Viernes negro, semana para olvidar y un mes de abril para los registros de los libros de historia. Las acciones tecnológicas estadounidenses marcaron el paso a Wall Street este viernes hacia un desplome bursátil en vísperas de que la Reserva Federal (Fed) haga acto de presencia con sus temidas subidas de los tipos de interés. El Nasdaq Composite, índice que mide la evolución de la mayor parte del mercado tecnológico, registró un desplome del 4,2%, hasta 12.334 puntos, en su peor jornada desde septiembre de 2020, su semana más bajista desde enero y, en resumen, con un saldo mensual (-13,2%) que los inversores no habían visto desde octubre de 2008 tras la caída de Lehman.
El S&P 500 perdió un 8,8% en abril, su peor mes desde marzo de 2020 en el inicio de la pandemia de Covid. El Dow Jones bajó un 4,9% en el mes. El pésimo comportamiento de las acciones tecnológicas tiene su origen en las presentaciones de resultados corporativos del primer trimestre de 2022. De hecho, Amazon, con un capitalización de 1,6 billones antes de la sesión de este viernes, se desplomó un 14% en su peor jornada desde 2006, después de su entrada en pérdidas y la ralentización de su negocio. Apple, que valía en bolsa 2,6 billones, se desplomó otro 3,6% después de unas cuentas récord pero que esconden un 'profit warning' para el trimestre en curso.
De los grandes valores tecnológicos solo se han librado de la debacle semanal Microsoft y Facebook (Meta), que subieron en bolsa tras rendir cuentas. El resto ha caído presa de los números rojos. Tesla, el giganre del automóvil de Elon Musk, registró ha perdido más del 11% de su valor en bolsa esta semana después de que su consejero delegado y principal accionista haya vendido acciones masivamente (8.500 millones de dólares) a mercado para financiar su opa sobre Twitter, además de poner otro porcentaje como aval para conseguir la financiación de 44.000 millones que necesita para su compra.
El desastre bursátil se ha fraguado una semana antes de que la Fed lleve a cabo una subida de tipos de interés de 50 puntos básicos -hasta el 1%- y anuncie el inicio de la reducción de balance. Las bolsas no han logrado dar la vuelta a un mes que pintaba mal desde el inicio por los últimos datos de inflación, los efectos de la guerra de Ucrania y el nuevo confinamiento masivo en China que ha provocado la parálisis industrial y comercial, con efectos severos otra vez sobre la cadena de suministros.
Fuera del sector tecnológico, las dos grandes petroleras estadounidenses, ExxonMobil (-2,33 %) y Chevron (-3,16 %), registraron claras pérdidas en Wall Street a pesar de que hoy dieron a conocer unas cuentas trimestrales con grandes ganancias por la subida de los precios del crudo. El petróleo intermedio de Texas cerró la sesión con una bajada del 1,2 %, hasta 104,09 dólares, y al término de la jornada en Wall Street el oro subía a 1.896,8 dólares la onza, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años avanzaba al 2,926 % y el dólar retrocedía frente al euro, con un cambio de 1,055.
Los expertos temen que continúe el ajuste de los mercados si la Fed de Jerome Powell confirma el movimiento monetario del que avisó la semana pasada. Además, los grandes inversores de Wall Street seguirán con atención el informe de empleo de abril después de la inesperada contracción del PIB en que ha conocido Wall Street esta semana. En el terreno corporativo, la publicación de cuentas corporativas de multinacionales de EEUU como Pfizer, Starbucks y Uber, entre otras, completarán la foto sobre el impacto empresarial de la guerra, el Covid y la ola inflacionista. El S&P 500 entrará en mayo con una caída acumulada del 13,3% en 2022, mientras que el Nasdaq Comp ha bajado un 21,2% y el Dow Jones casi un 9,3%.
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