El desafío del litio

Alemania y Francia echan un pulso a España en la carrera por el 'oro blanco'

Las dos primeras economías de la UE aceleran en la concesión de permisos de extracción de este mineral básico para el coche eléctrico, mientras que en España, el país europeo con más reservas, están parados.

Mina de litio
Francia y Alemania echan un pulso a España en la carrera por el 'oro blanco'. 
Pixabay

La Unión Europea ha declarado el litio como un mineral crítico. Europa busca deshacerse de su dependencia casi total de China, donde se procesa el 60% del litio a nivel mundial, a la hora de conseguir el litio necesario para las baterías de los coches eléctricos, que supuestamente serán los únicos que podrán venderse en la Unión Europea a partir de 2035. Hasta ahora España parecía a la cabeza en la carrera por extraer de la tierra y procesar el nuevo 'oro blanco', pero la Junta de Extremadura no acaba de dar el permiso de explotación para los dos grandes yacimientos en la provincia de Cáceres, junto a la capital y en el municipio de Cañaveral.

Mientras, las dos grandes economías de la Eurozona, Alemania y Francia, aceleran y parecen adelantar a España en esta carrera frenética por un mineral que ha subido hasta diez veces su precio en dos años en los mercados internacionales en los que la tonelada de hidróxido de litio ya cuesta la friolera de 70.800 dólares frente a los 8.000 de finales de 2020 o los 38.500 de principios de este mismo año, casi la mitad que en la actualidad. El litio, sin duda, es el nuevo ‘petróleo’ como viene repitiendo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Alemania encontró esta primavera su particular ‘gallina de los huevos de oro’ en el fondo del Rin. Una gigantesca reserva de litio en la que hay tanto mineral como para fabricar las baterías de 400 millones de coches eléctricos. La extracción del litio en una zona tan densamente poblada como es la del Alto Rin ha hecho que la compañía Vulcan Energy Resources, que cuenta con el apoyo del gobierno federal, ya haya puesto sobre la mesa la opción de extraer el litio sin emitir grandes cantidades de dióxido de carbono y su plan es que para 2024 se estén extrayendo 15.000 toneladas de hidróxido de litio al año en dos centrales geotérmicas. En una segunda fase, prevista a partir de 2025, se planea alcanzar una producción de hasta 40.000 toneladas por año. Además, el gobierno alamán está cerrando acuerdos con Chile para explotar conjuntamente yacimientos de aquel país, que se encuentra en el llamado triángulo de oro del litio, el que forman Chile, Bolivia y Argentina.

Alemania se lanza a por el litio

Igualmente, el gigante automovilístico alemán Mercedes-Benz acaba de firmar un acuerdo con la firma canadiense Rock Tech Lithium, que contempla el suministro inicial de 10.000 toneladas de hidróxido de litio para baterías al año, suficiente para unos 150.000 vehículos eléctricos. El hidróxido de litio se refinará en Alemania y procederá de explotaciones mineras auditadas según la ‘Iniciativa para la Garantía de la Minería Responsable (IRMA)’. El acuerdo de suministro se iniciará a partir de 2026.

Asimismo, una de las mayores minas europeas de litio -la segunda tras el yacimiento alemán- empezará a operar en el Macizo Central de Francia antes de 2027. El proyecto ‘Emili’, anunciado el lunes por el grupo francés de minerales industriales Imerys, ve la luz tras 18 meses de sondeos y estudios en una cantera de caolín situada en Beauvoir, en el centro del país. Con la explotación de ese yacimiento, "ayudaremos a Europa a descarbonizarse", dice la empresa y "este proyecto, ejemplar tanto en el plano medioambiental como climático, reducirá drásticamente nuestras necesidades de importación de litio", ha destacado el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, recalcando que la iniciativa contará con el apoyo del gobierno galo.

Mientras en España, hasta ahora el país de la UE con mayores reservas conocidas de litio y tierras raras, la empresa española Lithium Iberia lleva años esperando el permiso de extracción para el yacimiento de Las Navas, en el municipio cacereño de Cañaveral, y la australiana Infinity Lithium junto a su filial Extremadura New Energies (ENE), que incluso ha modificado su proyecto inicial y lo ha convertido en subterráneo, también lleva varios ejercicios tratando de sortear el rechazo de los vecinos, el municipio y la propia Junta de Extremadura para el yacimiento de San José de Valdeflores, apenas a unos kilómetros de Cáceres. Ambas empresas prevén extraer, cada una, entre 20.000 y 30.000 toneladas de hidróxido de litio al año y generar miles de puestos de trabajo.

Todo parecía aclararse y los permisos parecían inminentes cuando en septiembre el gobierno de Fernández Vara aprobó un decreto ley en el que se exigía que el litio extraído en Extremadura debía de procesarse en esta región. Condición que cumplen ambas empresas. Además, Extremadura New Energies parece haber superado la reticencias iniciales del ayuntamiento de Cáceres, de los vecinos y recibido el apoyo de varias asociaciones empresariales de la provincia y de todo Extremadura. Pero el plácet del gobierno regional no llega y así España parece estar quedándose atrás en la guerra del litio.

Es más, al albur de estos dos yacimientos, la compañía china Envision y Acciona crearán en Navalmoral de la Mata (Cáceres) una gigafactoría de baterías de litio, en la que será la mayor inversión industrial de la historia de Extremadura: 2.500 millones de euros con 3.000 empleos directos y 12.000 indirectos. Pero todo parece enrarecerse después de que se haya conocido este miércoles que el proyecto no recibirá ayudas del PERTE-VEC para vehículos eléctricos lanzado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, pese a que hace unos meses la propia ministra Reyes Maroto estuviera en la presentación del mismo. La compañía ha dicho que continúa adelante con la inversión y que explora “otros mecanismos de financiación”, pero...

Igualmente, Volkswagen decidirá en unos días si sigue adelante con la construcción de la gigafactoría de baterías de Sagunto (Valencia) después de que se conociera que la compañía recibirá definitivamente 397 millones de euros en ayudas del PERTE del Vehículo Eléctrico, cantidad que le parece pequeña a la compañía alemana, que pensaba crear en esta factoría unos 3.000 puestos de trabajo directos. Hay que tener en cuenta que en esta primera convocatoria del PERTE del vehículo eléctrico el gobierno apenas ha repartido 700 de los 3.000 millones anunciados en un principio. Pero lo que está claro es que, con todos estos dimes y diretes, algo no termina de encajar en la carrera española del litio y del vehículo eléctrico, que están íntimamente interconectadas. Y otros países, como se ve, ya nos están adelantando, por la derecha y por la izquierda.

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