros de inversión para crear fondos grandes de inversión para respaldar a compañías en fases muy avanzadas. Aquí Next Tech aportará 400 millones de euros. En esta iniciativa aún no se han anunciado ninguna gestora española, ni actual ni de nueva creación, que haya sido respaldada.

¿Y las gestoras internacionales?

Hay otros fondos españoles que están trabajando para tratar de levantar dinero suficiente con el que poder sumar el público de Next Tech. All Iron Ventures hacía referencia en su folleto para el tercer fondo de 150 millones de euros al ICO. Hay otros. A nivel internacional, varias gestoras han mirado la posibilidad de levantar, pero la obligación de invertir al menos la mitad del dinero levantado en el mercado español había sido una limitación.

Ben Marrel, consejero delegado y cofundador de la firma de capital riesgo de origen francés Breega, aseguraba a La Información el pasado verano que habían conversado con el Fondico para intentar flexibilizar esa condición. “Nos gustaría trabajar con el Fondico y vamos a encontrar un punto de encuentro”, apuntaba. Esta ya no está reflejada en las condiciones públicas y sólo plantea que la gestora invierta al menos 2 veces el capital comprometido por la gestora pública. Y esa es una barrera más salvable para firmas extranjeras que quieran una aportación más pequeña.

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