Corrige un 5% en dos días

El vértigo de Wall Street potencia las dudas sobre si el mercado está caro

El S&P 500 y Wall Street ha entrado en un mar de dudas con la reciente ola bajista registrada entre el jueves y viernes pero que llega tras la reciente la sucesión de máximos históricos.

Wall Street ha enlazado cinco meses de subidas tras el Covid-19.
Wall Street ha enlazado cinco meses de subidas tras el Covid-19.
Pixabay

El S&P 500 y Wall Street ha entrado en un mar de dudas con la reciente ola bajista. El retroceso del índice de referencia de la bolsa estadounidense de más del 5% entre jueves y viernes, tras acumular subidas de más del 54% desde los mínimos del mes de marzo, deja abierto un interrogante grande sobre si se va a producir un ajuste de valoraciones en el largo plazo o este es un bache en el camino para los próximos meses.

Las mayores dificultades de compañías como Facebook, Apple, Amazon, Microsoft o Alphabet abren la puerta a la mayor incertidumbre. Las cinco acciones, consideradas apuestas sólidas debido a su elevada posición de efectivo y al crecimiento continuo a pesar de la crisis del coronavirus, también representan aproximadamente una cuarta parte del valor de mercado del S&P 500 y han impulsado la estrecha recuperación impulsada por la tecnología.

No obstante, cabe observar el clima global para averiguar a qué responden estos movimientos, más allá del clima de recogida de beneficios. En primer lugar, en clave de política monetaria. Y es que, como era de esperar, Jerome Powell utilizó Jackson Hole para anunciar el resultado de la revisión estratégica de la política monetaria de Estados Unidos lanzada en 2018. “Un cambio en el enfoque de la Reserva Federal tiene implicaciones locales y globales debido al estado del dólar estadounidense como moneda de reserva a nivel global”, indica Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.

La Fed solía operar con un doble objetivo: inflación ligeramente positiva en torno al 2% y pleno empleo por otro. Esto buscaba una compensación entre la salud del mercado laboral y la inflación. Y es que, si se logra el pleno empleo, la inflación se acelera inevitablemente, lo que obliga a los gobiernos a aceptar la inflación.

Tal y como explica Bonzon, la inflación llegará eventualmente, pero no de forma inmediata. “Para que esto suceda, la filosofía monetaria aplicada en respuesta a periodos de inflación de los años sesenta y setenta necesita ser aparcada”, dice. Ese proceso parecería haber comenzado. Por el momento, los bancos centrales reconocen que las economías desarrolladas no pueden permitirse que los activos financieros se desinflen.

“Las elevadas valoraciones de los activos seguirán siendo una característica del panorama económico hasta que logremos que las economías desarrolladas se reactiven de una vez por todas”, asegura el experto de Julius Baer. “Para lograr la reflación, debemos aceptar déficits públicos recurrentes para sustentar la demanda final”, añade.

“(Los inversores) están enamorados de las acciones tecnológicas y se necesitará más razones aún para que esa tendencia se mantenga”, señala Mike Zigmont, jefe de negociación e investigación de Harvest Volatility Management.

“Seguiremos viendo reposicionamiento dentro de las carteras”, asegura Adam Phillips, director de estrategia de carteras de EP Wealth Advisors. “Es difícil saber cuál puede ser la gota que colme el vaso para los inversores, pero algunas caídas no deberían suponer una sorpresa”, agrega el experto.

Por tanto, el esquema se ha de centrar en política fiscal, ya que la política monetaria ha pasado a una flexibilización permanente hasta que se alcance el nivel deseado del IPC y apunte ante todo a asegurar la estabilidad financiera. “Creemos que se permitirá que los precios de los activos se ajusten si la inflación vuelve”, comenta.

El cambio de paradigma

En este sentido, la conclusión de que los activos de riesgo representan menos riesgo cuando la volatilidad es alta. Para explicarlo argumenta que hay que distinguir dos categorías principales de picos de volatilidad. El primer tipo, que es de naturaleza técnica, se debe a la liquidación desordenada de posiciones apalancadas saturadas, generalmente tras un largo período de muy baja volatilidad.

El segundo tipo, está motivado por una degradación fundamental del entorno macroeconómico. “Los diferenciales de crédito se desvían junto con un aumento de la volatilidad”, señala. Mientras no se aborden las causas del deterioro cíclico, la volatilidad alta y creciente no supone un buen augurio. “Aunque el problema es complejo, de media duermo mejor cuando los inversores pagan mucho para defenderse frente a los riesgos que aparecen en los titulares de las noticias que cuando el índice VIX se mantiene permanentemente por debajo del 10%”, ahonda.

Desde la recesión de la pasada década, la Fed ha incumplido sistemáticamente su objetivo de inflación. Por ejemplo, si esta hubiera alcanzado el 2% anual desde 2008, el nivel IPC en Estados Unidos estaría un 5% más alto de lo que se encuentra en la actualidad. No obstante, el presidente de la Reserva Federal no explicó qué herramientas podrían usarse para que la inflación volviese al nivel del 2% en caso de sobrepasarla. Para Bonzon esto puede suponer un "buen problema" a tener en cuenta y, por consiguiente, a resolver, aunque todavía estaríamos lejos de valorarlo. 

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