En cuestión de horas saltó la alarma en los cuarteles generales de Dia. Stephan Ducharme, presidente ejecutivo de la empresa española Dia, revisó con atención los detalles de la sanción que el Gobierno de Estados Unidos impuso el pasado viernes a sus antiguos jefes en Letterone y Alfa Group, además de dueños indirectos de la empresa que preside desde que en 2017 comenzarán a tomar su control, hasta que se elevaron hasta el 77% de las acciones su participación en agosto de 2021.
A través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el Departamento del Tesoro dictó orden de congelación de activos en EEUU, prohibición de transacciones y veto a cualquier tipo de negocio con Mijaíl Fridman, German Khan, Alexei Kuzmichev y Petr Aven, así como todas las entidades en las que posean más del 50% de las acciones o ejerzan la mayoría sobre las decisiones que tome la sociedad. Esquivan la sanción si no es así, como especifica en su buscador de sanciones.
"La OFAC no ha designado a LetterOne y, según la información disponible para la OFAC, LetterOne no es propiedad en un 50 por ciento o más de personas bloqueadas ni se considera propiedad bloqueada o interés en la propiedad de personas bloqueadas, incluidos Petr Olegovich Aven, Mikhail Maratovich Fridman, Germán Borisovich Khan y Alexey Viktorovich Kuzmichev", señaló el organismo.
A las pocas horas, Dia respondió a la CNMV española sobre la petición de aclaraciones al alcance de la pena: "La sociedad considera que no se ve afectada en modo alguno por las referidas sanciones", argumentó el sábado con la misma respuesta que dio en marzo de 2022 cuando la Unión Europea (UE) puso sobre la mesa el mismo tipo de medidas. La justificación principal de Letterone reside en la operación entre los socios del holding que supuso la salida de Kuzmichev y Khan con la venta de su parte a Andrei Kosogov, el quinto socio que no es objetivo de las sanciones de EEUU y Europa.
La venta a Kosogov y la sanción a X5
El ciudadano estonio también recompró a Khan y Kuzmichev la mayor parte de las acciones de Alfa Bank, una de las entidades sancionadas, según informó Interfax el año pasado, aunque ello conllevó la permanencia como socios minoritarios tanto de Fridman, con el 32,9%, como de Aven, con el 12,4%, el banco italiano Unicredit (9,9%) y la Mark Foundation for Cancer Research con el 3,9% del capital. Sin embargo, los cinco socios salieron de los consejos de administración de ambos grupos.
No ha sido suficiente por ejemplo para evitar que X5 Group, el gigante de la distribución en Rusia y Europa del Este, sea objetivo de las sanciones. Se trata de una empresa dedicada al mismo sector de Dia que Ducharme lideró durante años hasta convertirla en un gigante que superaba los 20.000 millones de euros de facturación antes de la guerra y que salió a cotizar en la Bolsa de Ámsterdam. Todo lo que aprendió allí lo ha puesto en práctica en Dia desde que tomó las riendas en 2020.
El gigante de distribución X5, propietario de una de las cadenas de supermercados más grandes de Rusia, Pyaterochka, sí aparece como entidad sancionada después de que una de sus filiales haya trabajado en la cadena de suministro y logística del Ejercito ruso a través de una empresa llamada Voentorg, contratista principal del Ministerio de Defensa. Según informó 'The Moscow Times', Pyaterochka (X5) ha realizado periódicamente campañas de recaudación de donaciones y alimentos para las fuerzas armadas rusas que invadieron Ucrania.
Una polémica toma de control de Dia
La entrada del grupo de inversores rusos en la empresa española Dia comenzó en el verano de 2017 a través de Goldman Sachs, el principal asesor de la operación para Letterone. El holding, con base en Reino Unido y ramificaciones en Luxemburgo y otros países, se constituyó en 2013 con el dinero que Fridman y sus socios obtuvieron con la millonaria venta de la petrolera TNK-BP a la estatal Rosneft bajo el control de Vladimir Putin en una operación que superó los 50.000 millones de dólares.
Letterone ordenó la compra inicial de un porcentaje del 29,9% del capital de Dia, inferior al límite para el lanzamiento de una opa, que Goldman Sachs fue amasando para traspasarlo posteriormente a su cliente. Durante ese proceso, las posiciones cortas -que se revalorizan con la caída de las acciones- sobre la empresas de supermercados llegaron a superar el 20% del capital, según los registros de la CNMV, una cota jamás vista en la bolsa española.
La actividad bajista de los 'hedge funds' en Dia hundió la cotización en bolsa de la empresa española más del 90%, al mismo tiempo que Letterone seguía elevando su participación en el accionariado y mientras el deterioro del negocio de la empresa de distribución le llevó al límite de necesitar una ampliación de capital. La necesidad de fondos se produjo después de las irregularidades contables que detectó el auditor de Dia y que forzaron una reestructuración financiera liderada por Letterone.
Ducharme, el cerebro de la operación para Fridman, planteó una opa a bajo precio sobre las acciones y una serie de préstamos participativos -potencialmente convertibles en acciones- para evitar la quiebra de la empresa. Con esa deuda, Letterone volvió a elevar su control en Dia a través de ampliaciones de capital que diluyeron a los accionistas preexistentes. La última emisión de acciones se produjo a finales de 2021, momento en el que el holding de capital ruso alcanzó el 77% de Dia.
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