Ariel Bezalel (Jupiter AM)

Por qué la inflación puede quedarse solo en un susto y generar oportunidades

A corto plazo, las presiones inflacionistas fluctuarán, pero como inversores que tratan de equilibrar los riesgos y las recompensas, dice el gestor de Jupiter, hay que fijarse más en las tendencias a largo plazo.

Ariel Bezalel (Júpiter)
Ariel Bezalel, gestor de Júpiter AM.
Efe

La previsión sobre los tipos de interés e inflación no solo está recibiendo el foco de los bancos centrales, sino también las estimaciones fijadas por los expertos en gestión de activos. Principalmente, para descifrar qué camino tiene por recorrer ahora el mercado de bonos y si se presentan oportunidades en las que invertir ante un panorama que parece que tras la pandemia del coronavirus ha virado hacia un rumbo aún desconocido.

Ariel Bezalel, responsable de renta fija de la gestora y gestor del fondo Jupiter Dynamic Bond, en un encuentro ante medios de comunicación, explica cuáles son los parámetros en los que hay que centrarse en el presente para anticiparse a lo que puede producirse en los próximos meses. Sobre todo, partiendo de los esquemas que la gestora británica se ha trazado en torno a los datos macro.

A su modo de ver, nos mantendremos en un entorno prolongado de tipos de interés bajos. “Indudablemente va a registrarse un fuerte repunte del crecimiento y la inflación con las reaperturas, pero creemos que este se deberá en su mayor parte a los bajos niveles de comparación y a algunos cuellos de botella temporales en la oferta, y que estas presiones se desvanecerán al cabo de uno o dos trimestres como máximo”, apunta.

A corto plazo, las presiones inflacionistas fluctuarán, pero como inversores que tratan de equilibrar los riesgos y las recompensas, dice que hay que fijarse más en las tendencias a largo plazo. “Esto se debe a que existe una combinación de factores —el exceso de deuda, la ‘zombificación’ del sector empresarial, el envejecimiento de la población y las alteraciones provocadas por la globalización, la tecnología y la mano de obra barata— que está conteniendo la inflación estructural en todas partes”, apunta.

Bezalel piensa que, con este telón de fondo, primero hay que centrarse en los aspectos macro que hacen que cambie la gestión de activos en las carteras. “Se ha de hacer una aproximación con cautela”, destaca. “Si miras hacia atrás, hubo un colapso en la parte de la inflación con la aparición posterior de la deflación tras la anterior crisis; ahora con los estímulos de los gobiernos y los bancos centrales se ha producido un 'shock' en suministros y un desajuste entre la oferta y la demanda que ha cambiado el entorno inflacionario, lo cual ha afectado en la curva de tipos de los bonos”, relata.

No obstante, en el largo plazo cree que hay presiones que aún empujan a la inflación a la baja. “La escalofriante cantidad de deuda que acumula el mundo es el motivo principal por el que pensamos que el repunte de la inflación es transitorio, más que estructural”, señala Bezalel.

Los niveles de deuda mundial aumentaron en 40 billones de dólares solo durante los últimos doce meses. En total, el mundo descansa sobre un volumen de deuda de 280 billones de dólares, de acuerdo con el FMI. Eso supone 3,2 veces más que el PIB mundial, que se sitúa en 87,5 millones de dólares. Generalmente, cuando la ratio deuda pública-PIB alcanza el 50-60 %, el crecimiento empieza a resentirse y eso termina actuando como un lastre para las presiones inflacionistas.

Envejecimiento de la población, salarios, internet…

Otra de las razones fundamentales es que el envejecimiento demográfico repercute en el consumo, que generalmente toca techo entre los 40 y 45 años de edad de una persona; así, en torno a los 75 años de edad el consumo de una persona prácticamente se reduce a la mitad. “Para el 2030 en Estados Unidos habrá más de un 20% de personas mayores de 65 años, lo cual genera un impacto sobre los precios”, explica Bezalel.

He ahí una razón fundamental que les lleva a pensar que los gobiernos y los bancos centrales necesitarán intervenir a través de la política monetaria y presupuestaria durante algún tiempo para sostener las economías a medida que la generación del 'Baby Boom' se va jubilando. Las poblaciones de mayor edad sencillamente ahorran más y gastan una parte menor de su renta.

De igual modo, el experto cree que el bajo crecimiento de los salarios es otro factor que pensamos que seguirá conteniendo la inflación a largo plazo. “El declive de los sindicatos, junto con el poder y la influencia cada vez mayores de un puñado de monopolios internacionales, apuntan a que la presión bajista sobre los salarios va a continuar”, opina.

Las perturbaciones provocadas por la IA, la robótica y la automatización probablemente afiancen aún más el reducido crecimiento de los salarios. “Para que la inflación estructural se convierta en un motivo de preocupación, la inflación salarial debe consolidarse y acelerar”, añade.

Asimismo, el impacto de la tecnología e internet es un factor que para el responsable de renta fija de Jupiter AM empuja los precios a la baja por el alcance que tiene a nivel poblacional. “Hace difícil que los precios repunten en un horizonte más amplio”, concreta.

También conviene señalar que el impulso al crédito de China está descendiendo, lo que podría ser un obstáculo para el sector manufacturero mundial. Pensamos que ese ha sido uno de los mejores indicadores adelantados de las tendencias macroeconómicas globales durante los últimos diez años.

Las oportunidades en los bonos

Estos son factores por los que la gestora no se decanta por un retorno ciego de la inflación, como sí vaticina el consenso del mercado. “Con este escenario seguimos aplicando una 'estrategia barbell' que invierte en una cuidada selección de bonos corporativos junto con deuda pública estadounidense y australiana a medio y largo plazo con la que tratamos de proteger la cartera frente a los acontecimientos adversos que podrían ocurrir durante los próximos meses”, comenta.

“Nuestra exposición a bonos High Yield (bono basura) se caracteriza por una duración corta, poniendo el foco en carrytrades, y por un posicionamiento defensivo en materia de vencimientos (previstos y medidos) y sectores”, afirma. “Por ejemplo, esperamos que alrededor de la mitad de la exposición a bonos High Yield del fondo se reembolse durante los próximos doce meses mediante fechas de vencimiento fijas o mediante amortizaciones anticipadas o refinanciaciones”, cuenta.

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