Renovar los máximos

La reducción del nivel de deuda será el incentivo para las subidas en Wall Street

Incluso mientras se sigue luchando a nivel mundial contra el Covid-19 y esperando ansiosamente que la campaña de vacunación avance, las noticias en el ámbito corporativo están empezando a mejorar.

Wall street
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EFE

El nivel de deuda de las empresas en Estados Unidos puede ser el factor oculto tras el que los mercados, Wall Street en especial, pueden terminar despegando a cotas aún más altas o no. El haber tocado su techo recientemente podría anunciar ya el comienzo del proceso de recuperación de los balances empresariales, lo cual puede traducirse en el inicio del saneamiento de las compañías en el largo plazo.

Incluso mientras se sigue luchando a nivel mundial contra el Covid-19 y esperando ansiosamente que la campaña de vacunación avance, las noticias en el ámbito corporativo están empezando a mejorar. Los informes de resultados del tercer trimestre indicaron que, en la mayoría de los casos, las empresas han podido detener el deterioro de los fundamentales corporativos y han comenzado a reparar el daño causado por la pandemia.

“La recuperación económica prevista para 2021 debería ser un viento de cola para los beneficios empresariales, mientras que las medidas adoptadas para reducir los costes y recortar la deuda deberían ayudar en el proceso de desapalancamiento”, resalta el equipo de Schroders.

No obstante, la situación sigue siendo muy incierta y un retroceso significativo en la recuperación podría dar lugar rápidamente a nuevas preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda. “Dado que el ensanchamiento de los diferenciales de crédito se ha reducido más o menos desde principios de este año, no hay mucho margen de error, ni para las empresas, ni para los inversores”, añaden los expertos de la gestora británica.

Asimismo, las firmas de menor calidad crediticia y más pequeñas se encuentran en una posición más precaria y tienen menos margen de maniobra. Pero el aligeramiento de deudas es sin duda un catalizador que puede terminar por disparar a las bolsas durante los próximos meses.

El apalancamiento neto del crédito con grado de inversión de Estados Unidos –la relación entre la deuda neta y los beneficios antes de intereses, impuestos, deuda y amortización (EBITDA por sus siglas en inglés)– bajó ligeramente en el tercer trimestre desde un máximo histórico. Ahora se sitúa justo por encima de 2,5 veces los beneficios.

Esta estabilización de nivel de deuda fue impulsada por tres factores. En primer lugar, la desaceleración del crecimiento de la deuda. Segundo, el rebote del EBTIDA tras los confinamientos que se suavizaron en el tercer trimestre. Y, por último, debido a que algunas de las empresas más apalancadas fueron rebajadas a alto rendimiento ('high yield', en inglés) o sacadas del mercado a través de fusiones y adquisiciones.

“La mejora de la carga de la deuda puede ser un factor fundamental para el desembarco de un mayor volumen de inversión, por lo que habrá que estar pendiente en este 2021 de la evolución de los apalancamientos corporativos”, detallan en un informe los analistas de SunTrust.

La reducción del apalancamiento, crucial para la recuperación

Aunque el golpe del Covid-19 podría no ser tan severo como se esperaba en primavera, las compañías todavía necesitan reparar el daño causado por la pandemia en sus balances. El primer indicativo es que la mayoría se está tomando esta tarea en serio durante estos últimos meses.

Muestra de ello es que los ratios de 'payout' han caído cerca de los niveles de 2009 y muchas empresas están revisando los planes de gastos en un esfuerzo por reducir los costes. Junto con un probable repunte de los beneficios, el apalancamiento debería comenzar a disminuir en 2021, a menos que se produzcan escenarios económicos adversos y dificultades en el despliegue de las vacunas.

“Dada la elevada proporción de deuda en los balances, una gestión conservadora del capital es crucial para complementar unas perspectivas de beneficios más prometedoras”, argumentan desde Schroders. Este es el caso especialmente de las empresas expuestas al Covid-19, que tienen una mayor urgencia por actuar para evitar bajadas de rating o impagos. El alto apalancamiento en el mercado de grado de inversión, incluso antes del Covid-19, puede atribuirse en parte a las operaciones de fusiones y adquisiciones que se financiaron con importantes emisiones de deuda.

Actualmente, la cartera de operaciones corporativas que implican emisiones de deuda con grado de inversión es muy baja y algunas empresas con alto apalancamiento han emitido recientemente nuevas acciones. Sin embargo, con los rendimientos a un nivel récord bajo, la realización de tratos financiados con deuda podría regresar antes de lo que los inversores de crédito quisieran.

“Además, si bien es probable que las ampliaciones de capital aumenten para ayudar al desapalancamiento, es poco probable que los niveles de deuda disminuyan sustancialmente, porque el coste de la deuda sigue siendo inferior al coste de las acciones, especialmente en Europa”, concluyen desde la gestora británica.

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