Antigua startup de la 'jet'

Jobandtalent ultima una 'megarronda' que acercará su valor a los 500 millones

La ETT digital negocia con grandes fondos de inversión internacionales el cierre de una ampliación de capital de más de 60 millones de euros, una de las más importantes del año en España.

Los dos cofundadores de Jobandtalent
Juan Urdiales y Felipe Navío, los dos cofundadores de Jobandtalent.
L.I.

Se convertirá en una de las grandes operaciones del capital riesgo tecnológico de este año en España. La Empresa de Trabajo Temporal (ETT) digital Jobandtalent negocia los flecos de una nueva ampliación de capital de más de 60 millones de euros, con grandes fondos de inversión internacionales. Esta ronda elevaría la valoración de la compañía, que se acercaría a los 500 millones. Esta transacción se sumaría a la que se firmó hace justo un año liderada por el gigante australiano cotizado Seek.

La compañía con sede en Madrid y fundada por Juan Urdiales y Felipe Navío busca acelerar más con su plataforma de empleo de trabajo temporal que digitaliza todo el proceso de puesta a disposición de empleados en todo tipo de sectores, desde la banca, hasta la logística. Hoy está presente, además de en España, en otros mercados europeos como Francia, Alemania, Reino Unido y Suecia. Después de haber captado hasta la fecha más de 150 millones de euros, busca más capital para expandirse.

Según confirman varias fuentes conocedoras, los contactos con diferentes fondos de inversión se han ido sucediendo en las últimas semanas. Y el objetivo es levantar más de 60 millones de euros, aunque la fecha aún no está cerrada. Los australianos Seek, su accionista de referencia tras la última ronda de financiación cerrada hace ahora justo un año que está valorado en más de 9.000 millones de dólares, mantendrá posiciones pero no liderará. Esto es clave, pues se trata de un socio peculiar, también centrado en los servicios laborales. En otros casos como Cabify o Glovo, accionistas clave como Rakuten o Delivery Hero ganaron muchas posiciones.

La valoración crecerá de manera importante si, finalmente, acaba cerrándose la ampliación. Ese 'precio' no se hizo público en la anterior ronda, de octubre de 2019. Sin embargo, sí que hay información disponible. En concreto, la propia multinacional Seek, cotizada en la bolsa australiana, dio cuenta en su último informe anual. Confirmó que hoy controla el 18,9% de la empresa después de haber pagado 42 millones de euros. Entre esas acciones hay nuevas y también ya emitidas que fueron recompradas a socios ya existentes. Por eso, varias fuentes del mercado aseguran que la valoración rondó los 300 millones. Con esta inyección que ahora se negocia se acercaría a los 500 millones, convirtiéndose en una de las tecnológicas más valoradas de España por debajo de otras como Idealista, Cabify o Glovo.

Para contextualizar, esta ronda estaría en el 'top 3' por tamaño de este 2020 y en una de las grandes de los últimos años. En este ejercicio se han firmado otras dos más cuantiosas, pero se trata de compañías con una marcada vinculación con Estados Unidos. Una de ellas es la 'fintech' Flywire, que cuenta con sede en Valencia, pero su sede principal está en Estados Unidos. Esta firmó una ronda de 120 millones de dólares el pasado mes de febrero, lo que lo convirtió en lo que se conoce como 'unicornio' tecnológico. La otra es Devo, que captó 60 millones de dólares (50 millones de euros al cambio).

¿Quién controla Jobandtalent?

Hoy por hoy la compañía cuenta con un accionariado muy diverso, pero ya más corto en cuanto a número de socios tras las diferentes salidas. Está liderado por Seek, que controla casi el 19%, y también por el fondo de inversión europeo Atomico, liderado por los cofundadores de Skype, que suma el 20% del total. Después se encuentran los fondos internacionales DN Capital, Quadrille Capital -accionista de BlaBlacar- o la gestora suiza Schroeder. También se encuentra el fondo FJLabs, accionista de españolas como Spotahome o Paack. Entre la representación española se mantienen Kibo Ventures y JME Venture Capital.

Uno de los inversores que aprovecharon la última ronda de 2019 para deshacer toda su posición y salir del accionariado es el empresario venezolano Alejandro Betancourt, incluido en el grupo conocido como los 'bolichicos' -aquellos que hicieron fortuna con contratos públicos del chavismo-. Sus diferentes vehículos, entre los que estaba Ventures Corp -con la que firmó un préstamo participativo de 10 millones en 2018-, salieron ingresando varias decenas de millones de euros. No fue el único. También hizo lo mismo Nicolás Luca de Tena, que también transfirió todos sus títulos. 

Casi una treintena de socios decidieron hacer lo mismo, de manera total o parcial. En este último grupo se encuentran los fundadores, que hicieron líquida parte de su participación. Ya en las rondas anteriores fueron saliendo de la compañía los miembros de la 'jet' madrileña, entre los que se encontraban Pelayo Cortina Koplowitz, hijo menor de Alicia Koplowitz, o Juan Manuel Hoyos Martínez, anterior responsable de la consultora McKinsey y amigo personal de José María Aznar. Se mantiene, aunque con una participación menor tras la venta parcial, Íñigo Herrera Martínez-Campos, de la familia Martínez-Campos.

Cuatro años de recuperación

Este nuevo impulso a través de la ampliación de capital que se negocia servirá para consolidar una de las recuperaciones más sonadas del ecosistema startup español, después de años de muchísimas dificultades entre el año 2015 y 2016. La compañía no encontraba el modelo de negocio y aumentaba las pérdidas. Finalmente ese último año recortó un tercio la plantilla y decidió dar un giro y convertirse en una ETT que digitaliza todo el proceso de contratación de empleados para tratar de competir con gigantes tradicionales como Randstad o Adecco. Tras un periodo de tiempo de travesía en el desierto, la compañía ha ido recuperando terreno de manera progresiva.

No hay números actualizados del año 2019 y de lo logrado en 2020, pero según explican fuentes conocedoras, la compañía ha mantenido el nivel de crecimiento de los dos últimos ejercicios. En el año 2018 lograron 137 millones de euros de ingresos brutos -lo que reciben por la puesta a disposición de los empleados, a lo que hay que descontar la nómina abonada a cada uno de ellos-, el triple de lo logrado un año antes, con unas pérdidas de 15 millones.

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