Reunión de política monetaria

El Banco de Japón entra en capilla para subir tipos tras 'liberar' la curva del bono

La autoridad monetaria flexibiliza su intervención en el mercado de deuda para permitir que el interés de sus bonos a 10 años fluctúen 50 puntos básicos por encima del 0% que tenía como objetivo anteriormente.

Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón.
Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón.
BCE vía La Información

El Banco de Japón ha anunciado este viernes que su política de control de la curva de rendimiento de la deuda pública será más flexible y relajó la defensa de un límite de tasa de interés a largo plazo, en un movimiento que los inversores ven como la antesala de una futura subida de tipos de interés y un primer paso para abandonar la era de estímulos masivos monetarios. Tras mantener los tipos al -0,1%, el nuevo objetivo del rendimiento a 10 años de su bono soberano subirá hasta el 1%, límite sobre el que el organismo seguirá interviniendo en los mercados secundarios.

Después de comprar grandes cantidades de bonos para defender el techo del 0,25% de interés en los bonos a 10 años, el Banco de Japón amplió el rango de rendimiento en diciembre de 2022 y hasta ahora permitía que la rentabilidad a 10 años suba hasta un 0,5%. "Dadas las incertidumbres extremadamente altas sobre las perspectivas económicas y de precios, es apropiado mejorar la sostenibilidad del alivio monetario dentro del marco actual mediante el control de la curva de rendimiento con mayor flexibilidad y responder ágilmente a los riesgos al alza y a la baja", dijo el banco

Desde que introdujo el control de la curva de rendimiento de la deuda pública en 2016, el Banco de Japón ha tenido poco problema para controlar los rendimientos de los bonos cuando la inflación se mantuvo muy por debajo de su objetivo. Eso cambió el año pasado, cuando los altos precios de las materias primas elevaron la inflación por encima del objetivo del 2% y dieron a los inversores motivos para apostar por un aumento en el límite de rendimiento de la deuda japonesa.

Agitación en los mercados

El nipón es el único entre los grandes bancos centrales que sigue anclado en una política de tipos cero con rendimientos reales negativos a pesar de la incipiente inflación con la que empieza a contar. Lo hace porque lleva décadas bajo el yugo de la amenaza de deflación de la que no logra despegarse. Japón se ha mantenido al margen de las subidas de tipos de interés masivas en Europa, EEUU, Canadá o Australia después de la ola de inflación que ha recorrido sus economías.

Si bien el banco central que dirige Kazuo Ueda mantuvo tasas de interés ultra bajas e hizo hincapié en la necesidad de mantener el apoyo monetario, dijo que el ajuste al control de la curva de rendimiento permitiría responder "ágilmente" a riesgos, incluida la creciente inflación que supera el 3% interanual. El anuncio ha sacudido a los mercados, con el yen y los intereses de la deuda al alza y la bolsa a la baja. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cedió un 0,4% este viernes, mientras que la divisa repuntaba con fuerza ante el euro y dólar.

Inflación en el país de la deflación

La decisión del Banco de Japón supone para los expertos la eliminación efectiva del límite de rendimiento y la preparación para una salida de la política monetaria acomodaticia. En la reunión, el banco mantuvo sin cambios su objetivo de tasa de interés a corto plazo en -0,1% y el de la rentabilidad de los bonos gubernamentales a 10 años en torno al 0%. También mantuvo la guía que permite que la rentabilidad a 10 años se mueva en un 0,5% alrededor del objetivo del 0%, pero dijo que ahora serían "referencias" en lugar de "límites rígidos".

El Banco de Japón señaló que ofrecería comprar bonos del gobierno japonés (JGB) a 10 años al 1% en operaciones a tasa fija, en lugar de la tasa anterior del 0,5%, lo que indica que ahora toleraría un aumento en la rentabilidad a 10 años hasta un máximo del 1%. Ueda dijo en una rueda de prensa que el ajuste del Banco de Japón fue una medida "preventiva" y que no esperaba que la rentabilidad a 10 años llegara al 1%.

El miembro del consejo de gobernadores Toyoaki Nakamura se opuso a la decisión del Banco de Japón que preside Ueda argumentando que si bien era deseable hacer que el control de la curva de rendimiento sea más flexible, el momento era prematuro.  La reunión del Banco de Japón se produce después de la decisión de la Reserva Federal (EEUU) del miércoles de aumentar las tasas de interés hasta el rango del 5,25-5,5%, mientras que el Banco Central Europeo las subió el jueves al 4,25%.

En un informe de perspectivas trimestrales, el Banco de Japón revisó al alza la previsión de inflación básica para este año al 2,5% desde el 1,8% proyectado en abril. Pero redujo su pronóstico para el año fiscal 2024 al 1,9% desde el 2% en abril y mantuvo su estimación del 1,6% para 2025. La inflación ha superado las proyecciones del Banco de Japón realizadas en abril y el crecimiento de los salarios se ha acelerado, dijo el banco central, que ve cambios en el comportamiento de las empresas tanto en la fijación de salarios de sus empleados como en los precios.

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