Tras el rebrote de Covid-19

Wall Street, en desventaja: el rescate de EEUU se queda corto frente al europeo

El paquete de rescate de la Casa Blanca con inyecciones directas de renta a las familias se queda escaso en comparación las medidas de la UE para proteger el empleo, los desempleados o la sanidad gratuita.

Donald Trump./ EP
Donald Trump./ EP

Los mercados en Estados Unidos han tenido una gran implosión alcista, puesto que están a poco más de un 4% de reconquistar los máximos históricos del mes de febrero, en parte, por el paquete de medidas que anunció la Reserva Federal (Fed) y el Gobierno de Donald Trump. Sin embargo, la cuestión es si los índices de Wall Street han reaccionado con un exceso de optimismo en comparación con la renta variable europea bajo el paraguas del fondo de recuperación.

Como contexto, el país norteamericano dio luz verde a un paquete de medidas de estímulo de 2,2 billones de dólares (1,82 billones de euros) para mitigar los efectos de la crisis sanitarias entre las que se incluyen inyecciones directas de liquidez sobre el bolsillo de los ciudadanos para que el consumo se pueda reactivar.

Este paquete de estímulo fiscal sería tres veces más del que se ejecutó en 2009 tras el estallido de la crisis financiera y que en aquel momento fue de 700.000 millones de dólares. Las medidas incluyen una partida de cerca de 250.000 millones de dólares que se reservarán para efectuar pagos directos a individuos y familias; 350.000 millones en préstamos para pymes; 250.000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo; 150.000 millones de dólares para el apoyo a las autoridades locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema sanitario.

En la Unión Europea las medidas son diferentes y los montantes no se inyectan directamente a las familias, sino más bien a subsidiar lo máximo posible. Lo aprobado por el Consejo Europeo fue un paquete financiero que suma 750.000 millones del plan de recuperación (390.000 millones de euros en transferencias, ayudas directas que no hay que devolver, y 360.000 millones más en forma de créditos) más 1,074 billones para los presupuestos de los próximos siete años. Unos números que parece que han aplaudido las bolsas.

Las diferencias en el sistema de salud y de desempleo

La principal duda que se abre es que, en términos macroeconómicos, qué regiones saldrán más beneficiadas por estas diferentes estrategias en el plano de la economía. Y es que Estados Unidos y Europa tienen notables diferencias, especialmente en materia sanitaria y del mercado laboral.

En Estados Unidos, la mitad de los trabajadores reciben un seguro de salud a través de sus empresas, mientras que un 34% adicional tiene beneficios mediante los programas gubernamentales Medicare y Medicaid. Lo llamativo es que, según datos oficiales, el 9% no dispone de ningún seguro.

En el viejo continente todo cambia, pues la cobertura universal es una máxima, generalmente financiada por nómina o impuestos. “El hecho de que Europa apueste por un sistema de seguridad social robusto se traduce en que las ayudas en su conjunto son más elevadas que las anunciadas por EE.UU., ya que las medidas gubernamentales no permiten que se alcance el porcentaje de gasto sanitario en la UE”, explican los expertos de Goldman Sachs, lo cual abre dudas de cara al futuro sobre el potencial de Wall Street frente a otras plazas. Sobre todo, si se produce una segunda ola más potente.

Por otro lado, el sistema del cobro de desempleo también es bastante diferente. El paquete de rescate federal concedió a los trabajadores desempleados 600 euros adicionales por semana hasta julio. También, extendió los beneficios a quienes perdieron el trabajo como resultado del brote. Con la legislación de emergencia son 13 semanas más de prestación.

Comparativamente, el beneficio por desempleo de Alemania paga el 60% del sueldo anterior durante doce meses, mientras que Francia proporciona hasta el 75% del sueldo medio diario anterior por hasta dos años.

Dos sistemas contrapuestos que deja a las claras el agujero que tiene que tapar el gobierno norteamericano y que reflejan que las ayudas son inferiores. De ahí a que los expertos duden del impacto macro global en las dos regiones y de quiénes pueden salir más perjudicados en el largo plazo.

Inconvenientes para los mercados

El apoyo masivo de los gobiernos y el estímulo de los bancos centrales han contribuido a reducir los tipos de interés de los préstamos y los descuentos. “Esto ha aumentado aún más las primas de retorno a la renta variable en relación con los bonos”, comenta José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.

Según los expertos, el principal inconveniente de las políticas expansivas estadounidenses es la distorsión del mercado. “Los ciudadanos podrían comenzar a consumir bienes y servicios que antes no consumían y se pueden encarecer las importaciones”, indica el equipo de análisis de Jefferies. Y es que, a su modo de ver, la bolsa podría no estar descontando el impacto económico real. “Sobre todo, si sigue sin controlarse la pandemia”, sentencia.

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