Para defender al euro

La 'mano dura' en el BCE catapulta al Euríbor del 1% al 1,5% en tres semanas

El banco central admite que realizó un movimiento fuera del guión el pasado 21 de julio para demostrar "claridad" y "compromiso" contra la inflación pero prevé compensarlo con su nuevo bazuca TPI.

Lagarde reaparecerá el 8 de septiembre para decidir sobre la política del BCE.
Lagarde reaparecerá el 8 de septiembre para decidir sobre la política del BCE.
L. I. / Archivo

Un brusco cambio en las condiciones de financiación se está produciendo este mes de agosto. El mercado interbancario ha vuelto a reaccionar primero con un tensionamiento de los intereses en los préstamos entre entidades, como refleja la evolución de los índices Euríbor en las últimas jornadas. El índice a 12 meses ha escalado hasta el 1,5% en tasa diaria en cuestión de tres semanas, 0,56 puntos más que el 0,92% en que cerró el mes de julio. 

Su impacto en las hipotecas comienza a ser notable y lo será aún más hasta final de año. De hecho, las revisiones de los préstamos que tengan agosto como mes de referencia marcarán un récord de encarecimiento con cerca de 160 puntos básicos, al comparar el promedio mensual actual con el -0,49% de hace doce meses. Es el mayor salto anual de la historia del Euríbor. El índice influencia el coste para 3 de cada 4 hipotecas y para un saldo vivo de 450.000 millones de euros, según datos del Banco de España.

El salto de más de medio punto porcentual se produce después de la sorpresa que dio el Banco Central Europeo (BCE) el 21 de julio con una subida de tipos mayor de lo previsto, pero también ante el temor de que puede ir mucho más allá para contrarrestar una inflación que se asoma a los dos dígitos de crecimiento y para evitar una depreciación mayor del euro, que se ha convertido en una fuente adicional de presión sobre el IPC, como reconoce en las actas de su última reunión en propio banco central.

"Las actas de la reunión de julio del Banco Central Europeo subrayan su nuevo enfoque hacia la normalización: podemos hacer lo que queramos, cuando queramos. La 'recesión' sigue siendo una palabra prohibida en el diccionario del BCE, ya que solo se usó nueve veces. Sin embargo, había muchas frases como recesión o contracción, apuntando en la misma dirección", ironiza Carsten Brzeski, economista jefe en ING. 

Los inversores apuestan ahora por una subida agresiva de tipos de 50 puntos básicos del BCE entre septiembre, según los swaps vinculados a la fecha de decisión. Eso elevaría el precio del dinero hasta el 1%. Pese a que la política monetaria poco puede hacer ante la escalada de precios energéticos, el banco europeo busca replicar el mensaje de la Reserva Federal (Fed) de que seguirá subiendo los tipos mientras la inflación sea demasiado alta, pese al riesgo de acelerar la recesión económica en la que están la mayoría de países del euro.

"La última caída en las expectativas de inflación de EEUU parece ser el resultado de la caída de los precios de la gasolina y no tanto de las últimas subidas de tipos de la Fed. Esto podría ser un indicio para el BCE de que una serie de subidas de tipos más agresivas podría ser demasiado buena para ser verdad. En consecuencia, todavía esperamos que el BCE adopte un enfoque menos agresivo que la Fed", advierte Brzeski.

Precisamente, la defensa del valor de la moneda se ha convertido en una cuestión central para la institución que dirige Christine Lagarde. La pérdida de la paridad y su caída a mínimos de 20 años en los 0,99 dólares está generando cierta preocupación porque genera presiones inflacionistas. "El precio del activo más afectado por la divergencia entre las políticas monetarias en las principales áreas monetarias fue el tipo de cambio del euro. La depreciación del euro fue una fuente de mayor inflación", alerta.

Pero no todo serán subidas de tipos de interés. El BCE se ha sacado un nuevo as de la manga con la creación del Instrumento de Protección de Transmisión monetaria (TPI, por sus sigla en inglés), su nuevo bazuca que le permitirá intervenir de forma ilimitada si así lo requiere sobre cualquier mercado o jurisdicción en el que se produzca un deterioro en las condiciones de financiación. "El TPI era necesario, y específicamente diseñado, para minimizar las amenazas a la transmisión derivadas de la normalización de los tipos de interés", admite la autoridad monetaria en su documento oficial de la reunión de julio. Esa salvaguarda ha contenido las primas de riesgo de la deuda pública soberana, aplacado tensiones financieras y también la subida del Euríbor, pero este se ha desatado otra vez en agosto. 

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