Deuda corporativa

El riesgo se dispara: los 'bonos basura' pagan cupones en mínimos históricos

El respaldo de los bancos centrales a las emisiones de deuda corporativa contrarrestan los riesgos de rebajas de rating e impagos que, en otro escenario, elevarían los costes de emitir deuda.

El cupón es la renta fija que paga un bono o deuda cotizada.
El cupón es la renta fija que paga un bono o deuda cotizada.
Yanykov / Pixabay

El mercado sigue absolutamente desvirtuado en muchos tramos con las ayudas gubernamentales y los apoyos de los bancos centrales. Es lo que está sucediendo en la renta fija de peor calidad crediticia, cuyos rendimientos, en algunos casos, se han reducido al mínimo. Una situación que no compensa en términos de rentabilidad y riesgo, según apuntan los expertos.

En esta línea, el mercado de 'bonos basura' (high yield) ha alcanzado otro hito al establecer un cupón récord en términos bajos en una nueva emisión, ya que las políticas llevadas a cabo por parte de la Reserva Federal y las fuertes entradas de fondos permiten a las empresas embarcarse en préstamos a costes más bajos que nunca.

Uno de los ejemplos más sonados en las últimas fechas es Ball, una empresa de envases de aluminio, que puso en circulación bonos a 10 años con un rendimiento del 2,875%. Se trata del nivel más bajo para un bono basura estadounidense con un vencimiento de cinco años o más, según publicó la agencia Bloomberg.

Ball, que está calificada solo un nivel por debajo del grado de inversión (BB+ o menos), se ha beneficiado de una mayor demanda de los consumidores por sus latas de aluminio, debido a los confinamientos. Originalmente buscó pedir prestados 1.000 millones, pero pudo aumentar el tamaño del acuerdo en 300 millones más.

La compañía primero sondeó el interés de los inversores para emitir deuda con un cupón del 3%. Utilizará las beneficios para amortizar sus créditos, así como para recomprar sus pagarés de deuda senior al 5% con vencimiento en 2022. Ball es uno de los principales proveedores de grupo como Coca-Cola.

Esta emisión de deuda se produce en medio de un incremento de la puesta en circulación de renta fija de alta rentabilidad que busca reducir los gastos por intereses de la deuda ya existente a medida que las rentabilidades se acercan a los mínimos sin precedentes del 4,95%. Así, la deuda de mejor calificación en el mercado del 'high yield' ofrecen un retorno del 3,8%.

El rendimiento efectivo en todo el mercado de bonos basura, medido por el índice de bonos de alto rendimiento ICE BofA, es del 5,4%. Ese índice incluye deuda con calificaciones más bajas, que ha tenido un rendimiento inferior durante el último repunte.

“Las empresas están capitalizando un repunte del crédito que sigue cediendo, inicialmente provocado por la incursión de la Fed en el mercado en marzo y desde entonces respaldado por meses de fuertes entradas”, aseguran los expertos de RBC Capital. Las empresas con grado de inversión también están cosechando estos beneficios, pagando rentabilidades que se encuentran en mínimos históricos en el 1,82%.

La actuación de los bancos centrales

La dinámica del mercado ha supuesto una bendición para aquellas empresas que están deseosas de aumentar liquidez y retrasar los vencimientos durante el brote del Covid-19. “Aproximadamente el 40% de las emisiones de high yield de la pasada semana se hicieron a un rendimiento inferior al 4%, lo cual es un porcentaje muy bajo para el nivel de riesgo que realmente existe en el esquema actual”, comentan desde Highway Capital.

Este récord es solo una consecuencia indirecta de la promesa de finales de marzo de la Reserva Federal de respaldar la deuda corporativa. “Aunque el banco central ha prometido respaldar a algunos préstamos con calificación de basura, las rebajas de rating en muchas compañías ha provocado que hayan tenido que comprometerse con más firmas de lo previsto, lo cual hunde las rentabilidades”, analizan los expertos de Citi.

“Ha sido un mercado muy desafiante con mucho ajetreo inversor y demasiado movimiento en los diferenciales tantos que intentan igualar un [mínimo] a corto plazo en los diferenciales”, dice Andrew Forsyth, gestor de carteras de BNP Paribas Asset Management. “Ha sido una carrera bastante larga desde finales de junio”, añade.

En el mercado español puede haber ejemplos como OHL, que hace escasas fechas fue degradada de nuevo dentro del escalón del bono basura por parte de Fitch, hasta el CC, pero también de IAG, aerolínea hispano inglesa que a los gobiernos no interesa dejar caer, que S&P redujo su calificación dentro de esta categoría hasta el BBB-.

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