Tradicional activo refugio

El dólar como protección se acaba: por qué los expertos están mirando al oro

Las crisis de confianza en las criptomonedas y los vaivenes entre las principales divisas devuelven al metal dorado a la primera línea de los mercados en tiempos de alta inflación e incipiente recesión.

El oro está considerado un activo refugio frente a la inflación y la recesión.
El oro está considerado un activo refugio frente a la inflación y la recesión.
L. I.

El oro puede estar ante el momento ideal para volver a reinar en los mercados al calor del cambio de la política monetaria por parte de los bancos centrales, en especial de la Fed. Si los bancos centrales consiguieran controlar la inflación y hacer que avanzase de forma sostenible hacia el objetivo del 2%, habría muy poca justificación para invertir en metal dorado. Esto es así, al menos, para los inversores en dólares, que pueden comprar bonos ligados a la inflación con un rendimiento casi del 2%.

Sin embargo, no es en absoluto evidente que los bancos centrales vayan a ganar la lucha contra la inflación de una manera fácil. Al menos, entendida esta disputa como la vuelta al escenario central de las instituciones monetarias del 2%. “Es posible si las expectativas de inflación a largo plazo de los ciudadanos y, por ende, los convenios salariales, se mantienen moderados”, cuenta Bert Flossbach, cofundador y gestor de Flossbach von Storch.

Pero si la inflación sigue siendo muy alta hasta bien entrado el próximo año debido a los paquetes de ayuda a gran escala que amortiguan la pérdida de poder adquisitivo por los precios de la energía, será difícil mantener la narrativa del éxito en la lucha contra la inflación utilizando los tipos de interés. “Esto es especialmente cierto si las subidas de los tipos de interés causan daños colaterales, como ha ocurrido recientemente en el Reino Unido”, añade Flossbach.

Para Flossbach podría producirse una pérdida de confianza en el valor del dinero, si se demuestra que la política monetaria está llegando a su límite en la fase de inflación importada y alto endeudamiento, los bancos centrales no tienen armas eficaces para la lucha contra la inflación. “La debilidad de la libra esterlina, del yen y del euro apunta a que la pérdida de confianza ya empieza a ser un problema”, ahonda.

El Banco de Inglaterra está luchando contra una política fiscal expansiva financiada por la deuda, el Banco de Japón está luchando contra una deuda fuera de control, y el BCE está luchando contra su propia promesa de preservar el euro ("cueste lo que cueste"). La Reserva Federal dispone de opciones más eficaces. Los tipos de interés ya han subido considerablemente, la economía sigue en buena forma y la situación geopolítica es mejor que la de Europa o Japón.

Más vientos favorables

A todo esto, hay que sumarle que la fortaleza del dólar, que ha actuado como el activo refugio por excelencia, parece haberse venido abajo. Algo que históricamente también ha favorecido al metal precioso en el pasado y por lo que muchos expertos ya se están subiendo claramente al barco. “Las ganancias del dólar y las rentabilidades de los bonos pesaban sobre el oro”, expone Jim Wyckoff, analista de Kitco Metals. “La caza de gangas por parte de los alcistas envalentonados por los beneficios de la semana anterior podría haber ayudado a la ligera recuperación del oro”, apunta.

“El oro parece tener una fuerte resistencia en el nivel de 1.800 dólares, con un soporte decente en la región de 1.750 dólares”, explica en una nota Edward Moya, analista sénior de OANDA. Como contexto, Bullion reportó su mejor ganancia semanal desde marzo de 2020 los últimos cinco días de cotización, con la esperanza de aumentos de tipos más lentos después de que los datos mostraran un enfriamiento de la presión de los precios en Estados Unidos.

La vicepresidenta de la Fed, Lael Brainard, se unió el pasado lunes a las declaraciones del gobernador Christopher Waller para indicar que la Fed está lista para comenzar a moverse en incrementos de tipos más pequeños, al tiempo que enfatiza lo que Brainard llamó la "resolución" del banco central para seguir elevando el precio del dinero, según sea necesario para combatir un aumento repentino de la inflación.

Si bien el oro se considera una protección contra la inflación, el aumento de tipos tiende a opacar el atractivo de los lingotes, ya que no paga intereses. Los traders de futuros de fondos federales ven una probabilidad del 89% de un aumento de 50 puntos básicos en la reunión de diciembre del banco central, con solo un 11% de probabilidad de un incremento de 75 puntos básicos.

No obstante, hay un interrogante sobre si la Fed puede defender por sí sola el dinero fíat del mundo. “La fortaleza del dólar se está convirtiendo cada vez más en una carga para la economía estadounidense y los mercados emergentes con deuda en dólares”, comenta Flossbach.

El experto cree que el mercado inmobiliario estadounidense empieza a resentirse bajo el peso de los elevados tipos de interés de las hipotecas y los ahorros vitales para la jubilación de los ciudadanos estadounidenses empiezan a diluirse. “Por lo tanto, la Fed también debe tener cuidado de no endurecer demasiado los tipos de interés”, dice.

El margen de maniobra de la Fed también es limitado en este sentido y el dólar estadounidense, que actualmente actúa como ancla de estabilidad, solo está apuntalado por el "in God we trust" desde la abolición del patrón oro. “Como ha ocurrido tantas veces en el pasado, el oro se convertiría entonces en la moneda de último recurso”, termina.

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