"Sumar" ya está registrado oficialmente como asociación. El Ministerio del Interior confirmó este martes al equipo de colaboradores de Yolanda Díaz que la petición cumple con la legalidad y le comunicó el número nacional: 624170. Sumar será la asociación, que no plataforma, desde la que se organizará el proceso de escucha. El siguiente paso será comenzar a buscar financiación y para ello se está organizando un método similar al que empleó Pedro Sánchez cuando se presentó a las primarias del PSOE: un 'crowdfunding' o una campaña de donaciones voluntarias.
Estas "aportaciones de la ciudadanía", explican fuentes conocedoras del proceso de escucha, se canalizarán a través de "Sumar" para cumplir con la normativa y segregar -algo que Yolanda Díaz y su entorno quiere cuidar al máximo- la actividad del Ministerio de Trabajo del proceso de escucha. Es decir, ni un euro de los gastos que se originan de su actividad como vicepresidenta segunda irá destinado a financiar al 'roadshow' por España de Díaz, que durará seis meses una vez finalicen las elecciones andaluzas del 19 de junio.
En el proceso de búsqueda de financiación de Yolanda Díaz se podrán hacer aportaciones desde los cinco euros. Todo estará reglado, repiten desde su entorno, y se imprimirá la máxima transparencia. El objetivo, de hecho, es informar de todo lo recaudado y gastado en un portal que se está pensando crear para que cualquier ciudadano pueda consultarlo. El 'crowdfunding' fue impulsado en España por Podemos para financiar sus campañas electorales. A través de donaciones de particulares el partido de Pablo Iglesias llegó a recaudar 2,8 millones de euros para la campaña de las generales de 2015. Todo el dinero fue devuelto a los donantes una vez se cobró la subvención.
El primero en financiar iniciativas políticas particulares fue Pedro Sánchez. Una vez defenestrado de la secretaría general del PSOE tras el fatídico comité federal del 1-O de 2016, Sánchez retornó con una gira en su Peugeot para recuperar el sillón de mando del socialismo. Para financiar sus viajes para encontrarse con la militancia creó una asociación sin ánimo de lucro, "Bancal de Rosas", y pidió aportaciones de entre 10 y 300 euros para diferentes gastos como los actos en sí, el desplazamiento del equipo y el alquiler de una oficina de campaña, ubicada la calle Marqués de Riscal, en el barrio madrileño de Chamberí, y que costó 2.000 euros mensuales. El hoy presidente del Gobierno llegó a recaudar 100.440 euros.
Yolanda Díaz pretende emplear un procedimiento similar, aunque no para presentarse a unas primarias de un partido, sino para articular el proceso de escucha y, al finalizarlo, tomar una decisión sobre una posible candidatura a la Presidencia del Gobierno a través de un "frente amplio". La coalición en Andalucía, con Inma Nieto de candidata, es el primer ensayo. Díaz estará en la campaña en, al menos, un acto.
El hoy presidente del Gobierno llegó a recaudar 100.440 euros en donaciones
Pero Sánchez tuvo un problema con el Tribunal de Cuentas. El órgano fiscalizador señaló, a petición de la gestora que controlaba el aparato del PSOE, que la financiación de la campaña del candidato debía seguir las normas de los partidos. El equipo del actual jefe del Ejecutivo tuvo que cerrar esa campaña y abrir una nueva cuenta para gestionar las donaciones a través de Ferraz. Estos problemas no lo tendría Díaz ya que no se enfrenta a ningún rival; es un simple método de captación de fondos para sus actos.
La asociación bajo la que se estructurará el proceso de escucha está domiciliada en el madrileño barrio de Tetuán y en sus estatutos se recoge el interés por "promover el compromiso democrático y la participación de la ciudadanía en la vida pública; fomentar y fortalecer la participación ciudadana y de la sociedad civil para mejorar la calidad democrática y el desarrollo humano; o contribuir al desarrollo del pensamiento crítico". La actividad bajo la que ha sido registrada "Sumar" es la de asociaciones "cívico políticas".
Queda algo menos de un mes para que Yolanda Díaz se suba a su Volkswagen Golf para recorrer España, pero el proceso de escucha ya ha dado algún paso preliminar. La vicepresidenta segunda elige concienzudamente sus citas. Si tras el estallido de la guerra en Ucrania convocaba a medio centenar de economistas para recopilar sus recetas contra la crisis, la semana pasada reunió a más de cincuenta expertos y expertas en materia energética para recoger sus propuestas y "avanzar en una transición justa y verde que tenga el empleo en el centro".
Díaz acudió al invernadero de los bonsáis del Jardín Botánico con la misma actitud que en el primer encuentro: con papel, boli y dispuesta a escuchar. Allí había citado a 55 profesionales especializados en el mundo de la energía, desde economistas hasta representantes de las patronales y de los sindicatos, ecologistas, movimientos sociales... Mantuvo el estricto formato bajo la regla de 'Chatham House', como son las reuniones del Club Bilderberg -se permite utilizar una declaración pero no atribuirla a la fuente-, y se sentó a escuchar. Tras una breve introducción en la que demandó propuestas para elaborar una estrategia de transición energética que sitúe al empleo en el centro, cedió el turno a los expertos en la materia, que fueron pidiendo la palabra y exponiendo sus opiniones y recomendaciones durante tres horas. Es el formato sobre el que girará el proceso de escucha hasta final de año. Después vendrá la decisión final.
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