Amenaza de corrección bursátil

FAMAG, riesgo de 6 billones: los récords del Nasdaq afrontan su prueba de fuego

El grado récord de concentración sectorial ha seguido aumentando: Facebook, Amazon, Microsoft, Apple y Google, las 5 mayores acciones en EEUU, ahora suponen un 22% de la capitalización del S&P500

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l. I

Llevan una década creciendo en bolsa sin freno, pero hasta hace pocos años no se han hecho con el dominio de los grandes índices de Wall Street. Facebook, Amazon, Microsoft, Apple y Google (Alphabet), que forman el acrónimo FAMAG. Los inversores vuelven a estar con el corazón en un puño ante la publicación de sus cuentas corporativas del segundo trimestre después que las dudas ante sus gigantescas valoraciones en bolsa. Los cinco gigantes billonarios tienen la capacidad de provocar un vaivén bursátil tanto al alza como a la baja de todo el mercado ante cualquier decepción con la evolución de sus negocios, amenazas regulatorias que frenen su dominio o, simplemente, una corrección.

El grado récord de concentración en el mercado americano ha seguido aumentando en los últimos años entre las 5 mayores acciones en EEUU, ahora suponen un 22% de la capitalización del S&P 500, frente al 19% en enero y el 16% de hace un año. “Estos 5 valores han subido un 35% en 2020, comparado con una bajada de un 5% de los restantes 495, y las 5 han marcado un máximo histórico este mes. Este mejor comportamiento ha resultado en una gran prima de valoración con respecto al resto del mercado”, advierten los analistas de Goldman Sachs en un informe.

Según las estimaciones del banco de inversión, la contribución de las FAMAG a los beneficios del índice S&P 500 ha subido también, pero menos que los precios. Las cinco acciones cotizan con una prima del 70% en PER frente al resto del mercado: 31 veces beneficios en las FAMAG frente a 18 veces de las otras 495 empresas. Es el diferencial más alto en 20 años, aunque inferior al 150% de la burbuja tecnológica en el año 2000. Apple

“Pero aunque los precios estén soportados por fundamentales, la concentración extrema supone riesgos tanto macro como micro. Desde un punto de vista macro, la concentración récord actual implica que el mercado nunca ha dependido tanto del buen comportamiento de sus componentes más grandes, o que nunca ha sido tan vulnerable a un shock idiosincrático de uno de estos valores”, advierten desde Goldman.

De hecho, la capitalización bursátil del S&P 500 se sitúa en los 28,6 billones de dólares al cierre del pasado viernes frente a los 6,3 billones de dólares que suman las FAMAG, un 22% del índice. Ese peso de las cinco grandes del índice nunca había sido tan alto. Es mayor al 18% registrado en el 2000 o al 20% de 1980, los anteriores picos de concentración de capitalización bursátil en manos de un quinteto de empresas.

Apple roza los 1,69 billones de dólares por sí sola y está a punto de recuperar la primera plaza mundial de las bolsas que le arrebató la petrolera Saudí Aramco tras una OPV. Amazon se sitúa detrás con 1,54 billones y Microsoft ha caído a la tercera posición con 1,52 billones tras la caída bursátil tras sus resultados. Google (Alphabet) vale 1,07 billones, mientras que Facebook se ha situado cerca de los 700.000 millones en bolsa.

Tomando como referencia el índice Nasdaq 100, que agrupa al centenar de empresas tecnológicas más relevantes, la ponderación de estas empresas se dispara al 45%. Apple tiene un peso del 11,9% en el índice, un 11,2% Microsoft y un 11,1% en el caso de Amazon. Google (Alphabet) representa el 6,5% del índice con sus dos tipos de acciones y Facebook, un 4,1%. Dicho de otro modo, la mitad del valor del índice que más ha subido en 2020 está en manos de lo que ocurra con estos cinco gigantes de la tecnología.

Hay una explicación poco conocida sobre la sobredimensión de estas empresas más allá del crecimiento de sus beneficios. Es el boom de la inversión pasiva a través de ETFs, que magnifican las diferencias entre grandes y pequeñas empresas en los índices en los que invierten. Algunos de estos fondos indexados, de hecho, solo compran realmente en los valores más grandes del índice, mientras que el resto de la rentabilidad del indicador se realiza a través de derivados. Por este motivo, entre otros, la evolución de ETFs y sus índice a veces difiere de forma habitual.

El riesgo a un crash bursátil se ha hecho visible tanto para el Nasdaq 100 como para el S&P 500. “Por ejemplo, si las acciones ya conocidas como FAMAG caen un 10%, para que el índice se mantuviera plano, las 100 acciones más pequeñas del S&P500 tendrían que subir todas un 90%. Esta dinámica explica por qué generalmente lo que se conoce como una "amplitud de mercado estrecha" (es decir, que el movimiento de mercado está apoyado por un pequeño número de valores) ha precedido frecuentemente grandes caídas. Hoy, esta amplitud de mercado es la más estrecha de los últimos 20 años”, advierten desde Goldman.

Otro de los riesgos para estas empresas se esconde en la letra pequeña de los fondos de inversión o de las reglas de composición de un índice. En el caso del S&P 500, Apple, Amazon o Microsoft han superado el 5% del peso en el índice que se autoimponen muchos fondos y gestores de cartera a la hora de construir su lista de valores. En el Nasdaq 100, este límite se situaría en torno al 10% que también han cruzado hace tiempo. Por eso muchos inversores no solo no acompañarán con más compras de acciones a estas empresas sino que se verán obligados a vender para ajustarse a estos límites.

Más allá de los factores técnicos, la nueva ronda de resultados del segundo trimestre se analizará con lupa en el caso de las FAMAG. Cualquier rebaja de expectativas de crecimiento, provocada bien por regulación o por otro catalizador, pesaría de forma importante en sus precios”, advierten desde Goldman. Otras amenazas pasan también por los recientes roces con la regulación en EEUU y Europa de empresas como Facebook o Apple. La Appstore de esta última afronta acusaciones de monopolio por parte de grandes tecnológicas que ven como el fabricante del iPhone se queda con el 30% de cualquier venta realizada a través de aplicaciones basadas en iOS.

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