Finanzas y bancos

Las diferencias entre un crédito y un préstamo que hay que saber para elegir

Para escoger entre uno u otro hay que tener en cuenta factores como el periodo de amortización o los intereses.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Freepik.

Cualquiera puede necesitar en algún momento una inyección de dinero del que disponer rápidamente. Para la compra de un coche, una reforma, porque ha sucedido un imprevisto... sea cual sea el escenario, lo más habitual es dirigirse a un banco para consultar los diferentes tipos de financiación disponibles que más se ajusten a las necesidades de cada caso. 

Habitualmente, las entidades bancarias disponen de préstamos y líneas de crédito que, por mucho que parezcan similares, presentan varias diferencias que es conveniente conocer. Solo de esta manera se podrá escoger la opción más idónea para cada situación. La principal de ellas, tal y como explican en BBVA, es la manera en la que el banco nos facilita la cantidad de dinero: en un préstamo pedimos toda la cantidad que necesitemos y tenemos acceso a ella desde el primer momento mientras que una línea de crédito se puede modular, ampliando y solicitando según vayamos necesitando.

Por ejemplo, atendiendo a esta diferencia, un préstamo es muy cómodo para hacer frente de manera puntual a un gasto mientras que una línea de crédito es mucho más moldeable y apta para proyectos con más duración. 

Intereses y amortización

Esta diferencia principal también influye en los intereses. En un préstamo, estos se pagan según todo el total del capital al que se ha accedido mientras que en el crédito solo se abonan aquellos del dinero utilizado y no todo el puesto a disposición, por lo que podemos acabar pagando más intereses con el préstamo. Una línea de crédito, por ejemplo, es una tarjeta de crédito.

Por último, los plazos de amortización (que también afectan a los intereses) son distintos. Los préstamos suelen concederse con años de plazo, por lo que suelen tener intereses más elevados. Igualmente, estos se devuelven mediante el pago de cuotas mensuales mientras que el crédito se renueva de forma anual y se va devolviendo según lo gastado.

En BBVA explican que el crédito sirve como un apoyo puntual para hacer frente a gastos a los que no llegamos en un momento determinado y, por otro lado, los préstamos son una manera de hacer frente a compras importantes o pagos fijos.

Mostrar comentarios