Riesgo inflacionista

El euro encara un desafío a su valoración si el BCE baja los tipos antes que la Fed

La fortaleza en el tipo de cambio ha sido una vacuna contra la inflación para la economía europea, pero la amenaza de ensanchamiento del diferencial de tipos entre EEUU (5,5%) y zona euro (4,5%) juega en su contra.

Sede del BCE con la escultura del euro en sus aledaños.
Sede del BCE con la escultura del euro en sus aledaños.
BCE vía La Información

Una de las últimas ramas que está creciendo en el árbol de decisiones del Banco Central Europeo (BCE) es el potencial daño que puede infligir a la cotización del euro una bajada de tipos de interés anticipada a que la Reserva Federal (Fed) haga lo mismo. El diferencial del precio del dinero a uno y otro lado favorece la valoración del dólar estadounidense y presiona a la divisa europea después de meses de estabilidad en el cruce de monedas occidental. Las apuestas sobre un escenario descoordinado en el proceso de rebajas de tasas son crecientes debido a la diferente marcha a la que caminan las economías en Europa y Estados Unidos. 

De producirse esa bajada de tasas esperada en junio, el BCE situaría el precio oficial del dinero en el 4,25% frente al 5,5% de EEUU, es decir, el diferencial de tasas se elevaría hasta los 125 puntos básicos. No está demasiado lejos el último proceso bajista del euro frente al dólar, que llevó a la moneda única a mínimos de dos décadas por debajo de 0,97 dólares, justo cuando la Fed comenzó a acelerar el ciclo de subidas de tipos y el BCE se quedó rezagado en ese mismo camino que luego siguió.

De hecho, desde la semana pasada, la posibilidad de que la Fed retrase el reloj de las bajadas de tipos gana enteros con algunos miembros del banco central abriendo ya la puerta a que ni siquiera se rebajen en 2024, como Neel Kashkari, gobernador de la Fed de Minneapolis. El robusto informe laboral de marzo -se crearon 300.000 empleos frente a los 200.000 estimados- publicado el viernes junto a los indicadores adelantados de inflación refuerzan esa tesis. Este miércoles, el Gobierno dará a conocer el IPC de marzo, una dato clave que dará consistencia a las previsiones de una economía en reaceleración en la que sería contraproducente bajar tipos.

"Que el reciente 'discurso de la Fed' se haya vuelto notablemente prudente tiene sentido, pero seguimos considerando como un escenario extremo las insinuaciones de Kashkari la semana pasada de "ningún recorte" en 2024. Sin embargo, que el BCE recorte antes que la Fed está totalmente dentro de nuestro 'rango de verosimilitud'. Observamos que el tipo de cambio del euro apenas se ha suavizado a pesar de la inversión de las expectativas del mercado sobre los diferenciales de los tipos de interés oficiales (todavía a principios de febrero el consenso apuntaba a más subidas por parte de la Fed que del BCE). Esto debería animar al BCE a tomar las decisiones adecuadas para la zona euro, independientemente de lo que haga finalmente la Fed", argumenta Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers.

La fortaleza del tipo de cambio ha sido una vacuna frente a la crisis inflacionaria durante los dos últimos años provocada por los cuellos de botella en las cadenas de suministro y precios récord de la energía, siendo Europa una región deficitaria e importadora en ambos casos. El dólar continúa siendo la moneda de referencia de las materias primas, de ahí que las subidas o bajadas frente al euro tengan un impacto prácticamente inmediato en la evolución de precios de consumo. El reciente repunte del precio del petróleo por encima de los 90 dólares o del cacao hasta los 10.000 dólares representan una muestra de esta incidencia.

La estabilidad de los últimos meses ha ayudado al proceso de desinflación europea, pero eso podría cambiar a partir de ahora cuando los principales bancos centrales se disponen a mover otra vez los tipos de interés. Hasta ahora, el BCE se ha mantenido firme en su discurso de que no está mirando el cambio euro/dólar, pero lo ocurrido el mes pasado con el franco suizo tras la inesperada rebaja de tipos del SNB puede forzar a Fráncfort a replantear su posición al respecto. La divisa helvética perdió alrededor del 5% de su valor en pocos días y forzó a su banco central a intervenir.

Sin rebaja de tipos pero apuntando hacia ella

Konstantin Veit, gestor de PIMCO, cree que el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales sin cambios en su reunión del próximo jueves y volverá a hacer hincapié en su enfoque dependiente de los datos. "Además, esperamos que el BCE exprese una confianza cada vez mayor en la senda de la inflación, lo que corroboraría nuestra hipótesis de base de una bajada de tipos en junio. Una vez que el BCE empiece a recortar los tipos, esperamos que lo haga con cautela en los pasos convencionales de 25 puntos básicos. El mercado está valorando actualmente en torno a 85 puntos básicos los recortes de tipos para este año. En nuestra opinión, esta cifra parece razonable y no dista mucho de nuestra previsión de tres recortes este año", opina.

El equipo de ING ha analizado cuatro escenarios y sus implicaciones para las divisas y los tipos antes del anuncio de política del BCE de esta semana. "Nuestro escenario base es que el BCE dará señales de que está listo para bajar las tasas en junio, lo que reforzará las expectativas del mercado sobre la flexibilización monetaria este año. Para los mercados, puede ser más relevante cómo el BCE comunica sus planes más allá de junio", explica Francesco Pesole, estratega de divisas del banco.

En opinión del banco holandés, un movimiento inesperado del BCE esta misma semana puede hacer que el euro dólar baje de forma agresiva. "Es más probable que el BCE siga acercándose cada vez más a señalar un recorte en junio, lo que no debería cambiar drásticamente el panorama para el euro/dólar, pero también seguir reduciendo el potencial alcista del par en un entorno en el que la Fed mira menos Es probable que también se recorte en junio", añaden. Según sus modelos, el euro cotiza demasiado caro frente al dólar incluso aunque el BCE se mantenga moderado o agresivo sobre su política de tipos de interés. Las diferentes velocidades tanto de la economía como del mercado laboral y la inversión mandan en este momento.

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