El mundo de la moda ha sido uno de los más afectados por la pandemia. El e-commerce apoyó a las empresas del sector a no decretar el año como una 'pérdida total', pero en muchos casos el empujón no fue suficiente para evitar el cierre de locales por la baja rentabilidad que ofrecieron en este periodo. Este es el caso de Adolfo Domínguez, que perdió 19,3 millones de euros durante su ejercicio fiscal 2020-2021 y se vio obligado a retirar sus escaparates de 14 establecimiento del mercado europeo.
La empresa intentó aguantar el vacío de clientes en las tiendas provocado por las restricciones de movilidad para frenar los contagios del virus. Consiguió renegociar todos sus contratos de alquiler con sus respectivos caseros en los 17 países donde opera. Sin embargo, la ronda de negociaciones podría reactivarse. Los directivos aseguraron durante una rueda de prensa telemática que volverán a sentarse en la mesa con los arrendadores para ajustar sus acuerdos si llega una nueva ola de pandemia. A nivel global, la firma cesó su actividad en 56 establecimientos desde que llegó el virus.
Adriana Domínguez, Consejera Delegada de la firma, comentó que, además de los cierres, la empresa abrió otros 14 locales en este periodo. Solo dos de estas aperturas tuvieron lugar en España. Las otras se repartieron entre México (6), Colombia (2), Portugal (2), Guatemala (1) y China (1). La ejecutiva destacó que sus esfuerzos están centrados en consolidar estas aperturas y, sobre todo, el sistema de ventas 'online' establecido en Japón.
Por su parte, Antonio Puente, director general de la compañía, explicó que no prevén cambios drásticos en su presencia física en el extranjero porque cuentan con 'partners' sólidos que son grandes 'retailters' como Falabella en Chile o El Palacio de Hierro en Argentina.
¿Quién tiene más que perder en el modelo de negocio? ¿Los franquiciados o la empresa? Los directivos de Adolfo Domínguez señalaron en la rueda de prensa que el único país donde poseen tiendas en propiedad es Japón. En los otros países, sus franquiciados y la empresa se dedican a la venta en tienda. Compran el inventario y asumen toda la responsabilidad de su gestión. Por otro lado, la firma de moda española mantiene depósitos en algunas localidades, que cuentan con una cierta independencia con respecto al mercado local ya que la firma puede destinar la mercancía a otro punto geográfico si las ventas no van según lo esperado.
Las cuentas presentadas por la empresa evidencian que el 60% de los 342 establecimientos de la marca ha sufrido algún tipo de restricción de horario o apertura durante la tercera ola del virus (diciembre 2020 – febrero 2021). Sobre esto, los directivos resaltaron que las limitaciones impuestas de forma temporal llegaron en los momentos menos oportunos. "Coincidieron con los periodos en que vendemos la mercancía a 'full price', mientras que la mayor parte de las aperturas se dieron en tiempo de rebajas. Esta es una de las causas de la caída de nueve puntos del margen bruto", explicó Puente.
Las tiendas físicas continuaron atrayendo el grueso de la entrada de dinero para la empresa durante la crisis sanitaria, pero el e-commerca ganó cuota. Entre 2016 y 2017 solo representaba un 2,6% de los ingresos por las ventas y en 2020 este porcentaje ascendió al 20,7%. Aún así, el golpe de la pandemia se sintió en todos sus mercados. La zona geográfica donde la marca sufrió más pérdidas fue México, donde las ventas bajaron un 48%, seguida por Europa donde disminuyeron un 38%, y Japón, donde su caída fue del 34%. La compañía ha optado por potenciar su actividad digital y generar proyectos que capten fondos europeos para seguir adelante con su actividad.
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