Minicumbre el miércoles

A contrarreloj: los Veintisiete aceleran para alumbrar el plan de reconstrucción

Von der Leyen, Michel y Sassoli se reunirán con la canciller alemana, Angela Merkel, que ocupa este semestre la presidencia de turno, para preparar la cumbre de líderes de los días 17 y 18 de julio en Bruselas

Ursula Von Der Leyen
Ursula Von Der Leyen
EFE

A contrarreloj. Mientras Europa ve aumentar de nuevo el número de afectados por coronavirus, los responsables de las altas instituciones de la UE pelean por lograr el beneplácito de los socios más reticentes al plan de reconstrucción diseñado por la Comisión Europea para atajar los efectos del virus sobre las economías. Sin embargo, más que lograr llevar a su terreno a los díscolos, el verdadero desafío de Úrsula von der Leyen, Charles Michel y David Sassoli (presidentes de la Comisión, el Consejo y la Eurocámara) será hacer funcionar en el más breve tiempo y con la precisión de una maquinaria suiza unos engranajes comunitarios poco aptos para las prisas.

Los tres se han propuesto lograrlo y este mismo miércoles se reunirán con la canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país ocupa este semestre la presidencia de turno de la UE, para preparar la cumbre de líderes que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas, la primera cita presencial de los líderes europeos desde que se desatase la pandemia. El objetivo de esta primera cumbre será hacer balance de los contactos que ya se están produciendo de forma bilateral con los gobiernos y preparar unas negociaciones que se prevén intensas.

"Es nuestra responsabilidad común concluir sin dilación este plan de recuperación y demostrar a todos los europeos que la Unión está preparada para reaccionar por el bien de todos", aseguraba la pasada semana la propia von der Leyen a través de un comunicado. "Es esencial lograr un acuerdo rápidamente", insiste. La propuesta lanzada por el organismo que preside contempla un fondo de 750.000 millones de euros compuesto principalmente por transferencias directas y que se sumaría a un Marco Financiero Plurianual (MFF) para el periodo 2021-2027 de 1,1 billones de euros.

La importancia de que el acuerdo se cierre este mismo mes y no más tarde es que los fondos del plan de recuperación puedan estar disponibles ya a principios del año que viene. Siguen existiendo reticencias respecto a la propuesta de la Comisión -que va en la línea de la planteada por Alemania y Francia- por parte de los conocidos como "frugales" (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca) y, aunque es probable que finalmente haya acuerdo, podrían rebajarse las propuestas de la CE, en montante o condicionalidad. La presión para que haya acuerdo ha ido en aumento y la propia Alemania se ha planteado el proyecto como uno de los principales objetivos para su mandato. 

"Si hay acuerdo y es similar a la propuesta, el margen al alza en la renta variable podría ser significativo"

"Los mercados, la moderación en las primas de riesgo es signo de ello, apuestan porque finalmente habrá acuerdo. La reacción del mercado tras la Cumbre de los días 17 y 18 dependerá de si se confirma ya el acuerdo y de lo cercano que resulte el documento final a la propuesta CE. Si hay acuerdo y es similar a la propuesta, el margen al alza en la renta variable podría ser significativo (el Brexit seguirá siendo probablemente un lastre), aunque no tanto ya en las primas de riesgo de la periferia", apuntan desde la consultora de análisis de mercados, MacroYield

El temor está, así, en que los detalles y la implementación real del fondo puedan decepcionar. "El euro aún podría reaccionar positivamente a un acuerdo final, pero si nuestras preocupaciones demuestran ser correctas, este sería un repunte previo a las ventas", sostienen desde Bank of America (BofA). En relación a la cuantía futura del plan, en el gigante estadounidense opinan que una cifra final cercana a los 500.000 millones debería ser un alivio para el mercado y toda cantidad que se alejase de ésta generaría un desencanto notable. 

En lo que respecta a su implementación, incluir donaciones fue la innovación más importante en la propuesta del Fondo de Recuperación por su mensaje político, ya que antes ésta era una línea roja clara. "En nuestra opinión, debilitar esta parte del Fondo de Recuperación y reemplazarlo por préstamos sería un problema. Los países de la UE no necesitan más préstamos. Tienen acceso al mercado a tasas históricamente bajas, el BCE está comprando sus bonos, y ya pueden pedir prestado al MEDE sin condiciones durante la pandemia. Los préstamos aumentarán los ya altos niveles de deuda en la periferia, mientras que las subvenciones no lo harán", zanjan. 

Recuperación este semestre, pero sin vuelta al avance previo 

Con la reapertura parcial de la economía de la eurozona, la mayoría de los analistas prevé una recuperación a lo largo del segundo semestre de este año. Aun así, es poco probable que volvamos del todo a los niveles de actividad previos al virus, ya que las previsiones apuntan a que el PIB de la eurozona se contraerá entre un 8% y un 10% en 2020, para después aumentar entre un 4% y un 6% en 2021. Además y según Robert Lind, economista de Capital Group, los mercados financieros no descartan los riesgos de ruptura. 

Para los optimistas, la gran crisis económica derivada de las medidas de confinamiento por el coronavirus ha expuesto los límites de las instituciones legislativas de la eurozona y puede obligar a los políticos a implantar cambios, con el establecimiento de una unión fiscal que respalde la unión monetaria. "Por el contrario, los pesimistas consideran que la magnitud de la crisis económica podría desencadenar una crisis existencial para la eurozona, y la UE en general, que podría desembocar en una fragmentación y puede que incluso en el colapso de todo el proyecto", sostiene el experto.

Mostrar comentarios