Supera el 3% del capital

Ken Griffin se sube a IAG (Iberia, British Airways) ante el pulso Londres-Madrid

Ken Griffin, fundador de Citadel y nuevo accionista de IAG.
Ken Griffin, fundador de Citadel y nuevo accionista de IAG.
L. I.

Ken Griffin, el fundador del 'hedge fund' Citadel y dueño de la casa más cara de Londres, acaba de construir una participación superior al 3% del capital en IAG, el holding dueño de aerolíneas como Iberia, British Airways, Vueling o Air Europa, según el registro de CNMV.

El valor de la participación se eleva por encima de los 160 millones de euros a los precios actuales, aunque la entrada se ha realizado a través de derivados financieros. En concreto, un 'equity swap' para tener exposición apalancada a la empresa pero con un coste de inversión muy inferior que si invirtiera al contado.

De este modo, Citadel, a través de su fondo Citadel Multi-Strategy Equities Master Fund con sede en Islas Caimán, contrata ese derivado que se liquida por diferencias a cambio de un pago de un tipo de interés. No obstante, el inversor no detalla a la CNMV los términos de su operativa, ni con quién ha firmado ese contrato privado.

Griffin se convierte así en el cuarto mayor accionista de IAG con ese 3%, por detrás de Qatar Airways (25%), Capital Research (9,8%) y Lansdowne Partners (4,5%). Se sitúa así por delante de Invesco (2%) o el Estado (SEPI), que controla alrededor del 2,4% del capital.

Los movimientos accionariales no han cesado en el último mes y medio con el crash bursátil registrado por IAG, que ha pasado de cotizar en 7,7 a 2,5 euros, es decir, ha perdido un 67% de su valor en bolsa o 10.000 millones de euros.

La entrada de Griffin en IAG se produce tras el inicio de una pugna entre España y Reino Unido por la protección de sus antiguas aerolíneas públicas British Airways e Iberia, ambas consideradas estratégicas. Las acciones del holding aéreo se elevan un 20% desde que el pasado lunes tocaron suelo cerca de los 2,1 euros y han iniciado un tímido rebote.

Sin embargo, las perspectivas de la empresa no son nada halagüeñas debido al parón de la actividad. La patronal aérea IATA estima que los ingresos pérdidos en la industria podrían caer en picado en 252.000 millones de dólares (231.000, de euros), un 44% por debajo de la cifra de 2019. También señala sin ayuda gubernamental el sector no sobrevivirá.

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