Bill Gates y cómo evitar otra crisis: dejar que las mujeres gestionen el dinero

¿Por qué los hombres mantienen, en conjunto, un 50% más riquezas que las mujeres en todo el mundo? Esta pregunta, basada en los datos referidos a 2019 de Oxfam International, es una de las que ha provocado que en los últimos años diversas personalidades hayan criticado el machismo global en las finanzas. De hecho, algunos como Bill Gates han ido un paso más allá, explicando que la solución a la próximo crisis económica mundial podría pasar por una solución tan simple como que sean las mujeres quienes gestionen el dinero a lo largo y ancho del planeta, en vez de los hombres. Pero, ¿por qué?

Gates explicaba esta misma semana en el Singapore FinTech Festival que las mujeres son vitales para asegurar que las finanzas -y la educación financiera- lleguen a otras partes de la sociedad, tal y como recoge este artículo de 'CNBC'. La razón es que las mujeres siguen siendo en su mayoría responsables de las finanzas en el hogar en casi cualquier sociedad del mundo. Y es precisamente ese rol heredado de administradora del dinero lo que las convierte en las candidatas idóneas para llevar cualquier economía mundial.

En opinión de Gates, "es absolutamente fundamental" que los gobiernos y las empresas que se toman en serio dar acceso a los servicios financieros a todos los miembros de la sociedad orienten sus recursos propios hacia las mujeres. "Los beneficios de tener el dinero bajo su control incluyen que es más probable que éste se utilice para nutrición y educación, o para cosas que sacarán a esa familia de la pobreza", señalaba el fundador de Microsoft durante la conferencia celebrada de manera telemática a causa de la crisis del coronavirus.

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Se refiere implícitamente a la inclusión financiera, que significa otorgar acceso a más personas a los servicios financieros, algo que sigue siendo un desafío clave para las comunidades de todo el mundo. Tal vez esto pueda no parecer un problema en España o las sociedades más avanzadas. Pero, por ejemplo, solo el 35% de las personas en países en desarrollo tiene acceso a una cuenta bancaria. Un grave problema si lo comparamos con entre el 58% y el 73% que se da en los países con ingresos medios, y con el 94% que es la media en los países con ingresos altos, según el Foro Económico Mundial. Por supuesto, entre las mujeres, esos niveles son más bajos.

Por eso, sigue siendo paradójico que las mujeres gestionen mucho más a menudo el patrimonio familiar, pero no tengan acceso siquiera a una cuenta corriente en muchas partes del mundo. Y la pandemia simplemente ha servido para poner de relieve ese déficit, ya que los gobiernos lo están pasando realmente mal para conseguir que la ayuda financiera llegue a los más necesitados en plena recesión global. "Es importante recordar lo lejos que estamos de la inclusión financiera universal", señala Gates, apuntando a su vez que la crisis del coronavirus no debe ser una excusa para frenar el empoderamiento femenino.

¿Inclusión financiera digital?

Lo cierto es que, a través de la fundación filantrópica que codirige con su mujer Melinda, Bill Gates ha estado trabajando durante varios años con gobiernos y bancos centrales para mejorar la inclusión financiera en los países en desarrollo. En particular, tratando de acelerar soluciones digitales, que, según Gates, puedan ayudar a esas naciones a equipararse tecnológicamente con los países avanzados. Con ese fin, la fundación está financiando soluciones de identidad digital, como MOSIP con sede en India, un software de acceso abierto que permite a los gobiernos crear identidades digitales para que sus ciudadanos ayuden a distribuir recursos.

"Creemos que, en los próximos cinco años, la mayoría de los bancos centrales se apuntarán, porque la mayoría de los componentes básicos son accesibles y hay una forma sencilla de conectar a sus ciudadanos", apunta Gates, cuya fundación tiene como objetivo llevar la inclusión financiera a dos tercios de la población mundial en la próxima década, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU ha establecido de cara a 2030.