La cotización de Telefónica ha tocado este jueves mínimos del año 1996, con un retroceso que por momentos ha llegado a superar el 3%. Finalmente, la 'teleco' ha recuperado algo de terreno y ha cerrado en los 3,44 euros por título (-0,95%), por lo que retrocede más de un 42% en lo que llevamos de ejercicio y se deja por el camino alrededor de 14.000 millones de euros de capitalización.
El precio mínimo de la acción durante esta jornada se ha situado en los 3,347 euros, lo que implicaba un desplome del 3,5%. Este nuevo castigo a los títulos de la compañía se produce después de que el Banco Sabadell la incluyese este martes en la lista de empresas susceptibles de abandonar el índice Euro Stoxx 50 el próximo 18 de septiembre, cuando el selectivo de la zona euro afronta su próxima revisión.
A comienzos de mes, su presidente, José María Álvarez-Pallete, volvió a adquirir acciones de la operadora para tratar de lanzar un mensaje de confianza al mercado. En concreto, el directivo compró 100.000 acciones a un precio de mercado de 3,52 euros por título el pasado día 6, lo que le supuso un desembolso de 352.000 euros, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La batalla ‘low cost’ dentro de las operadoras, el elevado nivel de deuda que ha venido sopotando la firma o la exposición a Latinoamérica (con el desplome de las divisas emergentes ante la inestabilidad política y el golpe que ha supuesto la pandemia de coronavirus) han torpedeado la acción, que 12 de octubre de 2007 marcó su máximo histórico en los 21,90 euros. Telefónica llegó a valer 100.000 millones de euros. Desde aquel techo sus títulos se desploman un 84,61%.
Mantiene objetivos y dividendo pese al 'golpe' del coronavirus
La compañía ha podido rebajar su nivel de pasivo un 7,5% interanual de enero a junio hasta los 37.201 millones de euros, recortándola en 1.000 millones a lo largo del segundo trimestre. Un periodo en el que la operadora ha registrado una caída del 14,8% en sus ingresos por la merma en la actividad comercial y los tipos de cambio, y en el que ha visto retroceder un 50% su beneficio.
En el conjunto del primer semestre, sus ingresos caen un 10% hasta los 21.706 millones de euros y su beneficio neto sufre un tijeretazo del 53,4% hasta los 831 millones de euros. Pese a ello, la compañía mantiene el dividendo de 2020 y reitera sus objetivos de crecimiento para los dos próximos años.
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