Negociaciones en la sombra con los socios de investidura

Sánchez salva el primer 'match ball' de PGE y acaricia completar la legislatura

ERC se inclina por no presentar enmienda a la totalidad, como hizo con las cuentas públicas de 2019, y, junto al PNV y Ciudadanos, sirve en bandeja de plata al Gobierno superar el trámite de la próxima semana.

Sánchez e Iglesias han cuadrado los Presupuestos de 2021 'a codazo limpio' para asegurar su contrato de alquiler en Moncloa durante todo lo que resta de legislatura.
Sánchez salva el primer 'match ball' de PGE y acaricia completar la legislatura
Dani Gago

Sánchez tiene al alcance de la mano superar el primer trámite de los Presupuestos. En Moncloa lo ven amarrado. Se trata de las enmiendas a la totalidad, esas que provocaron en 2019 que el presidente del Gobierno tuviera que apretar el botón rojo y convocar elecciones anticipadas. Las miradas se dirigen a ERC, el partido que precipitó ese adelanto, y esta vez el escenario es diferente. Fuentes del partido republicano confirman que "no" presentarán esa enmienda a la totalidad que sí plantearán PP (lo confirman desde Génova), Vox o JxCAT. Tampoco lo hará por primera vez EH Bildu. Los de Oriol Junqueras lo decidieron este jueves, tras una negociación intensa y continua con PSOE y Unidas Podemos. La foto de ayer entre María Jesús Montero y Nacho Álvarez con la delegación encabezada por Gabriel Rufián sólo fue la punta del iceberg. Por debajo hay una maraña de relaciones fluidas con los independentistas y otros grupos que auguran al Ejecutivo de coalición una tramitación presupuestaria relativamente tranquila. "En teoría", expone un ministro, "porque no nos terminamos de fiar".

Salvada la enmienda a la totalidad de ERC, la votación de la próxima semana está garantizada a favor del Gobierno. Sánchez e Iglesias salvarán el primer 'match ball' con la ayuda esencial de varios socios que el Ejecutivo ha cuidado con guante de seda en las últimas semanas. Especialmente los de investidura, a los que Moncloa ha mimado. Montero y Álvarez llevan desde la presentación del borrador de PGE y su posterior aprobación en Consejo de Ministros manteniendo intensas conversaciones con ERC, PNV, EH Bildu, PDeCAT... y también Ciudadanos. Son prácticamente los mismos socios que han apoyado al Ejecutivo en el estado de alarma de seis meses. 

Lo ocurrido en las últimas horas también es llamativo. Las reuniones se sucedían en privado pero el miércoles por la noche Moncloa dio orden de hacer una escenificación en público. Llamaron a los negociadores y les convocaron en el Congreso de urgencia para la mañana del jueves. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, estaba en Bilbao. No se terminaron de entender las prisas. Hay quien apunta a una estrategia para incluir a Cs en la foto de los negociadores. "Darles oxígeno", aseguran. Desde el Gobierno, por su parte, prefieren enmarcar la ronda de contactos pública en un clima de entendimiento con la oposición.

El guion de los Presupuestos lo pactaron Sánchez e Iglesias y se está cumpliendo al pie de la letra. Los gabinetes lo escenifican. Y Montero y Álvarez lo ejecutan. Moncloa quiere dar la sensación de que el abanico de negociadores es amplio. Pero en el cuartel general de Unidas Podemos no terminan de estar de acuerdo en la estrategia. No gusta la inclusión de Cs en la ecuación, pero la aceptan. A Montero tampoco le gustó la foto de ayer con EH Bildu, pero tuvo que hacérsela. 

El Gobierno necesita en la votación del próximo miércoles que la oposición no sume 176 votos y que las enmiendas a la totalidad, que se votan en bloque, decaigan. La previsión del Ejecutivo, y para ello se ha trabajado con intensidad estos días, es que ese día se conformen dos bloques en el Congreso. Uno con PP, Vox, JxCAT, Navarra Suma y Coalición Canaria. Y otro con PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, PDeCAT, Más País, Compromís... Suficiente para superar esa primera bola de set y orientar los PGE hacia el debate de enmiendas. Será otra partida pero estará bien encarada. Hay que recordar que en 2019 tanto ERC como Ciudadanos (con Albert Rivera al frente) y PDeCAT votaron a favor de tumbar los PGE de Sánchez e infringieron al Gobierno socialista, entonces en solitario, un mazazo que acabó en las urnas.

De cara al debate de enmiendas, fuentes de ERC, Cs y PNV avisan de que van a pelear por introducir modificaciones en los PGE y que su aprobación no está ni mucho menos decidida. Los de Inés Arrimadas piden un incremento de los recursos destinados a la Sanidad, especialmente para la atención primaria que se está demostrando esencial para combatir esta pandemia. También buscan elevar las ayudas directas a autónomos, pymes y empresas (menos de 50 trabajadores) que hayan visto su actividad e ingresos reducidos en un 50%, así como una inyección directa -no préstamos ni créditos- que cubra hasta 75% de la facturación del ejercicio anterior. Ayudas, defienden, que no tendrían de devolverse. Y la Tarjeta Sanitaria Única. El PNV pide eliminar el incremento en el impuesto del diésel. Y el Gobierno se prepara para algún gesto hacia Cataluña teniendo, eso sí, la opción de Cs en la recámara.

Mientras se suceden los contactos parlamentarios, Moncloa ha dado orden de pisar acelerador para aprobar los Presupuestos Generales de 2021. Sánchez quiere que entren en vigor el 1 de enero y va a exprimir el calendario al máximo para que sean tramitados de forma exprés en las Cortes Generales. "Lo vamos a intentar", advierten desde Hacienda. El objetivo es evitar prorrogar unos días los PGE de Cristóbal Montoro, unas cuentas públicas que se aprobaron apenas una semana antes de que Sánchez llegara a La Moncloa en la moción de censura.

Los PGE de 2021 darían a Sánchez e Iglesias la llave para completar la legislatura. En Moncloa lo saben y por eso se respira optimismo. En Unidas Podemos hay un ambiente similar, aunque quizá algo más cauto. Unas cuentas, además, que se aprobarían en un momento especialmente convulso y con un anuncio realizado ayer por el presidente que no invita al optimismo: las vacunaciones masivas no llegarán hasta el mes de mayo. Illa había hablado hace sólo unos días de principios de año. Quedan, por tanto, seis meses para el momento más esperado por todos.

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