Si el sistema de pagos electrónicos PayPal fuera un banco, estaría entre las 30 mayores entidades financieras de los Estados Unidos por volumen de depósitos. Ya era antes de la pandemia la plataforma más popular entre los que hacen compras por Internet. La escapada del efectivo durante el confinamiento disparó las transacciones digitales y también su beneficio, que triplicó en un año. La compañía fundada por Elon Musk y Peter Thiel trata ahora de ser un actor de referencia en el negocio de las criptomonedas.
La tecnológica de San José (Califonia) sumó 16 millones de cuentas activas durante el cuarto trimestre. Ese impulso le llevó el total a escala global a 377 millones. PayPal cuenta también con el servicio Venmo para realizar pagos de persona a persona, que cuenta con unos 65 millones de usuarios. Y hace justo un año completó la adquisición de Honey Science, una aplicación para buscar ofertas con la que metió el primer pie en la experiencia de compra de los jóvenes.
Dan Schulman, el consejero delegado de PayPal, decía en la conferencia con analistas, que la estrategia busca hacer evolucionar la "cartera digital hacia una superaplicación" que integre todo tipo de servicios de pagos y financieros, incluido Bitcoin. El pasado octubre pasado dio luz a uno de sus proyectos secretos, al anunciar por sorpresa la incursión en el mercado de las criptomonedas permitiendo a sus usuarios vender y comprar cualquier divisa digital.
Las monedas virtuales fueron hasta ahora un método de pago nicho en el comercio electrónico, debido a la volatilidad de su valor respecto a una divisa tradicional. Eso provocó que se viera más como un activo de inversión. PayPal señala, sin embargo, que los usuarios que adoptaron ya las criptomonedas como forma de pago utilizan su servicio con el doble de frecuencia que el resto de consumidores y por eso desarrolla herramientas que permitan a sus vendedores aceptarlas.
PayPal anunció también en noviembre que va a integrar Bitcoin en Venmo. Schulman está buscando, esencialmente, emular a WeChat. La aplicación asiática funciona a la vez como una red social y un sistema de pagos. Es algo similar a lo que trató de hacer Facebook con el proyecto Libra antes de que los bancos centrales y gobiernos de todo el mundo pusieran el grito en el cielo. PayPal era uno de los primeros participantes en esta alianza. Pero optó por desmarcarse.
La apuesta de PayPal por Bitcoin fue acompañada de inmediato por un repunte en el valor de las criptomonedas. La plataforma de pagos no indica cuántos usuarios compran utilizando la divisa virtual ni especifica tampoco los ingresos que le genera este negocio incipiente. Tan solo dicen que es un primer paso en esa arena y que espera que gane en popularidad, como están viendo con el servicio BNPL (siglas en ingles de compra ahora, paga después).
Y todas estas iniciativas se reflejan en sus resultados. PayPal, que está en proceso de separarse de eBay, facturó 6.120 millones de dólares en el cuatro trimestre. Es un 23% más que en el mismo periodo del ejercicio presente y le llevó la cifra de negocio anual a 21.450 millones. El beneficio que obtuvo en el trimestre fue de 1.320 millones, frente a 430 millones un años antes. La ganancia anual es de 3.540 millones, un 70% más que en todo el ejercicio 2019. El volumen de pagos solo en el cuatro trimestre ascendió a 277.000 millones, lo que representa un incremento anual del 36%, y para el conjunto del año se acerca al billón.
Todo eso mientras duplicó el ritmo de apertura de nuevas cuentas, a 72 millones a lo largo de 2020. "Es el año más sólido de nuestra historia", señala John Rainey, el director financiero de PayPal. Citó que el pasado ejercicio la plataforma registró 15.400 millones de transacciones de pago, lo que equivale a unas 43 por cada usuario que tiene una cuenta activa. PayPal espera que los ingresos crezcan un 20% a lo largo del ejercicio 2021, hasta los 25.500 millones de dólares. Y eso pese a que eBay está en proceso de desprenderse de la plataforma de pagos. El portal de subastas le sigue generando el 6% del volumen total. Si se excluyera el impacto de la ruptura entre las dos compañías, el crecimiento sería del 40%. Todo esto se refleja en su capitalización, que se apreció un 15% este año y se duplicó en los 12 meses.
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