Ataque de nervios entre los operadores energéticos. El precio del gas natural en la plataforma TTF en Holanda, de referencia para Alemania y Centroeuropa, se ha disparado este miércoles a nuevos máximos históricos por encima de 300 euros por megawatio-hora (MWh), una barrera que los expertos consideran ya como de asfixia total para la industria energética europea, que depende del combustible para generar electricidad.
El motivo del estado de pánico en la contratación de los futuros con entrega a partir de septiembre es el anunciado corte total del suministro en el gasoducto Nord Stream 1 que todavía envía gas de Rusia a Alemania a pesar de la guerra y las sanciones desde Europa. Gazprom, la estatal rusa, dijo el viernes que el próximo 31 de agosto cortará durante 72 horas el flujo para resolver problemas técnicos y realizar labores de mantenimiento.
A las 17:34 horas de este miércoles, el contrato TTF con entrega en septiembre marcó 302 euros / MWh, el segundo más alto de la historia tras el intradía de 345 euros del pasado 7 de marzo. Concluida la actividad bursátil en el mercado de Róterdam, el gas cerró en los 290 euros, un 9% más que el martes. En España, la subasta diaria de Mibgas con efectos del jueves 25 de agosto se completó en 208 euros, un 8% más.
Comparativamente, el gas Henry Hub, la referencia de EEUU, cotiza hoy en el equivalente a unos 30 euros / MWh, es decir, diez veces menos. De hecho, hace un año, el TTF holandés se movía en niveles de 25 a 30 euros en agosto antes de iniciar una escalada de precios vertical que le ha llevado a encarecerse un 1.000% interanual.
Pero el problema ya no es tanto el precio sino la psicosis de escasez generada por Rusia. Desde que la Unión Europea (UE) aprobó hace un mes las medidas racionamiento del consumo energético, el precio del gas se ha duplicado prácticamente. Los llamamientos públicos a las compras conjuntas de gas realizados desde octubre por parte de algunos líderes políticos -Pedro Sánchez entre ellos- no han hecho sino calentar los precios.
Los operadores energéticos también tachan de absurdo los actuales niveles en ese mercado toda vez que las cotizaciones del gas que se están fijando están duplicando, por ejemplo, los precios a los que se vende el gas licuado (GNL) que llega desde EEUU y otros países, que ya supone tres cuartas partes de todo el combustible que entra en el sistema europeo.
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