Equilibrará el canje

La cuarentena al dividendo dará acceso a Caixa al pago extra de Bankia en 2021

El dividendo embalsado del trienio 2018-2020 del banco semipúblico se situaba en los 1.500 millones de euros para 2021 teniendo en cuenta su política de retribución previa al Covid-19.

Fainé dirige la Fundación La Caixa y Criteria Caixa.
Fainé preside la Fundación La Caixa y Criteria Caixa.
L. I.

Cuando estalló la pandemia del Covid-19, Bankia se preparaba para entregar un dividendo extraordinario con el que completar los 2.500 millones de euros en pagos al accionista que se planteó en el trienio 2018-2020. Pero la entidad que dirigen José Ignacio Goirigolzarri y José Sevilla dio por abandonado ese objetivo el pasado 27 de marzo con la cuenta pagada en poco más de 1.000 millones pese a contar con más munición en la recámara. Pero el virus truncó esos planes y los dejó congelados por el BCE.

Ese 'dividendo embalsado' se ha convertido en uno de los grandes atractivos para que Criteria Caixa, el mayor accionista de Caixabank, haya visto con buenos ojos la fusión y el pago de una prima al Estado por el cambio de control de Bankia. Bajo el planteamiento inicial de una fusión con canje de acciones entre ambos bancos para dar a luz al nuevo grupo, en términos proforma, Criteria mantendría alrededor del 30% del nuevo grupo y el Estado, a través del FROB y BFA, alrededor del 15% del capital.

El exceso de capital de Bankia -que en el segundo trimestre elevó su ratio de solvencia Cet1 del 13% al 14%- le sitúa en mejor situación que Caixabank -que mejoró del 12% al 12,3% ese ratio- de cara a lo que resta de 2020. Entre las dos acumulan una base de capital Cet 1 de 29.000 millones de euros, que situaría el ratio de la entidad fusionada en torno al 13%, casi 500 puntos básicos por encima del mínimo regulatorio. Pero esa sobrecapitalización supone un posición de fuerza del director del FROB, Jaime Ponce, a la hora de sentarse con Criteria Caixa y Caixabank para negociar la contraprestación.

De confirmarse un escenario del canje accionarial, los accionistas de Bankia tendrían mayor peso relativo frente a los de Caixa, un banco mucho más grande tanto en activos como por valoración en bolsa. Tras la reacción en bolsa a la operación entre viernes y lunes, la proporción del canje se ha estrechado de cuatro a uno… a tres a uno: 12.000 millones de euros vale en bolsa Caixabank por los 4.170 que capitaliza Bankia.

Tanto el premio por el cambio de control como el exceso de liquidez de Bankia permiten la opción que el Estado pueda hacer caja inmediata de forma parcial vendiendo títulos en un escenario de canje de acciones. Será la única vía puesto que el pago de un dividendo antes de la fusión, la fórmula más habitual en este tipo de uniones, queda descartado por la vigente prohibición del Banco Central Europeo (BCE) durante el 2020.

Criteria Caixa contaba con liquidez inmediata de 1.000 millones de euros al cierre del segundo trimestre, aunque buena parte de su cartera de 17.700 millones son acciones de empresas cotizadas que pueden convertirse en efectivo con facilidad. De hecho, Suez, donde tiene el 5,9% del capital, está viviendo estos días un evento de liquidez tras la oferta de Veolia para comprar una participación del 29,9% en la empresa.

Fainé quiere recupera el dividendo

Las perspectivas sobre los futuros pagos de dividendos en 2021 quedan ligadas de forma obligatoria a la evolución de la pandemia, el crecimiento del crédito o la morosidad, pero también del coste de la reestructuración que conllevará la fusión. El presidente de Criteria, Isidre Fainé, ya ha mostrado su firme intención de recuperar el dividendo. "No estoy de acuerdo con esta política que ahora está de moda de no pagar dividendos", dijo en junio.

Las sinergias de CaixaBankia se estiman entre los 200 y 700 millones anuales en forma de ahorro de costes, es decir, entre 600 y 2.100 por trienio. El solapamiento de la red de sucursales alcanzaría a una de cada cuatro oficinas (1.400) y el coste si se producen despidos para la mitad de los empleados de esa red se elevaría a los 1.000 millones, según Barclays.

Antes del Covid-19, Bankia estaba repartiendo un dividendo ordinario de 0,11 euros al año, o 355 millones de euros. El banco distribuyó su pago en abril esquivando el veto del BCE debido a que ya estaba aprobado en la Junta de Accionistas.  La entidad retomó el dividendo en 2015 y desde entonces el Estado ha cobrado 1.180 millones por esta vía: 128 millones correspondientes al ejercicio 2014; 195 a 2015; 211 a 2016; 208 a 2017; 219 a 2018 y otros 220 del correspondiente a 2019 pero que cobró en abril de 2020

Caixabank, en cambio, tuvo que reducir de 0,15 a 0,07 euros por acción el suyo, es decir, de 897 a 418 millones. La unión de Caixa y Bankia hubiese pagado en 2020 más de 1.250 millones en dividendos de no ser por la repentina crisis de la Covid-19. Cuándo y cómo recuperarán su velocidad de crucero ambas entidades es la gran incógnita, pero no será hasta 2021 cuando comience a clarificarse la futura retribución de ambos bancos.

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