Sigue con las compras de bonos

El Banco de Japón (Boj) se resiste a elevar los tipos pese a la escalada de la inflación

El banco central japonés se ha mantenido inamovible en su política monetaria de tipos negativos ante lo que considera un aumento de precios transitorio que espera que se ralentice a partir del mes de septiembre.

El candidato a liderar el BoJ reitera su intención de mantener los tipos bajos
El Banco de Japón (Boj) se resiste a elevar los tipos pese a la escalada de la inflación. 
EFE

El Banco de Japón (BoJ) se aferra a los tipos de interés de referencia negativos y mantiene sin cambios su política monetaria por unanimidad. El organismo se escuda en los signos de mejoría en la economía nacional y las perspectivas de una desaceleración de la inflación para avalar esta decisión y al término del viernes de su reunión mensual de dos días, el banco central nipón optó por volver a mantener los tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y continuar con su cuantioso programa de compras de bonos para situar la curva de rendimientos a largo plazo en torno al 0%, con un margen aceptable de fluctuación del 0,5%.

El BoJ señaló en su informe que la economía japonesa ha estado expandiéndose en los últimos trimestres "pese a verse afectada por factores como los altos precios energéticos pasados" y señaló que las condiciones financieras "se han acomodado". Aunque las exportaciones y la producción industrial japonesas se han visto afectadas por los desarrollos en el extranjero, donde la entidad crediticia ve una "ralentización" económica, los indicadores "se han mantenido más o menos planos, ayudados por la disminución de los efectos de los problemas de suministro".

El banco central japonés constata un aumento de la inversión de las empresas ligada a unas buenas ganancias corporativas recientes y a una desaceleración de la inflación pareja a "la desaparición del encarecimiento energético", según señaló en el texto. El índice de precios al consumo (IPC) de Japón se ha situado en una media del 3,5% en meses recientes, muy por encima del objetivo del 2% de el BoJ, por lo que algunos esperaban que el banco actuase en consonancia con otros de grandes bancos centrales que han estado subiendo tipos para controlar la inflación.

El banco central japonés se ha mantenido inamovible en su política ante lo que considera una inflación transitoria que, señaló, espera que se ralentice a partir de septiembre. El presidente del BoJ, Kazuo Ueda, justificó este viernes esta postura en una rueda de prensa en la que explicó que las deliberaciones se hacen con base en previsiones a más de seis meses vista y que no sería adecuado adoptar un cambio de política "cuando la tendencia de los precios no está clara".

Subir los tipos en medio de la previsión de ralentización de la inflación, que estiman que caerá por debajo de su meta en próximos meses, podría tener efectos indeseados en el tiempo de acomodación que requieren las medidas para analizar sus efectos, añadió. Ueda dijo ser consciente de que el nivel actual de los precios "es una carga para la población japonesa", pero reiteró que la deriva de la inflación en Japón ha venido condicionada por la tendencia global y que "es difícil que el BoJ pueda hacer nada directamente sobre ello con nuestra política".

El BoJ señaló, no obstante, la incertidumbre ligada a la situación geopolítica y que seguirá vigilando la evolución económica global. "Ante la extremadamente alta incertidumbre que rodea a las economías y los mercados financieros en casa y en el extranjero, el BoJ continuará pacientemente con su flexibilización monetaria mientras responde ágilmente a los desarrollos de la actividad económica y los precios", reza el informe.

El BoJ publicó el resultado de su reunión durante le descanso de la media sesión en la Bolsa de Tokio, que caía entonces un 0,53%. El mercado de divisas reaccionó con rapidez a la publicación del informe, tras el yen aceleró su depreciación. La moneda japonesa se acercaba a las 141 unidades con respecto al dólar tras conocerse la decisión del BoJ, que contrasta con la manifiesta voluntad del banco central estadounidense de seguir aumentando los tipos a partir de julio pese al parón de junio.

El euro, que alcanzó esta semana niveles no vistos en 15 años con respecto a la divisa nipona, se encaminada a los 154 yenes, un día después de que el Banco Central Europeo subiera las tasas de interés un cuarto de punto, hasta el 4%. Al se preguntado sobre la evolución del yen, que se ha devaluado considerablemente en el último año, Ueda dijo que considera que "es importante que el mercado se mueva" y que el impacto de la caída del yen es "significativamente diferente en función del momento", dados sus efectos positivos en ciertos sectores y negativos en otros. 

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