Optimismo frente al consenso

La brújula de las previsiones para 2024 de Goldman Sachs descarta una recesión

El banco de inversión considera que la actividad irá mejor de lo previsto el año que viene y se posiciona en sus previsiones más optimista que el consenso de firmas de bolsa y que sus propios pronósticos hasta hace poco.

Solomon, presidente de Goldman Sachs, charla con Bob Iger, CEO de Disney.
Solomon, presidente de Goldman Sachs, charla con Bob Iger, CEO de Disney.
GS vía L. I.

En Estados Unidos y en gran parte de los países desarrollados y emergentes, la inflación ha descendido hasta situarse a una distancia prudencial de los objetivos de los bancos centrales, sin que se haya producido una ralentización importante del crecimiento, un aumento del desempleo o una recesión. De momento, la retórica del aterrizaje suave la economía parece imponerse en 2023, aunque la clave es atender a cuáles son las estimaciones para el año próximo.

Los bancos de inversión ya se están poniendo el traje de faena para trazas sus previsiones para 2024. Uno de los primeros en hacerlo ha sido Goldman Sachs, que durante el conjunto del 2022 y el 2023 ha mantenido siempre un tono más optimista en relación con el devenir de los mercados y de la economía.

La entidad bancaria dice, de entrada, que con la mayor parte del repunte de la inflación ya superada, por primera vez en un par de años, los riesgos se están volviendo más simétricos: "El riesgo de que la inflación se mantenga ligeramente por encima del objetivo debe sopesarse con el riesgo de una actividad más débil”.

“Aunque esos riesgos e incertidumbres persisten, y en algún momento se producirá una recesión, según nuestras previsiones económicas por nuestros modelos la recesión no es inminente, y vemos las probabilidades no más altas que para un año normal, en comparación con las previsiones del consenso que son más pesimistas”, comentan los expertos. Por el contrario, prevén un periodo de crecimiento mundial en torno a la tendencia general y un descenso lento y continuado de la inflación.

El reto para los inversores en este escenario, desde su punto de vista, sería que esta visión de sus modelos, aunque considerablemente más benigna que los pronósticos del consenso, está ahora bastante puesta en precio en el mercado. “La perspectiva de tipos más altos durante más tiempo, como reflejo de esa visión más optimista y de tipos neutrales más altos, también está ahora ampliamente integrada en las curvas de tipos, al igual que el hecho de que probablemente vivamos en un mundo en el que la fortaleza del dólar no se vea mermada rápida o fácilmente”, aseguran los analistas. 

El mapa mundial: EEUU mejor que Europa

El banco opina que la resistencia de Estados Unidos frente a la subida de tipos es "más segura" que en otras economías. En muchos aspectos, parece que el país norteamericano está volviendo a la estructura de tipos anterior a la crisis del año 2008. Gracias a la solidez de los balances de los hogares y al sólido crecimiento de los ingresos reales, esos tipos están resultando más manejables de lo esperado.

Japón también es el único país en el que la entidad estadounidense espera que las subidas de tipos comiencen a producirse en 2024 y, al igual que Estados Unidos, puede estar "escapando" de su fase anterior. En otros lugares, los riesgos parecen mayores.

“Aunque esperamos que la mejora de la dinámica de la renta favorezca un mejor perfil de crecimiento de la zona del euro en 2024, la economía de la zona ha seguido obteniendo malos resultados este año, el impacto de las perturbaciones del suministro energético y de China puede tener un efecto más duradero de lo previsto, y las preocupaciones sobre la capacidad de gestionar una estructura de tipos más altos, dada esta debilidad duradera, no se limitan a la periferia”, ahonda Goldman.

El crecimiento de China en 2024 debería beneficiarse del estímulo fiscal y monetario adicional, pero sigue luchando contra los vientos en contra del largo desapalancamiento del mercado inmobiliario y los vientos demográficos en contra. “Dada la negatividad imperante sobre las perspectivas de crecimiento de China, podríamos ver cierto repunte en los activos locales si el crecimiento sorprende al alza, pero creemos que una recuperación sostenida probablemente dependa de un cambio mayor en la orientación de las políticas”, argumentan desde el banco.

Dónde invertir

Con este contexto, Goldman Sachs piensa que la resistencia de los activos de riesgo y de carry trade -arbitraje financiero entre economías- significa que las valoraciones no son especialmente atractivas y apuntan a unas rentabilidades positivas bajas para la renta variable, el crédito y la renta fija, aunque su escenario central es más firmemente positiva para las materias primas.

“Las mayores asimetrías y oportunidades del mercado de activos se encuentran, por tanto, en las colas de la distribución en torno a nuestra visión modal. Por ejemplo, en el escenario bajista, el valor de los bonos como cobertura frente a la recesión ha ido en aumento, y en el esquema alcista, en la que la inflación se normaliza más rápidamente y abre un espacio para los recortes de tipos en Estados Unidos, la renta variable y los activos de los mercados emergentes tienen margen para ofrecer un rendimiento superior generalizado", agregan

En general, esta distribución de los riesgos y de los precios de mercado sugiere, según Goldman Sachs, que una combinación más equilibrada de activos probablemente debería reemplazar la concentración en la liquidez que dominaba las carteras en 2023, sobre todo porque cada clase de activos ofrece protección contra al menos un riesgo.

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