Las mujeres y los trabajadores de ambos sexos obligados a prolongar su vida laboral tras los 65 años por no poder acreditar el tiempo necesario de cotización para jubilarse a esa edad serían los más perjudicados por la extensión del cálculo para recibir la pensión de los 25 años actuales a los 35, una medida que se ha aplazado, pero que desde luego no está descartada.
Más allá de los asalariados que vieron truncadas sus carreras profesionales por la crisis económica y que no pudieron obtener un empleo a pocos años de la jubilación o el que encontraron era más precario y/o con menor sueldo, la última Estadística de bases media de cotización del régimen general de septiembre de 2020 nos muestra quienes serían los otros 'perdedores' del recálculo de años para obtener la prestación de jubilación.
La estadística, elaborada por la Tesorería General de la Seguridad Social, recoge las cotizaciones medias por contingencias comunes de los trabajadores, a través de las cuales se financian las pensiones y sirven de base para determinar las futuras prestaciones. Las distintas tablas de cotizaciones se desagregan por sexos, tipo de contrato, provincias, actividad y jornada laboral y permiten acercarnos a los asalariados mejor y peor preparados para la jubilación y saber como les afectan cambios como alargar el período para calcular las pensiones.
Lejos de lo que se podría pensar, existen franjas de edades críticas, que suponen una losa para recibir una pensión elevada, que no coinciden con los inicios laborales, en los que la escasa experiencia, la falta de formación, además de la juventud, hacen que los sueldos brutos sean muy inferiores a los que se pagan desde los 40 años y hasta los 59. A partir de los 60, una edad en la que el mercado laboral desprecia a un buen número de trabajadores, las bases medias de cotización empiezan un descenso que se prolonga más allá de los 65.
La base media de cotización se situó en septiembre del año pasado en 1.910 euros, un 4,5% más que un año antes. La aportación media al sistema de pensiones de la Seguridad Social es de 540 euros, que se obtienen tras aplicar un porcentaje del 28,3% -4,7% a cargo del trabajador y 23,6%, de la empresa-. En términos interanuales, el incremento de las bases de cotización de las mujeres fue ligeramente superior al de los hombres, 5,15%, frente al 3,65%.
La base de cotización de menor cuantía se da en los cotizantes con una edad inferior a los 25 años, la mayoría mileuristas, apenas 1.041 euros, una cantidad que baja a 949 entre las mujeres. Estos importes van creciendo a medida que aumenta la edad, con el punto álgido entre los 55 y 59 años, donde la base media de cotización alcanza los 2.159 euros.
Cómo calcular mi pensión a partir de la base de cotización
- A partir de 2022 se tendrán en cuenta las bases de cotización de los últimos 25 años para calcular la base reguladora de la pensión de jubilación. Las últimas 24 bases de cotización -los dos últimos años- se computarán según el valor nominal. Las anteriores se actualizarán según la evolución de IPC. La base reguladora se determinará sumando las 300 últimas bases de cotización (12 meses por 25 años) y dividiendo la cantidad que dé entre 350 (14 meses por 25 años), que es lo que da la pensión de 12 pagas más dos extras.
Sin embargo, se produce un descenso entre los 60 y 64 años -que en este caso no afecta a las mujeres-, que aumenta para ambos sexos a partir de los 65 años. Esto motivaría que los que están obligados a prolongar su vida laboral más de esa edad, por no tener los años cotizados suficientes, sufrirían un recorte de su pensión. El detalle de la estadística, tras sumar franjas de edad, evidencia que un trabajador que se jubile a los 65 años, cumpliendo todas los condiciones para acceder al 100% de la base reguladora, pero con el cálculo de 35 años tendría una pensión un 3,97% menor que otro que lo hiciese a los 25 cumpliendo idénticas condiciones. Si se tuviese en cuenta toda la vida laboral frente al cálculo de 25 años actual, la pensión media se reduciría el 13%
Por sexos, las diferencias entre hombres se sitúan en el 3,7% y entre las mujeres, en el 4,48%. A partir de las bases de cotización también se puede observar el efecto de menores sueldos de las mujeres durante toda la vida laboral en sus pensiones. Así, con un cálculo de 25 años las prestaciones de jubilación de las mujeres serían un 19,6% menores que las de los varones, mientras que con 35 años serían un 20,45% inferiores.
Los funcionarios lideran las 'bases'
Entre las diez actividades con mayor número de cotizantes, la Hostelería -1,72 millones- y las Actividades Administrativas y Auxiliares -1,33 millones- tienen las bases de cotización más bajas y, consecuentemente, los trabajadores de estas áreas son los menos preparados de cara a la jubilación. En el primer caso, apenas llegan a 1.204 euros y en segundo, 180 más. En lo más alto de la tabla están los funcionarios, adscritos a Administración Pública y Defensa, que cotizan por 2.407 euros, y la Industria Manufacturera.
La mayores diferencias de cotización entre varones y mujeres en estas diez áreas de actividad se dan en las profesiones científicas y técnicas (517 euros) y reparación de vehículos (430). Mientras, las menores se registran en Transporte y Almacenamiento (78 euros) y Construcción, 64. Por último, entre la provincias cuyos asalariados cotizan más alto están las vascas -Álava, Guipúzcoa y Vizcaya-, en torno a 2.300 euros, frente a los poco más de 1.500 de las dos provincias extremeñas, Badajoz y Cáceres.
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